Qué niña tan hermosa,
Esa, la del jardín de rosas.
Con mirada de ángel
Y fuego en la boca.
Podría llevarte al infierno,
Pero no te importará,
El cielo sin ella no sabrá igual.
No será tuya ni de nadie,
Porque de sí misma no es.
Su cabeza la rigen voces, que
Como pequeños demonios le dicen que hacer.
Querrás cada parte de ella,
Y ella cada parte de ti,
Pero no podrán tocarse sin sufrir,
Y se mirarán,
Como yin y yang,
Separados y juntos a la par.
Uno sin el otro no sabe jugar,
Rey y reina hasta el final.
Pobre niña loca con ojitos de cristal,
Pobre niño cuerdo que la mira sin cesar.
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Recuerdos de mi luna
Teen FictionTe recuerdo, eras feliz, de niña lo eras, ¿cuándo dejaste de serlo y tuviste que actuar como si lo fueras? Te salía bien o yo era tan idiota que no me daba cuenta de lo mucho que sufrías, que espejismo el de tu vida. Pero un día, enteraste por la ve...
