Christine entro al Jeffersonian al rededor de las ocho de la mañana. Por fin.
Había decidido estudiar medicina forense después de todo y al fin había logrado su sueño, trabajaría en el Jeffersonian igual que su madre. Al contrario de Hank que planeaba estudiar en la academia de policía igual que papá.
Revisó su celular. Tenía más mensajes de los que esperaba.
❝ Hey princesa, espero que la pases genial en tu primer día! Estoy orgulloso!
xBooth ❞
❝ Hola Chris, papá insiste en que te desee suerte o algo así... suerte, o algo así
xHank ❞
❝ Chris! Chris! Chris! Chris! Mamá me contó que hoy es tu primer día, ¿Porque no me dijiste nada? Se supone que somos mejores amigos ¡LA TRAICIÓN! Como pago de ello tu invitaras la pizza a la salida del Jeffersonian
xMichael ❞
Christine soltó una risa y entro por fin, estaba muy nerviosa por lo que significa ser antropóloga forense en el Jeffersonian. Significa tener un gran y fuerte margen de lo que se esperaba que fuese.
Y se esperaba que fuese su madre.
—Doctora Booth, Buenos días—le saludo Jake Mills, otro de los internos
—Doctor Mills, Buenos días igualmente
—Me alegro que haya llegado al fin, pensaba que Michael se volvería loco sin verte
—Basta Jake, basta—le advirtió alzando un dedo, Jake respondió alzando el dedo medio con una sonrisa
Además de ser otro interno, habían estudiado medicina juntos y se había hecho muy buenos amigos
—Baje ese dedo doctor Mills—advirtió una voz femenina con tono rudo
Jake bajo el dedo en seguida y se paró más derecho
—Lo lamento Doctora Brennan, no era mi...
—No me interesa—respondió, aunque le mando una mirada a Christine de esas que significan 'tienes que explicarme esto luego'—Hay un cuerpo y si planeo dejar el Jeffersonian en sus manos debo asegurarme de que hagan bien su trabajo. Jugar no adelanta nuestro caso.
—Tiene razón doctora Brennan, no se repetirá—dijo Christine con velocidad
—Eso espero. Vamos al laboratorio
—Si, señora—dijo Jake y los tres caminaron hacia el laboratorio
Jake, su madre y ella entraron al laboratorio y examinaron los huesos, presentaban múltiples heridas de autodefensa
—Por la complexión parece un chico en la pre adolescencia, le calculo entre unos catorce-quince años
—Chris!—dijo Mike entrando al laboratorio—Oh! Doctora Brennan! No sabía que estaba aquí
—No se preocupe, señor Hodgins, pero espero que su intromisión sea respecto del caso
—De hecho una de mis dos razones si lo es
—Bien, entonces dígala
—E terminado la reconstrucción del cráneo y ya e comparado las facciones con las personas del sistema
—¿Y cuál es la identidad?—pregunto Christine
—Jonathan Rollins, 15 años
Su madre y ella subieron la mirada de los huesos a Mike como si les hubieran dado un toque. 15 años. Tenía la misma edad que Hank.
—Creo que encontré algo—dijo Jake subiendo uno de los huesos hacia la mirada de su madre—Es una herida perimortem y creo que puede ser la causa de muerte
—Excelente señor Mills, ¿Puede llevarla al doctor Hodgins para que encuentre partículas?
—Enseguida
—Yo... los dejare un momento para que hablen—dijo su madre y salió del laboratorio acentuando la última palabra
—Gracias
Mike la miro con una leve sonrisita, a cada rato tenía esas sonrisitas tan suyas
—Oye, voy a tomar unas fotografías saliendo y pensé que sería bueno que me acompañaras, tú sabes, el atardecer te sienta muy lindo
—Claro! Qui-quiero decir, yo-eh si, si me-me gustas, QUIERO DECIR me gustaría... Si
—Genial! Si, entonces tenemos una cita, bueno no una cita-cita, si no una cita de-de... fotográfica, una cita fotográfica
—Si, si exactamente eso
—Bueno, tengo que trabajar, tienes que trabajar, te veo luego
—Si, si luego
Mike salió del laboratorio y Christine se dio un golpe con la palma en la frente.
Mike, justo como su madre, era artista forense... aunque era un artista en general y como lo conocía desde niños había modelado para sus fotografías varias veces, y entonces era tierno e infantil ... ahora ambos habían crecido y habían empezado a... sentir algo, las cosas estaban un poco raras
—A Booth no le encantará la idea, Christine—dijo su madre entrando al laboratorio y tomando una libreta que había dejado
—¿Porque? ¿Que tiene de malo? E salido con Michael un millón de veces
—Dudo que hayan salido 'un millón de veces' ese es un número excesivamente grande
—Es una expresión, mamá
—De todos modos, yo siempre tengo razón, y se que no le va a gustar
—¿Sabes algo que yo no sé?
La miro con el ceño fruncido, si estaba tan convencida es que tenía hechos en que basarse
—Está no es otra de esas 'millones de veces', es obvio que esta salida tiene la intención de ser una cita
—Es una cita fotográfica, y ya
—Con intenciones románticas implícitas Christine, no creas que no me e dado cuenta de esas miraditas que se dan. Además eso no es todo.
—¿Hay algo más que tus conspiraciones y teorías acerca de mi vida sentimental?
—No son conspiraciones ni teorías, Christine, el amor llega aún cuando no te das cuenta y aún cuando afirmas que no lo es. Se de lo que te hablo.
Christine rodo los ojos, aunque era verdad que sentía algo por Mike no lo averiguaría hasta esa tarde cuando se quedasen a solas por primera vez de verdad, sin trabajo, ni amigos. Si lo que sentía era amor esa tarde era el momento perfecto para averiguarlo
—Y de cualquier forma de que a tu padre no le gustará tu plan porque prometiste ir a jugar hockey en el lugar al que iban cuando eras niña con el a la salida del Jeffersonian porque sería el último día antes de que lo cerrarán
Christine volvió a golpear su frente con su palma «Mierda» Lo había olvidado por completo ¡Que torpe!
—Lo olvide por completo ¡Mamá, ¿Como pude olvidarlo?
—Está comprobado que el amor duele distraer a las personas... y también el hecho de que puedes haberlo olvidado a propósito
—¿Como podría haberlo hecho a propósito?—exclamó Christine llevándose las manos a la cabeza
—Inconscientemente no querías sentir culpabilidad por hacer algo que querías aún cuando significaba dejar de lado a tu padre
La rubia la miro con el ceño fruncido y expresión confundida, no por la idea que ilustraba sino porque se creía incapaz de hacer algo así ¡nunca lastimaría a su padre de esa forma!... Pero tampoco quería dejar su cita con Mike
—¿Que vas a hacer?
—No se... No se, no se, no se. ¡Ay, mamá! ¿Tú que harías?
Bones examinó la expresión preocupada de su hija y aunque nunca perdía oportunidad para expresar su opinión Christine estaba por arriba de ello, le tomó de la mano en un gesto maternal sabiendo ya lo que iba a decirle
—Yo examinaría los pros y los contras ora llevar al resultado donde se encuentre la menor cantidad de contras y o afectados, al igual de una tabla de la situación ideal examinando cuál sería el mejor escenario e ideando una manera inteligente de solucionar ambos conflictos
—No tengo el suficiente tiempo tendría que mover cosas del horaria y aún así llegaría tarde para cuando hubiese decidido y...
Bones la interrumpió llevando su mano libre a su hombro y de ahí a la mejilla de allá rubia
—Pero tú no tienes que ser yo, Christine, ni siquiera como antropóloga. Tú eres tú. Y aunque tienes mi gran inteligencia... se que tienes el enorme corazón de tu padre y que eso te impediría aún con mis argumentos razonables tomar una decisión. Lo que necesitas hacer creo que es algo que tu padre diría; sigue tu corazón... aunque en realidad el corazón no puede tomar decisiones por lo cual es un concepto bastante ilógico
Christine sonrío ampliamente
—Entiendo ese concepto
—Lo se. Aunque yo no lo haga, tu padre y tú lo hacen, eres la perfecta combinación de ambos al final de cuentas
La menor bajo la mirada y soltó un suspiro, con una caricia Brennan consiguió que su hija levantara la vista
—Mike te va a seguir adorando aún si no vas a esa cita, y tú padre te amara tanto como siempre aun si faltas al hockey. No hay decisiones equivocadas.
—Gracias, mamá—se acercó a ella en un gesto veloz y la abrazo con fuerza—Era lo que necesitaba escuchar
—Doctora Brennan—interrumpió Jake entrando al laboratorio—El doctor Hodgins ya tiene un resultado
—Excelente—respondió ella cortando el abrazo—Vamos a verlo
Tomó su libreta de nueva cuenta y se encaminó a salir
—Mamá
—¿Si?—pregunto volteándose hacia ella
—Discúlpame con papá ¿Si?
Brennan asintió con una media sonrisa y salió del laboratorio
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Booth, para desgracia de Brennan, había encontrando la grabación del programa que habían hecho los de America Profile en el Jeffersonian y estaba viendo justamente la escena en la que le colocaba a una pequeña Christine protecciones de juguete y jugaban al hockey juntos, cuando el Booth pasado y la pequeña rubia se abrazaron el Booth actual soltó un suspiro.
Brennan se sentó a su lado en el sofá y miro la grabación también con cierta melancolía. Sabía que el la extrañaba pero esto era justo la meta de ser padres; poder ver a sus hijos crecer y ser independientes, por mucho que doliera.
—A ella le gustaba jugar conmigo... antes le gustaba
—Aún le gusta, Booth
El soltó un manotazo al aire acompañado de un «¡Bah!»
—Le gusta más ese tal Michael Vincent, ¿Quien es el? ¡No sabemos nada de el!
Brennan todo los ojos, un tanto enternecida por los celos paternales que presentaba
—Lo conoces de toda su vida, Booth!
—No es suficiente, no si esperaba salir con mi pequeña
Ambos regresaron la vista ala grabación, el DVD se había trabado y había quedado pausado inmortalizando aquel abrazo en la pantalla
—Nada será nunca suficiente—murmuró Booth, pero el buen oído de Brennan captó la frase
Le tomó de la mano con una pequeñísima sonrisa cuando escucharon la puerta abrirse
—Perdónenme!—la voz de Christine mientras cerraba la puerta los tomó de improvisto—Jake tenía unos resultado que mostrarme y cuando salí había un montón de tráfico ¡Se me hizo tarde!
La rubia cruzo el primer pasillo y al llegar a la sala frunció el ceño ante el silencio de sus padres
—¿Que? ¿Porque me miran así?
—Pensé que tendrías una cita esta noche—hablo Booth
Ella con gesto avergonzado sobo su antebrazo
—Si, bueno, la e pospuesto... hay más tiempo para citas pero no todos los días puedes ir por última vez al más cool lugar para hockey del mundo
—¡Si!—soltó Booth con un gesto afirmativo y se paró del asiento
—Hay que irnos ya o no llegamos
—Para tu suerte ya tenía todo nuestro equipo en el auto, ¡Vamos Bones, hay que irnos ya!
Brennan los miro salir entusiasmados por la puerta y los siguió con una sonrisa, después de todo, con citas o sin ellas, con veintiuno o con nueve, ella siempre sería la niña de papi