Sinopsis.

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Sinopsis.

Cuando mi papá me dijo que me iba a ir al mismo internado que mis primos, enloquecí, ya que mis primos son desgrdablemente locos. ¿No me creen? Tengo 3 primos que  fueron a la cárcel por ir por el supermercado con una pistola de juguete y disparandoles balas Nerf a las personas, 5 que colaron en un kinder para bailar en el teatro (a los niños les encantaban) y 2 que publicaron en facebook una foto de Trump mexicano. ¿Qué tiene que ver Trump mexicano con el internado? No lo sé. ¿De dónde saqué tantos primos? Tampoco lo sé.

Si eso creen que eso es lo peor, están enquivocados.

Cuando traía un refresco a la mitad, llegó mi amigo Cameron (lo llevaron al internado por sacarle la lengua al profesor) y me retó a darle un zape a Petronila, una prima muy enojona y enfadosa. Acepté. ¿Por qué? Porque me quería sentir el tipo cool y dar una buena impresión a todos de que era un tipo rudo.

Le di el zape. Su cabeza cayó en el desayuno. En ese momento pensé en mi tumba diciendo: "Quería ser cool y murió". Sus pecas se pusieron rojas como el tomate que compro en la tienda de la esquina. Sabía que tenía que salir corriendo aunque las piernas se me habían aguadeado, era por mi propio bien.

Salí corriendo y unas diez vueltas después que le di a la cafetería la despisté y me fui a mi habitación, pero antes de meterme, vi una maleta justo adelante de mi habitación. La abrí y lo primero que pude contemplar fue una agenda. El nombre de la tipa era "Kylie Hill". La verdad, era un nombre sexy y familiar.

Busqué más abajo en la maleta y vi ropa, zapatos, maquillaje y dulces. Abrí su bolsa de dulces y vi algo sagrado: un Snicker. ¡Ay de mí! En eso llegó Kylie y me vió con sus ojos azules y me dijo:

—¿Qué crees que estás haciendo? ¿Teniendo tus cinco minutos Snicker?

—Emm... —respondí—, no ves televisión, ¿verdad?

—¡Cállate! —contestó furiosa.

¿Recuerdan mi refresco? Pues me empujó y eso hizo que yo derramara todo mi refresco en su vestido. ¿Saben lo que significa? Que me debe $15.

Pude ver su cara de sorprendida. Se había quedado sin palabras, ¿cómo lo sé? Porque solo se volteó sin decir nada y entró a la habitación frente a la mía. Pero... ¡vaya!, ¿cómo no lo noté antes?, les presento a Kylie Hill, mi novia desde la primaria, la chica que vive frente a mí en el internado, que me odia porque le tiré un refresco de 600ml, a la que le robé el Snicker... y a la que estaba decidido a conquistar.

Empezó con un Snicker.Where stories live. Discover now