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Mi objetivo en estos momentos era poder hablar con Jayden, pero por alguna extraña razón siempre terminaba sucediendo algo extraño que impedía poder acercarme a él. Hasta llegue a pensar que me estaba volviendo loco.

Finalmente, en la hora del almuerzo logré seguir a Jayden sin que nadie se diera cuenta ( Bueno, eso es lo que creía yo ). Di un vistazo detrás de mi rápidamente para asegurarme de que nadie me siguiera; Fue así como me distraje y choque con alguien.

–Fíjate por donde caminas, idiota.

–Lo siento, me distraigo muy fácilmente.– Mientras trataba de levantarme me di cuenta de que Jayden era mucho mas alto de lo que yo creía.

De la nada una idea retumbo en mi cabeza para que "Mi objetivo" por lo menos se diera cuenta de que estoy tirado justo al lado suyo, pero ahora que lo pienso no parece una idea tan buena.

Suspiré y me dije a mi mismo que no pierdo nada intentando. Diablos, tal vez si pierda algo, mi dignidad; No esperen, ya la había perdido desde hace mucho.

Puse en marcha mi plan al retorcerme en el piso al mismo tiempo que me quejaba y tocaba mi estomago. Exacto, nada mejor que fingir dolor de estomago. Solo así me daré cuenta si Jayden tiene algo de corazón al ayudarme.

Me retorcí y queje hasta que Jayden por fin me miro con esos ojos celestes que, por alguna extraña razón me recuerda tanto a las veces que jugaba en el mar con mi familia; Dejaré de pensar en esas cosas ya que me ponen muy sentimental.

–Ahm ¿Necesitas ayuda?

–No, no. Me siento muy bien.– Dije con sarcasmo. Dios, soy un gran actor.

–Entonces si no tienes nada, me voy. No tengo tiempo para esto. – Y sin más, se fue.

Dejándome desamparado y solo debajo de la fuerte lluvia que azotaba fuera de mi casa.

–¡Que exagerado!– Escuchaba vocecitas que no paraban de leer mis pensamientos.

–Sip, definitivamente me volví loco.– Sonreí sin más después de que me di cuenta de que siempre tiraba mi dignidad a la basura.

Jayden ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora