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Después de perder mi dignidad por milésima vez al tratar de hablar con Jayden, decidí que debería tener un plan sumamente calculado para que todo resultará perfecto. Pense y pense hasta que un plan descabellado paso por mi mente.

He escuchado algunos rumores sobre Jayden, como el que siempre se queda en detención por hablar mal de las profesoras.

Como ya se imaginaran, mi plan es hacer algo lo suficientemente malo como para entrar a detención.

Así que entre a mi salón de clases como normalmente lo hago, a diferencia de que esta vez pregunte a la profesora cuantos años tenía. Ustedes podrían pensar.. ¿Y eso que?, pues pasa que mi profesora es muy exigente con las preguntas respecto a su edad, ya que a pesar de que ella parece tener al menos 40, tiene muchos mas de lo que las personas creen.

Y justo como lo creí, después de preguntar aquello me fui directito a detención, me sentía super emocionado en esos momentos, hasta que mi emoción desapareció cuando me acerque al asiento mas cercano y no había ningún rastro de Jayden.

Después de unos minutos me dieron unas ganas incontroladas de hacer pipí. Tal vez fue por esas 2 botellas gigantes de agua que me tome hace poco tiempo. Me apresure a llegar lo mas pronto posible al baño antes de que ocurriera un accidente.

Cuando llegue ahí me sorprendí por los sollozos que se escuchaban en la esquina de aquel baño, sin pensarlo me acerque a la persona de espaldas arrodillada; Tanta fue mi curiosidad que olvide por completo mis ganas de hacer pipí.

Y mas fue mi sorpresa cuando la persona sollozando frente a mi giro su rostro, lo cual me permitió ver a aquel chico destrozado que tanto estaba buscando.

Jayden ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora