Prólogo

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Cuando aquellos ojos extravagantes se posaron en mí, me di cuenta que daría lo que fuera por tener algo así. Aquella pequeña cosa me veía con curiosidad, como si fuera un payaso de circo.

No tenía senos firmes, mas bien planos; tampoco piernas largas, tal vez sí, las más corta que haya visto en mi vida. No tenía una sonrisa perfecta, de hecho era la peor que hubiera tenido el honor de conocer, su dentadura constaba apenas de unos pequeños dientecitos que ni siquiera habían salido completamente.

Era, quizás , la segunda chica por la cual había caído. Y no, no era en forma romántica, ¡Vamos! solo era una pequeña niña que rondaba apenas el año de nacida, no lo pude evitar, aquello era una monada, una dulzura disfrazada en un traje de piraña ¡vaya que mordía duro! ,mi pobre dedo se estaba hinchando y la cabeza dolía de tanto haberme halado el cabello y con lo que le costó a Jimin plancharmelo—sí, soy muy tacaño para ir a un salón de belleza, prefiero que el enano lleve su plancha moderna, así no pago ni un centavo—. Estábamos en una sesión terapéutica: yo le contaba mis desgracias y a cambio, ella se reía de mí. Y no, tampoco estoy loco. No me puede entender aunque la pequeña descarada finge hacerlo mientras come de un chupetín que terminó por robarme de las manos.


Pensar que debería estar en casa, durmiendo o haciendo cualquier cosa, menos trabajar. Todo por confundir un centro de fotocopiado con una guardería.

Ahí viéndome, desde el asiento trasero de mi auto está ella. Sus ojos Negros se divierten cada que hablo ¿tanta gracia le doy?, pues sí, no ha parado de sonreír y reír a diestras y siniestras y eso que no he dicho nada gracioso. Debe estar loca, me pregunto como serán los padres. No deja de decir ¡ua! desde que le pregunté como se llamaba su madre, como si me fuera a responder. Bien, me descubrieron, el loco soy yo.

— Ah — le digo — ya sé, estás echándole porras a tu madre para que me enamore de ella, pues no — digo señalándola con un dedo, como si hubiera dicho algo malo ella me muerde, Otra vez. — eres una niña mala — me mira divertida — No me des esa mirada, este pechito lleno de amor y de pelo ya tiene dueña — se echa a reír mientras dice en su media lengua ¡Ea!, hasta imitadora salió esta pequeña rufián — aunque ella no me quiera — termino de decirle y burlándose de mi desgracia se estira a reír. Esta mujer me va a volver loco, solo espero que llegue su madre pronto, sino, derechito a un manicomio iré a parar.

Me pregunto de dónde conozco yo estos ojos. Como queriendo que no recuerde un pequeño sonido se escapa de ese pequeño ser. Bien, oficialmente es la primera chica que me ha lanzado un pedo.

— Tan Pequeño el pozo y con sapos — le digo refiriéndome a como de ese pequeño cuerpo puede salir un sonido capaz de mover la Tierra. Me río mientras acaricio su cabello y ella me sigue viendo con curiosidad.

¡Dios, que hermosa!. Mientras la observo es imposible que mi mente divague y me ponga a pensar en cómo serán mis futuros hijos.


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HOLA ARMYS, NO SÉ SI LES GUSTE LA HISTORIA, SOLO PIDO QUE LE DEN UNA OPORTUNIDAD.

FLORES PARA LUNA - JUNGKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora