One Shoots

Matthew Espinosa

Caminaba, demasiado intranquila, hacia la nueva escuela. Ya era el 3er colegio que me cambiaba en lo que iba del año. No es que sea rebelde y rompa todo. No. Tengo esa mala suerte de que me tocan los compañeros más mierda de la escuela.

Llegue a la puerta del colegio y recibía empujones, ya era tarde y todos estaban muy apurados. Yo caminaba totalmente perdida. No sabía donde estaba la oficina del director y necesitaba ir ahí.

- Correte de mi camino, inútil - una chica con una diminuta falda me empujó y todo se me callo al suelo. Haciendo que hojas y hojas se alejen.

Cuando no quedó nadie en el pasillo, me dediqué a juntar mis hojas. Mis ojos se habían llenado de lágrimas, ya que los dibujos que más me gustaban estaban allí, sucios o rotos.

Me levanté y limpie mis lágrimas. Sentí como alguien se acercaba a mi y levante la mirada. Era un chico bajo, de pelo castaño claro y ojos miel, casi marrones. Tenía varios dibujos míos en su mano.

- Dibujas muy bien, ha sido una pena que te lo hayan pisado y roto. - hablo suavemente.

- Lo ha sido. Gracias por juntarme esos dibujos - susurre. La verdad es que ni ganas de hablar tenía. No le veía sentido hacerlo.

- Pareces un poco perdida. Quieres que te lleve a algún lugar?

- La oficina del director, por favor.

Caminamos en silencio hasta allí. Nunca he sido de hablar mucho, aunque la gente tampoco me habla. Las amistades nunca me han durado nada, he cometido el error de callarme y deje que me pisaran. Gran error. Nunca dejen que eso pase. Ser introvertido no sirve de nada.

Llegamos a la oficina del director y el sólo se fue, a donde, no se. El mayor me dio los horarios y me indicó donde quedaba mi salón. Camine allí mientras escuchaba música, específicamente Frank Sinatra. Mi padre me había heredado sus buenos gustos musicales. Llegue al salón y apague la música. Entre y la profesora, por yo ser nueva, me dejo entrar.

Las horas pasaron rápido y llegó el receso. Decidí no comprar nada e ir directo al jardín. Era gigante. Un grupo de chicos gritaban y reían sin parar. Pero uno se me hizo muy conocido. Uno de los chicos le tocó el hombro y me señaló. Al hacerlo baje la mirada rápido.

- ________? - Levante la mirada y ahí estaba, Nash Grier. Mi ex mejor amigo.

- Nash, Hola - susurre. Nuestra amistad había terminado muy bien, yo me había mudado de ciudad.

Hablamos por un rato y decidimos unirnos a su grupo.

Allí estaba el chico de esta mañana.

- 2 años después -

- Oh vamos, _________, sólo dale una oportunidad. Matthew no va a herirte.

- Y si lo hace? Lo mismo habías dicho de ella y sin embargo rompió mi corazón.

- Matthew no es ella. El es totalmente diferente. Olvida tu pasado, y piensa en lo que esta pasando ahora.

- Ok... podría pensarlo.

Tenía miedo. Miedo a que me destruyan más el corazón. Había estado con Alice, una chica totalmente de lo contrario a mi. Y ella me engaño con su ex, resumiendo todo. Una mierda.

Pero quizás, sólo quizás, pueda darle una oportunidad a Matthew, el chico que me ayudó en mi prime día de clases. El me trataba muy bien, y por lo que Nash me decía, le gustaba desde que habia entrado aqui. ¿Cómo podría gustarle?

Ya estaba preparada, y justo a tiempo tocaron el timbre. Era él.

- Hola Matt - sonreí alegremente y el me devolvió la sonrisa.

- Hola pequeña, te ves hermosa. - susurre un pequeño gracias y salimos de mi hogar.

Fuimos a un bosque, al que íbamos siempre el y yo. Nos gustaba ir seguido ahí. En estos últimos dos años nos habíamos unido muchísimo y hacíamos todo juntos.

- Sabes que amo este lugar. Es tan puro que me encanta.

- Lo se, por eso te traje aquí.

Comimos algo que el había traído y después nos quedamos hablando por horas.

- Por que no me aceptabas las citas antes y ahora lo hiciste?

- Porque tenía miedo.

- Miedo a que?

- Miedo a que me lastimen de nuevo. Tu sabes todo lo que paso con Alice, supongo que eso me marcó mucho y creo una gran desconfianza a todos.

- Lo se, y odio que ella te haya dado esa desconfianza a todos. Es una mierda. Ella no se merece todo el poder que tuvo y tiene sobre ti. Y ahora porque aceptaste la cita?

- Porque me sentí segura de con quien estaba por salir. Lo pensé mucho y acepté. 

Cerré los ojos y suspire. Lo único que  pude sentir después fueron los labios de Matt sobre los míos.