J A M I E

Siempre el mismo día

Ayer hiciste eso, ¿no?

Sí

Aburridoo. Qué día. Qué ganas. ¿Acaso nada puede cambiar?

Al parecer no, supongo.
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¿Con quién estoy hablando? Pues sí, conmigo misma.
Así es. Estoy pensando. Me estoy cuestionando. Me estoy respondiendo.
¿Qué tan estúpido es esto?
No sé, dímelo tú. Ésta vez tu responderás.

Me encanta levantarme por las mañanas, para así poder cerrar la maldita cortina que mi mamá abrió.
También, otra cosa que me ENCANTA HACER POR LAS MAÑANAS, es maldecir a mis vecinos, que no se quién les dijo que se debe hacer llorar a sus hijos antes de irse a la escuela.
Y lo último que adoro hacer por las mañanas, es pensar en lo horrible que me irá en el transcurso de mi NUEVO día.

¿Genial, no creen?

Me llamo Nora, y lo único que puedo decir ahora, es que odio las mañanas. Algo que me gustaría que alguien me diera, es las ganas de sonreír al abrir mis ojos después de todas las pesadillas que tengo en las noches.

No soy alta, soy demasiado chaparra. Tengo el cabello castaño. A, y mi color de piel es horrible. Soy delgada, un poco inteligente (creo), y pues una fracasada. Así es amigos, nada, absolutamente nada me sale bien.
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¿Qué es “nada”?

No sé, buscaré en internet.

¿Ayer buscaste algo similar, no?

Emmm. Sí.

No tiene sentido.

Ñeee, es verdad, para que lo busco si de todas formar no me servirá de nada.

¿Qué es nada para ti?

Mmm... Supongo que algo que no existe
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- ¡Hey!

Sacudo mi cabeza.

- ¿Quééé pasaaaaa?

- Se te hace tarde, eso es lo que pasa- dijo mi mamá- ya cámbiate.

- ¿No puedes hacer un recado que diga “la señorita Nora no puede presentarse a la escuela porque le da asco ver personas”?

- No. No puedo. Tienes que estudiar. Y ya aprende a valorar lo importante que es ir a la escuela.

- Claro.

Mi mamá arrojó mi ropa limpia a mi cama, se dió la vuelta y cerró la puerta de mi habitación.

- ...que no.