Capítulo 3

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El resto de los días, Selene no hizo más que quedarse en su casa, con su hermano Rick jugando videojuegos. Ni siquiera se lavaba los dientes, simplemente se levantaba para ir a la cocina por más comida y para levantar a Louis para jugar.

-Eh, Sel -dijo Louis un día al escuchar el teléfono sonar-. Es Drake.

-No estoy -respondió ella, tratando de sonar y mostrar una expresión de total indiferencia, aunque por dentro estuviera muriendo por hablar y saber de él.

Rick respondió y cortó. Al volver, apagó el televisor y se sentó al lado de su hermana.

-Sel, ¿qué pasó con él? Eran muy buenos amigos y ya ni se hablan. Hace mucho que no vas a la librería, y Hope siempre pregunta por ti cuando voy.

-Nada que te incumba -respondió ella con la voz quebrada-. Es sólo que... no todos los cuentos tienen un final feliz, y esa librería me recuerda demasiado a ese final.

-Pero...

-Nada, Ricky. Mañana iré, si eso es lo que te preocupa.

Al día siguiente, hizo lo que le había prometido a su hermano. Fue a la librería y puso su mejor sonrisa para saludar a Hope, y hacer como si nada hubiera pasado. Como siempre, se dirigió a su lugar privilegiado, pero una punzada le recorrió todo el pecho al ver a Drake allí, en su sillón.

No quería hablar con él aún, por lo que sacó un libro al azar, como siempre, y se sentó en un sillón color turquesa lejos de donde él estaba.

Un carraspeo le sacó de su lectura.

-Hola, Sel -saludó una voz que conocía a la perfección

-Hola, Simpson.

-No me llames así, por favor. Mira, Nancy y yo ya no estamos juntos, y te necesito.

-¿En serio? -a ella se le iluminó la mirada.

-Sí, Sel, te necesito.

-No mientas, Drake. Desaparece.

-No -él se acercó más y unió sus labios con los de ella.

-Y así fue mi historia con tu padre. Ella, no te emociones tanto, simplemente déjate llevar, ¿sí? Que hayas escuchado que le decía te amo a otra no significa el fin del mundo. Además, veo que Liam anda muy cerca de ti -Selene le guiñó un ojo a su hija. Había sacado el alborotado cabello de ella y los hermosos ojos verdes de él.

-Está bien, mamá -respondió Ella, secándose las lágrimas-. No le cuentes a papá, por favor.

-No lo haré. Ahora ve, Liam te estaba esperando -Selene observó a su hija irse corriendo por la puerta y lanzarse a los brazos de su mejor amigo.

Se sobresaltó al sentir una mano masculina en su hombro, pero se relajó al escuchar la voz del dueño de aquella mano.

-Es un buen chico, ¿verdad?

-La ama con cada célula de su cuerpo. Eso importa más -y miró hacia arriba para encontrarse con la mirada verdosa de su esposo-. Te amo, Harry.

-Sel, eso no debo ni decirlo -dicho esto, él depositó un tierno beso en la boca de su dulce esposa.


AR

Valentine's DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora