Little Liar [YAOI]

06

Narra Edward

No había nada qué hacer, pero yo aún no quería volver a casa y Zack se quedó, literalmente, sin nada así que propuse ir de compras.

Tenía al pequeño Leo en mis brazos, se veía muy adorable y por un momento sentí como si tuviera una familia.

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—¿Qué tal esto?— dije sacando una camisola de los colgadores de la tienda.—

Volteé a ver a Zack pero el estaba simplemente devastado, ahora que me lo planteaba... ¿Qué habrá pasado con Emily?

—Hey Zack... ¿Estás bien...? ¿Q-qué paso con ella?—dije con un tono nervioso jugando con mis manos.—

—Ella...—agachó la cabeza apretando los ojos con fuerza.—

Me mordí el labio, lo había arruinado. Traté de arreglarlo, le acaricie el cabello y el me miro con los ojos rojos.

—Terminemos de comprar y vamos a casa— le regalé una de mis mejores sonrisas.—

Ambos pagamos las compras, bueno yo las pagué, para después dirigirnos a mi casa con calma.

Al llegar la casa esta estaba vacía, Liam no estaba adentro,tal vez me fue a buscar.

—0asa sientete como en tu casa--dije llevando al bebé a la habitación que compartía con Liam.—

—Perdón por molestar— dijo sentándose en el sofá de la sala, notablemente apenado.—

—Vamos— le sonreí— que para eso estoy— me acerqué a él y una vez que estuve al frente de el me puse en cuclillas, acariciando su mejilla con suavidad—Saldrás de esta...

Esta es la segunda vez...
La segunda vez que el se mostró débil ante mi, y yo, yo me sentía a la vez tan expuesto hacia él.

—Zack-— Lo abracé, sus lágrimas se posaban en mi camisa—No tengas miedo, todo va a mejorar...

—Edward— me tomó de las mejillas, esto provocó en mi un leve rubor—No le cuentes a Liam que me viste así— Al escuchar aquello no pude evitar sonreír y nuevamente posicionar mi mano en su mejilla.—

—Tu tranquilo—acerqué mis labios a su nariz y planté un suave beso en la punta de esta—Será nuestro secreto...

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Media noche, Liam aún no hacia presencia en el lugar, ni siquiera respondía su teléfono y Zack se había quedado dormido encima de mi, rodeando sus brazos en mi cintura y su cabeza posada en mi hombro. No me era incómodo, se sentía bien pero no sentía que fuera algo usual...

Llanto, aquel insoportable ruido se hizo presente en la casa. Era Leo y como no quería despertar al padre de este mismo, decidí ir yo.

—¿Qué pasa bebé?— llegué a la habitación en la cuál lo había dejado durmiendo.—

Sus alaridos se apaciguaron un poco al escuchar mi voz. Me acerqué a el y lo tomé en mis brazos. Me asegure de que no era el pañal lo que tenia que cambiar, por mi suerte eso no había ocurrido. Era hambre lo más probable.

—Vamos bebe, iré a prepararte algo— dije, aún que inútilmente, ya que el era un bebé y obviamente no me iba a responder.—

Puse algo de leche en un recipiente, para seguido ponerlo a calentar en la estufa. En lo que eso se preparaba trate de entretener al bebé.

—¿Dónde está el bebé?—- Le hacía muecas al infante y este reía en mis brazos—¡Aquí esta!— exclamé en un volumen no muy alto.—

—Eres muy bueno en esto— escuché la voz de Zack y me volteé, el estaba sonriente mirándome, pero soltó un sonoro bostezo— ¿Tienes trabajo Edd?

—Yo...— acomodé al bebe y antes de responder mire de reojo que la leche aun no estuviera lista—No, ¿Por qué preguntas?

—Te ofrezco algo—dijo el levantándose del sofá, dirigiéndose a mi y al bebé— Sé que tú y mi hermano quieren comprar una casa y están ahorrando, tu podrías trabajar cuidando a Leo en las mañanas mientras yo trabajo, que es de siete en punto hasta tres un cuarto de la tarde. Y así ahorran más, ¿Te parece?— me sonrió débilmente.—

De algo que note bien es que, el quería seguir con su vida, pero acomodando al bebe. Cambiando horarios, comprando y vendiendo cosas. Estaba cambiando todo,tal vez eso sea bueno. Y yo voy a ayudarle.

—Claro que acepto— Le devolví la sonrisa y le entregué al pequeño, luego me dirigí a la cocina para apagar la estufa— Pero no es necesario que me pagues....

—Igualmente lo haré--dijo firme sosteniendo al bebe mientras yo servía la leche en una mamila.—

—Esta bien tonto—le golpeé el hombro mientras reía.—

Él se limito a soltar una risa tosca y volver al sofá, esta vez con Leo, dispuesto a alimentarlo.

Sentí la perilla de la puerta principal girar y corrí a la entrada. Era Liam, apestando a alcohol y muy ebrio.

—¿Dónde estuviste? Me tenias preocupado— Se abalanzó encima mío, el olor no me agradaba en lo absoluto, pero por el lo podía soportar.—

—Tu también a mi— dije tratando de sonreír y evitar las ganas de vomitar por el nauseabundo olor.—

Ayude a mi novio a subir las escaleras y al llegar al cuarto, como estaba no podía avanzar tres pasos sin pisar en falso y caer. Él se acostó en la cama y rápidamente cayó en un profundo sueño.

Antes de que yo también cayera en los brazos de Morfeo corrí a la sala y me dirigí donde estaban Zack y Leo.

—Duerman en la habitación de invitados— Le dije al de cabellos castaños captando su atención— Mañana empieza esta nueva familia.

Besé la mejilla de ambos y me fui a dormir.

Tenía nervios de este nuevo cambio, pero me hacía muy feliz tener más confianza con Zack ahora. Esto será interesante