Es impresionante la forma en que los mundos pueden chocar. Alexa jamás creyó en los hombres como personas a quien confiar su amor luego de encontrar a su novio en la cama con otra chica. Chrstian es un chico expulsado de la armada británica que busca vivir la vida. Y estaría feliz si fuese con ella.
Dos mundos totalmente distintos chocan en California un día de semana tranquilo, sin que ellos sepan cual sea su desenlace. Los encuentros fortuitos pueden crear pequeños universos que por dentro son infinitos, sin embargo si colocaba decisión y escepticismo en una misma oración, parecían no tener sentido. Pero en ellos, combinaba como el agua y la miel. Y eso era algo que a Alexa le costaría asumir. Jamás lo admitiría.
