"Llevar o sentir tanto amor por alguien y sólo tener que esperar el momento preciso para decirlo" ~SMAT~
"Tus ojos cafés iluminan todo mi ser." Ese fue el maravilloso hola de Federick. Gabriela un tanto confusa le pregunta que quien es y que hace en su habitación. Soy aquel... que tan solo viene con el mas emocionante deseo de conocer a una musa, a una diosa como usted. Deseo tener su gratitud... Ella tan solo sonríe y voltea los ojos.
A Federick le había vuelto toda la inspiración que su corazón tanto reclamo. Sus obras de arte cobraban vida, pues ahora tenían un significado, un nuevo sentido, tenían un hermoso brillo. En cambio Gabriela vio a Federick como esa puerta que lleva a una gran aventura, una puerta llena de misterios, riesgos... pero a la vez un tanto tentadora. Él era ese nuevo amigo con el que disfrutará cada aventura, cada paso, cada tropiezo. Solo había un pequeño detalle nada más... La duda de su corazón de saber como es el mundo exterior le aterraba y eso hacía que su instinto aventurero se quebrara. Llevaba diez años encerrada, por eso le aterraba intentar salir pero a la vez la impulsaba a querer vivir el hoy y el ahora.
Federick la visitaba ciertos días en específico. De tantas veces Gabriela contarle sus ganas de ver el mundo, pero al él ver que no se decidía a embarcarse en esa aventura, comenzó a idear un plan en el que la ayudará a decidirse. En cada visita que Federick le hacía a Gabriela, él le llevaba una nueva obra de arte. La primera vez dibujo un parque con muchos niños jugando, la segunda un lago con gente pescando, museos, estatuas, entre muchas maravillas del bello Paris. Gabriela quedaba maravillada con tantas cosas que podía descubrir y ver. Tanto así que decide pensar si hacerle caso a su instinto aventurero o no....
Entre visitas, obras de artes, cuentos del mundo exterior, cocinar, relajar, ver una simple película... llegó el día favorito de Gabriela. Este día significaba mucho para ella ya que era la única vez al año en que su familia tomaban un viaje desde Puerto Rico para verla, pues era su cumpleaños. Sólo que este cumpleaños sería diferente, pues no solo tendría a su familia sino que les presentaría a su nuevo amigo "Federick el gran pintor de París", como ella le llamaba.
Ya todo listo en su habitación llego Federick con dos regalos, uno lo suficientemente grande y otro era una caja pequeña. Para la impresión de Federick ella estaba muy hermosa ese día tanto así que no podía parar de contemplar su bella hermosura. Gabriela llevaba un traje voladizo color sangre y puntos negro azabache, una bufanda negra en su pelo, que al parecer ahora era rizado, tenía un destello dorado en los ojos, sus labios eran rubíes que brillaban a la luz de la luna y su sonrisa perla lo cautivaba aun más. Ese era el momento perfecto para que Federick comenzará una conversación y darle el primer regalo, antes de que la familia de Gabriela llegase. Pasan a la sala y se sientan y ese fue el momento en que comenzó una conversación a la espera de...F: ¡Wow, Gabriela! Te vez tan (suspira) tan hermosa hoy.
G: Muchas gracias, tu tampoco luces mal. Es más podría asegurarte que le vas a gustar mucho a mi prima. Dice entre risas
(Federick un tanto serio sólo podía pensar en que él no quería a la prima de Gabriela. Si ella se había vuelto loca o algo. Eso nunca pasaría. Aseguraba que ¡JAMÁS! pasaría)
G: Federick ¿Qué te sucede que te quedaste tan serio y callado?-preguntó con una voz confusa y preocupada.
F: No, no me sucede nada...es sólo que...bueno olvidalo sólo estaba pensando
(Gabriela solo sonrió)
F:Bueno...Gabriela...quiero...quiero que te des vuelta y mires hacía la ventana.
G: okay-un poco confusa
F: Gabriela en tan poco tiempo hemos echo una gran y bonita amistad. Y quiero darte algo para que siempre recuerdes tu primer amigo y lo mucho que significas para él.
En ese instante Gabriela ve asomarse unas manos sobre sus hombros. He aquí algo cae sobre su pecho, una pequeña flor colgaba de una cadena color dorada. Federick le da la vuelta y se acerca y le da un ligero y suave beso en la mejilla, la mira profundamente a sus ojos cafés y sonríe y le dice que el collar hace juego con sus ojos. ¡FELICIDADES! Eso fue lo que se escucho después de un gran golpe de la puerta que hizo que se sobresaltaran. He aquí la numerosa familia de Gabriela que llegaban de Puerto Rico. Ellos le cantaban feliz cumpleaños a Gabriela al estilo puertorriqueño. Calentarón todo lo que traían en bolsas e incluso en ollas. De repente en la mesa había pasteles, arroz con gandules, ensalada de papa, pernil, mofongo y mucha más comida puertorriqueña. También bailaron desde salsa hasta merengue. Todo esto era una experiencia nueva para Federick tanto que le gustaba descubrir tantas cosas de la familia de Gabriela. Y solo pensaba que era muy afortunado de tener una amiga con una cultura muy distinta a la de él. Una amiga del Caribe, del Trópico, de aquel lugar donde las olas abrazan la arena, y el sol besa las montaña y donde la música se apodera de sus entrañas.
Entre toda la diversión Gabriela se levantó y tomó de la mano a Federick y lo alejó de su familia. Ella el sonríe y le dice que aunque es su cumpleaños le tenía un regalo a él. No era algo material, sino una decisión que tomó desde el corazón. Solo que esperaba que él la respetare y la apoyará en esa decisión. Federick solo decía que si con la cabeza pues estaba muy confuso, asustado; pensaba que el mundo se venía a bajó, que ya no volvería a dibujar...en eso la voz de Gabriela le interrumpió su pensamiento.
Federick...ya tomé una decisión...y es que...

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Vivir en el mismo recuerdo
RomanceCuando un accidente provoca que pierdas tu memoria y tan solo recuerdes algunos momentos que fueron inolvidables... Gabriela, una muchacha puertorriqueña que vive en Paris y desde sus diez años no sale al mundo exterior, se encuentra con una puerta...