Capítulo 3: Conociendo a los Jackson

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Todos se quedaran mirándonos hasta que uno decidió hablar:

- Bienvenida, yo soy Percy el mayor de todos. – dijo, tenía el cabello castaño y los ojos azules, me pareció que ese rasgo era de familia ya que todos tenían los ojos del mismo color, Percy tiene 26 años. La verdad me alegró saber que Chris no estaba allí y que estaba en su casa.

Se fueron presentando por orden de edad, el siguiente era Tyson de 25 años era muy parecido a Percy solo que con el pelo rizo. A continuación iban los trillizos de 23 años, el mayor era Joe de pelo corto y castaño oscuro también tenía un poco de barba, después iba Nick, tenia el pelo un poco más largo que Joe y rizo y por último iba Kevin era igual a sus hermanos solo que con el pelo largo y liso.

Luego iba Peter de 21 años tenía el pelo de un tono marrón tirando a rojizo, luego iba Julio de 20 años, tenía el pelo muy corto y castaño claro, luego iba Rubén de 19 años era igual a Julio.

Luego iba Shon de pelo castaño tirando a rubio y Mal de pelo morado, ambos de 18 años. Después iban los mellizos Matías de pelo corto y castaño y Kona de pelo un poco más largo y rubio. A continuación van los cuatrillizos de los que yo formo parte, la verdad me sorprendió lo poco que nos parecíamos, Kai que era el que más se parecía a mí tenía el cabello rubio y liso, Max lo tenía castaño y rizo y por último Alex que lo tenía negro y liso, no se parecían a mi que tengo una media melena rubia con mechas violetas en las puntas. Por último estaba Annie que era la melliza de Carlitos que era rubia.

Una vez todos se presentaron Matt se fue con Alex y Matias, supuse que entrenaba a fútbol con ellos, cuando se fueron para el entrenamiento Carlitos quiso ir con ellos, a el le encanta el futbol. Yo decidí empezar a ordenar mis cosas, todos se habían ido a sus cuartos. Alguien petó en la puerta pero como nadie bajó a abrir decidí hacerlo yo, al abrir encontré a un chico que ya me había parecido ver en clase, eran de pelo moreno y ojos verdes.

- Hola yo soy Mike Anderson, tu eres Peck ¿verdad? – me preguntó

- Si soy yo - respondí

Mike era muy majo me ayudó a subir mis cajas al siguiente piso y seguidamente se dirigió a una de las habitaciones de mis hermanos. La verdad creo que debería de acostumbrarme a que haya mucha gente entrando y saliendo de las habitaciones, justo cuando me quedaban solo las cajas con la equipación deportiva, si habéis leído bien me encantan todos los deportes desde fútbol, baloncesto, snowboard, skate, tenis, surf..., bueno en ese momento salió, bueno si recuerdo bien los nombres era Kona iba con su tabla de surf y se chocó conmigo en las escaleras tirando todas mis cosas, se levantó y se quedó mirando mi tabla de surf que estaba apoyada contra una pared y sin decir nada desapareció escaleras abajo, alomejor mis hermanos y yo no éramos tan diferentes.

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Era la primera noche que pasaba allá, me despertó el sonido de un megáfono que gritaba "ARRIBA JACKSONS". Me levanté aún medio dormida y me asomé a la puerta, entonces una manada de personas en pijama se puso a bajar las escaleras, miré a Carlitos y bajamos juntos, nada más llegar a la puerta de la cocina nos paramos en seco recuerdo qué cuándo mis primos y yo dormiamos en una sola casa, por las mañanas todo parecía un maldito circo siempre había gente por todas partes sirviéndose el desayuno sin orden ninguno, pero allí todos se sentaron ordenadamente a desayunar en la mesa o en la barra de la cocina, mire a mi hermano y nos dispusimos a mirar que desayunar, yo opté por un café con tostadas, una vez tuve mi desayuno pensé en donde sentarme, la mesa estaba llena a pesar de que algunos estaban de pie así que decidí sentarme en uno de los taburetes que había al lado de la encimera, había cuatro taburetes, en dos de ellos estaban Kay y Rubén me senté a su lado y ni se inmutaron , Carlitos se sentó a mi lado, me pareció un poco raro que ninguno de los dos me saludara pero me quedé callada, la verdad me daba igual. Luego subí a mi habitación a vestirme, cogí la mochila y salí de casa, se veía como todo el mundo salía de sus casas en dirección a clase, me quedé mirando para la gente y sin querer me choqué con la que creo que es mi vecina ya que acababa de salir de la casa de al lado, las dos caímos al suelo y cuando la mire me di cuenta de que era Brigitte.

- Pero que haces mira por donde andas. – me dijo mientras se levantaba.

- No te pases con ella Bi.- oí decir a una voz a mi espalda, cuando me gire me encontré a Mike ofreciéndome ayuda para levantarme.

- Gracias – dije aceptando su ayuda.

- Creo que deberías de pedirme perdón ahora mismo– dijo Brigitte en un tono de superioridad.

- ¿Por qué crees que debería yo hacer eso? – pregunte desafiantemente.

- Pues... - empezó a decir ella pero una voz la interrumpió.

- Tranquila Bi yo creo que tu también deberías mirar por donde caminas. – dijo Matt saliendo por el portal de su casa.

- De acuerdo hermanito sin duda ya veo por que te hiciste amigo de esta, sois los dos igual de insufribles – dijo ella, después se fue seguida de Mike, la verdad me sorprendió que alguien tan majo como Mike se fuera con ella.

Y como yo soy de las que no se calla nada le pregunté a Matt.

- ¿Se puede saber cómo demonios terminaron siendo amigos?

- Antes de que Bi fuera tan creída Mike era su mejor amigo y aun lo sigue siendo, aun así sigo sin saber como la aguanta. – dijo él a lo que yo solté una carcajada

Seguimos caminando hacía clase, se me hacía raro estar sin ver a mis amigos todas las mañanas:

-Y nunca salís de aquí? Quiero decir no vais a otros sitios?

-No estamos encerrados aquí, de hecho normalmente vamos a la playa.- me respondió Matt. En ese momento se me iluminó la cara al pensar que podía volver a quedar con mis amigos.- Vamos muchas veces si quieres puedes venirte la próxima vez vamos todas las tardes a las seis después del entrenamiento de futbol a hacer surf.

La mañana se me paso eterna, llevaba 24 horas aquí y me parecía que llevaba meses sin ver a mis amigos.

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Eran las seis e iba caminando, con la tabla de surf debajo del brazo, por el camino que me había dicho Matt, en cuanto llegue me di cuenta de que era mi playa. La playa a la que había ido durante tantos años y nunca me di cuenta de que vivía tan cerca y nunca había visto a mis hermanos, aunque al ser una playa tan grande era normal, además yo solía estar por la otra punta, no salía de mi asombro hasta que una vos extrañamente familiar me grito:

-Primiiii.- No me lo podía creer era la voz inconfundible de mi primo Roy, el siempre me llamaba Primi, como soy su primita, deje la tabla en la arena y le di un fuerte abrazo y de repente muchas otras personas se unían, cuando nos separamos pude ver a todos mis amigos y a lo lejos a Matt, Jess y todos los demás observándonos pero mi atención se fijo en dos pequeños de cinco años que pasaban por su lado y se dirijian hacia nosotros y gritaba:

-Tita Peck, tita Peck.- esos eran mis sobrinitos Lena y Louis los hijos de mi hermano Chris, aunque hace un par de años le habían quitado la custodia de ambos y ahora los cuidaba Max, él único hermano a parte de Carlitos con él qué todavía hablaba, Max pasó al lado de los demás y ni se dio cuenta de que eran sus hermanos se acercó y me dio un gran abrazo.

Pase toda la tarde como solía hacerlo con mis amigos siempre surfeando, jugando al vóley playa y hablando les conté todo y las palabras textuales de mi amigo Draco fueron que como te vuelva a decir algo esa rubia teñida la agarro de las mechas y la arrastro por el suelo. No me sorprendió, yo era la pequeña del grupo y además siempre nos defendemos mutuamente. Cuando llegó la hora de irse me dio mucha pena pero ayudaba saber que nos volveríamos a ver.

Debi de ser la última en llegar a casa porque cuando llegué no había nadie, pensé que todos se habrían ido a dormir pero cuando entre a la cocina a por algo de cena ahí estaban todos, era un poco incomodo hasta que uno hablo:

- El chico mayor con el que hablaste en la playa era nuestro hermano Max, ¿verdad?, y no mientas porque los niños pequeños decían que eras su tía.

- Y que pasa si es Max? No tengo porque contestarte, si el no quiere saber nada de vosotros será cosa suya y si no quiere que sus sobrinos, los cuales están bajó su custodia, os conozcan también es cosa suya pero para mi no sois nada y no tengo porque contestarte así que yo me voy.- dije, la verdad estaba realmente enfadada, me encerré en mi habitación hasta la mañana siguiente. 

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