Capitulo 9. Historia alterna: Andrea.

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Cuando vi la camioneta salí, y al momento de hacerlo, un zombie se acercaba, resbale con el mi propio pie.

El zombie se acercaba aun mas, yo aun me hacia hacia a tras como cangrejo.

Se acerco mas a la puerta.

Y... "Cataplash" el zombie quedo pasmado en el vidrio de la ventana que había abierto areli de la puerta, me guiño, pero quedo en shock. No podía creer yo ser salvada de una niñita de 13 años. Esto podía ser imposible. Sentí una pena enorme. No quería regresar y decir gracias por salvarme la vida.

Así que me eche a andar por las calles, no me importaba si estaban llenas de infectados. No me gusta decir zombies, suena mal, así que serán infectados.

Caminaba varias cuadras evitando a los infectados que ya iban detrás de mi. Al principio solo sentí la pena y todo lo demás. Después apareció la pregunta ¿y si vuelvo a casa? Me cuestione demasiado y me convenció, ya tenia rumbo, ir a casa.

Camine varias cuadras, se me hacían enormes. Cada paso que daba era eterna para mi.

Seguí andando, veía la calles repletas de infectados. ¿Como llego a ser esto tan grande? Nadie lo sabe.

Cuando estaba a punto de llegar, solo faltaban como 3 cuadras para ir a casa, el gran fraccionamiento.

La calle ya estaba repleta, había 3 opciones o pasar por ahí y arriesgarme, dar vuelta al fraccionamiento y entrar por la puerta trasera. O empezar a matar.

Opte por la segunda. Pero ya era muy tarde, los infectados ya venían por mi. Empece a correr por la calle lateral izquierda, di la vuelta a la derecha, voltee y vi a la multitud de infectados, me sentía como una estrella a la cual perseguían cuando la veían, el único caso aquí era que no eran fans locos por mi, si no personas hambrientas de mi carne.

Estaba a punto de llegar y vi la puerta, era negra, pero no era una puerta, era un portón grande por donde entraban los coches. Acelere el paso.

Llegue, por fin a mi hogar, el único problema era que no tenia llaves y el portero seguramente ya debía de estar infectado.

Aun lado del portón habían jardines, en el cual mi madre dejaba una copia del portón en un rosal.

Empece a buscarlo y rápidamente lo encontré. Fui al portón, en el había una ranura para meter la llave, la inserte y deslice a la derecha, se abrió lentamente la puerta, con un sonido chirriante.

Di un paso y voltee para cerrar la puerta, todo parecía tranquilo.

No había gente ni mucho menos infectados.

El fraccionamiento era grande,con casas pintorescas y algunos amigos vivían, pero no me tenia que preocupar por mi hermano, el ya estaba seguro en el colegio. O al menos eso creía.

La casa donde yo residía se encontraba en la mitad del fraccionamiento.

Empece a correr silenciosamente.

Llegue, la casa tenia un patio delantero muy pequeño adornado con arbusto y otros juguetes. La puerta estaba hecha de madera, gire la perilla y entre, el olor de la casa era de flores.

Entrando estaba la sala y aun lado de la puerta las escaleras. En medio un gran corredor que terminaba en la cocina.

Subi las escaleras, se encontraban la habitación de Elias, aun lado la de mis padres. Y hasta el ultimo la mía.

Giro la perilla y me encuentro delante de lo que próximamente fue mi habitación.

Es un desastre, libretas, bolígrafos, libros, entre otras cosas. Veo mi cama, me dejo caer sobre ella. Y caigo en un sueño profundo.

Despierto, oigo un ruido.Ayuda, eso era lo que decía el ruido. Salgo de la cama, tiemblo, siento la cara como si estuviera gorda. Froto mis manos en la cara aún con sueño.

Acomodo mis ideas, salgo corriendo.

-Auxilio- repetían.

Bajo las escaleras en saltos, abro la puerta principal. Volteo a varios lados y veo a una vecina gritando encerrada en su habitación como si fuera doncella en medio del peligro, lo del peligro era creíble, estaba rodeados de infectados. Busco en los jeans, lo encuentro, la navaja suiza. Saco la navaja y voy en su rescate. Empiezo a luchar contra los infectados y todo sale bien, acabo con los 7 que había clavando la navaja en el cerebro.

-Abre la puerta- le digo a la niña.

Ella se va de la ventana. Espero algunos momentos y sale a abrir la puerta. Entro con ella.

-Una cosa, empaca algunos jeans y playeras, en una maleta, el mundo esta infectado de esas cosas- señalo a los infectados- tengo un grupo de sobrevivientes, date prisa, nos tenemos que ir.- le digo.

- tu no me das ordenes.-dijo la niña.

-¿tu nombre?

- Aranza.

- bien, quédate con esas cosas, una mas, una menos no me importa, te salvo el pellejo y así me pagas.- digo.

- esta bien, iremos, en 10 minutos salgo.- dice.

-Esta bien.- digo.

Cierra la puerta y regreso a mi habitación.

Agarro una maleta, pongo lo necesario para mi, jeans, playeras y otras cosas, creo que esta bien para mi. Meto la navaja en mi pantalón. Estoy a punto de salir y recuerdo mi teléfono, agarro el cargador y el teléfono. Salgo y cierro la puerta.

Entro en la habitación de Elías. Le pongo algunas cosas en la maleta como jeans y playeras. Agarro su teléfono. Lo meto todo en la maleta.

Salgo y espero a Aranza enfrente de su puerta.

Al cabo de algunos minutos sale con una pequeña maleta color verde limón.

-¿Y tus padres?-. le pregunto.

-No hay nada de ellos, no están, se fueron cuando empezó esto, se fueron a trabajar, yo tenia que ir a la escuela pero no fui.-

- Bueno.- digo- hay gente buena en el grupo de personas que tenemos.

Llegamos al portón y abrimos y salimos rápido, cerramos.

Tomo la maleta con la mano izquierda y le doy la derecha a Aranza. Ella me da su mano. Así emprendemos nuestro viaje a la lobo.

Pasamos las calles corriendo y esquivando infectados. Llegamos rápido a la calle horizontal por donde los había dejado. Areli sale a recibirme, alan no baja. Solo se algo.

Esto es un nuevo comienzo.

Nota: Este capitulo va dedicado a mi mejor amigo. Alex. Gracias por apoyarme en todo.

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