Capítulo 2: Una sorpresa desagradable.

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Después de la charla tan poco agradable con su jefe, Jack estaba de los nervios, y Kirtash aún no había regresado.

-Vic, tú ves normal esto? Estamos a punto de marchar y esa maldita serpiente aún no está aquí. Verá cuando se enfrente a la ira de un dragón...

-Dale tiempo, ya sabes que necesita alejarse cuando pasan estas cosas.

-Qué cosas? Si solamente me has dado un abra...-Victoria lo calló con un beso.

-Este tipo de cosas, por si no recordabas lo mucho que le afectan a Christian, al igual que si yo le beso delante tuya. Voy a buscarlo.

Jack se quedó solo con los pequeños, que miraban expectantes buscando el Alma, esperando llegar pronto a uno de sus lugares favoritos, la Casa en la Frontera. Mientras tanto, Victoria vio a Christian bajo el roble del jardín, su lugar. El, como siempre, percibió la presencia de la joven mucho antes de que ella llegase a su altura.

-Victoria, vas a estar todo el viaje así con Jack? Yo tengo que soportar ver y sentir como le besas, pero si es al contrario tu dragón no lo permite, sabes? Me parece poco maduro por parte de un miembro tan importante para la profecía.

-Ya sabes que a Jack le cuesta más contener sus emociones, no te enfades. Procuraré que no suceda mucho, te lo prometo.-Como el seguía con el semblante serio, Victoria lo empujó tratando de tirarlo al suelo.

-Vic, ya sabes que soy más fuerte que tú.

Lo dijo serio, pero Victoria vio en el tono de su voz una media sonrisa, de las que a ella le gustaban, y aprovechó para empujar más fuerte. Como suponía, Christian se dejó tirar y se echó a reir debajo de ella, algo que pasaba muy pocas veces. Se miraron, ambos rebosaban amor y ternura, y Christian hizo desaparecer los centímetros que los separaban con un beso.

-Vamos, que esto puede acabar en una situación muy agradable, pero tu dragón nos espera-Christian se levantó perezosamente y ayudó a Victoria.

Llegaron hasta Jack y los niños, y se disculparon por la tardanza. Victoria hizo aparecer su báculo y llamó al Alma.

-Alma, a Limbhad.-Cogiendo de la mano a las personas que más amaba en el mundo, se adentraron en la dimensión espacio-temporal hasta aterrizar en Limbhad, a las puertas de la Casa en la Frontera.

 Eva y Erik fueron corriendo dando saltos hasta la puerta, y bajaron por la escalera de caracol hasta la pequeña cocina. La Tríada se miró con una sonrisa resignada, y bajaron a su vez, ellos a la sala de entrenamiento, donde sabían que probablemente estarían Alsan y Shail. Pero al llegar al fondo del pasillo, a Victoria le tembló el corazón, tenía un mal presentimiento. Entró corriendo en la sala de entrenamiento y no se sorprendió al no encontrar a nadie. Kirtash y Jack entraron segundos después, atribuyendo la prisa de la joven a la emoción de volver a ver a sus amigos, pero al no ver a nadie, empezaron a sospechar que algo iba mal. Victoria fue a por los niños a la cocina, pero no había nadie.

Buscaron por toda la casa desesperados, incluso recorrieron los 10 kilómetros por los que se extendía el espacio de Limbhad, pero estaba desierto. Victoria, llorando desconsolada, no sabía que hacer. Entonces, en la esquina de la sala de entrenamiento, Jack vio un trozo de papel negro sobresaliendo de la espada de Alsan. Lo cogió y de el salió una especie de pergamino, quemado en la mayoría de la superficie, donde se podían leer algunas palabras sueltas.

-Vic, Kirtash, venid a ver esto, creo que tiene algo que ver con la desaparición de Alsan, Shail y los niños. Todo esto me huele muy mal...

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⏰ Última actualización: Jun 29, 2017 ⏰

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