Prólogo.
La vida es como el café, dulce, amarga, fuerte, suave, corta, larga...Y también como las personas.
Créeme, yo me he encontrado con todos los tipos.
Gente dulce, gente más amarga, otros que son fuertes ante todo y otros les gusta llevar la vida de forma lenta y suave, personas que tienen una vida demasiado corta y otros que se les hace larga.
Yo no podría decirte como soy, eso solo lo sabrás tú cuando me conozcas, pero si puedo decirte como es ella.
Es dulce con todo el mundo pero cuando se enfada te deja ese toque amargo, es suave y delicada pero fuerte ante todo, con ella el tiempo se te hace corto y pagarías porque se te hiciera largo, porque sí, ella también consigue que los momentos duren, que sean largos y a la vez tan cortos...
Así es ella, alguien tan especial como ese café que todo el mundo quiere y que cuando lo encuentra le es inevitable dejarlo.
Lo que nunca pensé es que yo encontraría ese café y nunca pensé que por un café encontraría al amor de mi vida.
¿Quieres saber cómo? Te advierto que aún yo tampoco losé pero bienvenido seas, te estaré esperando con mi buena taza de café.
¿Te apuntas?☕☕☕☕☕
Para todos aquell@s amantes del café como yo, bienvenidos a una pequeña y loca historia con mucha cafeína de por medio.