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RenJun se adentraba al patio de una casa no tan grande. Se giró sobre sus talones para observar al coreano notando que este ya estaba por retirarse.

"—¿Te vas?." pregunta sin pensar, llamando su atención mentalmente al darse cuenta de lo dicho.

"—¿Qué piensas?." el contrario se gira para poder ver aquel pequeño chico.—"¿Qué voy a cuidarte mientras duermes? Tengo una vida, yo ya pagué por lo que hice." dice seco, sin mostrar facción alguna en su cara."—Ahora, no me vuelvas a hablar en tu vida." sonríe con sarcasmo y se da la vuelta para desaparecer de ahí.

Y RenJun no evito sentirse patético.

Largo un suspiro y saco las llaves de su bolsillo para poder abrir la puerta de su casa, al hacerlo, se adentró a ella con sigilo y subió hasta su habitación.

¿Cómo pensó que aquel chico sentía algo por él? ¡Era imposible!

Sacó su carta y la colocó junto al resto. Se recostó en su cómoda cama y se quedo profundamente dormido.

¡TocToc!

Se oía desde su puerta. Con pereza salió de la cama y se fijo en la hora.

7:30 a.m

¿Quién es capaz de molestar a esas horas?

Abrió la puerta decidido a enfrentar a cualquiera que estuviera molestando a tales horas pero notó que no había nadie más qué una caja de color rojo y una carta sobre ella.

"—¿Qué es esto?" dice en susurro solo para él. Toma aquellos objetos para voltear a ambos lados y entrar a casa lentamente.

Se sentó en el sofá de su sala y abrió aquella carta.

"Quise mandarte ésta carta hasta tu casa, pues, hoy es mi día libre y no podría dartela en el café. Quiero decirte que sin duda eres un ser muy dulce y aun que no suela gustarme lo dulce tu me conquistaste. Eres como esa goma de mascar sabor a fresa, es el único dulce que me gusta. Eres lo único que me gusta."
LXx.

"—Oh."alcanza a soltar. Sus mejillas se colocaron de un tono casi rojizo. Enserio, ¿De quién se trataba?

Se propuso comenzar con su investigación para capturar a aquel ser que le había enamorado con sus lindas cartas.

Pero no sabia como, llevaba horas intentando descifrar o encontrar algo que le descubriera pero no.

A su mente llegó JaeMin. Él era excelente encontrando cosas, seguro podría ayudar.

Salió de la casa de sus padres con su mochila en los hombros. Corrió unas cuantas cuadras cuando de repente siente como se estampa con algo y como va cayendo lentamente.

"—De nuevo tú." se escucha aquella voz que comenzaba a molestarle."—Y yo aquí salvándote la vida de nuevo."

"—Esta vez no la necesitaba." renjun bufa con molestia y aleja las manos del contrario lejos de su cadera.

"—Oh, claro." dice sarcástico."—Si te dejaba caer tal vez tu cabeza hubiese golpeado fuertemente contra el duro suelo." menciona.

"—Solo hubiera sido un golpe." rueda los ojos.

"—Pero un buen golpe te hubiera ocasionado un  derrame." menciona burlón y ríe leve al ver la cara del más bajo.

"—Bien, gracias." bufa de nuevo."—¿Qué quieres que haga? ¿Que me arrodille y te bese los pies?" fija su mirada hacia la calle.

"—No, no." su cara se torna seria."—Solo intenta no causar problemas. Te dije que no quería saber de ti." y sin más se fue dejando solo al chino. Dejándolo con una duda enorme.

•My Secret Lover•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora