Real G4 Life 《Noriel》

tú gatito: 002

Desperté con poca luz entrando por los ventanales frente a mi cama, con un solo ojo abierto tanteé sobre la mesa de noche buscando el móvil para ver que hora era a todo esto.

-Joder, es tarde – me levanté más rápido que si me llamará mi madre – Noriel, baby – le tire con un almohadón y se quejo. 

-¿Qué pasa nena? Para con tanta bulla – me eleve con su blusa puesta hasta quedar a su vista – Es que eres preciosa chamaquita, despertar así es un lujo eh.

Reí mientras tiraba de los bordes de lo que traía puesto, sacándola por la cabeza – Ponte, ponte, debo ir al estudio y por lo que se tu también – agarro la remera y a bufidos se la puso.

-Me pesa ir al estudio – exclamó pasando por toda la cama hasta llegar arrodillado frente a mi – Además baby, si te me pones en paños menores solamente..., no me hago cargo  de mis actos.

Esa voz profunda que pone para hablarme, sonreí mientras me acercaba a su cuello – No tientes al diablo meu amor.

-Me moriría mil veces si eso implica estar contigo, me matas en la cama. Eres mi baby bellaka – deje un beso en su piel y nomas tocarlo sentí como me dejaba toda su mano marcada en mi culo, maldito sea.

Tome su pelo rubio, teñido aclaró, tirando su cabeza hacia atrás – Me matas Danger, me fascinas, eres como ese dulce prohibido que yo no tendría que probar.

En eso que ya tenía pensando echar uno o dos polvos más, mi celular comienza a sonar. Espanta polvos. Lo dejé sólo y me estire sobre la almohada a tomar el aparato molesto que no dejaba de chillar.

-Mande – contesté sin ganas, en eso siento los besos de mi baby en la espalda, no pude evitar sonreír mordiendo mi labio inferior.

-¿No has visto mi número en la pantalla del celular? – oh oh.

Me separe al instante sintiendo como todo se me subía a la garganta – No, disculpa cielo, que raro tu llamando a estas horas.

-Te tengo una sorpresa y no puedo aguantar. Estoy en PR, de camino a verte..., ¿no estas feliz?

-Puta madre – masculle entre dientes. Noriel se removió en su lugar sentándose al borde de la cama.

-¿Qué dijiste nena?

-Nada cielo, que me alegro claro. Que sorpresa..., literal – susurre eso último mientras me pasaba una mano por la frente y el pelo - ¿Cuándo llegas?

-En 15 minutos ponle.

-Vale, nos vemos en un rato – me despedí y corte. Puta. Madre. Cabron. Me quedé mirando la pantalla del móvil sin saber que decir.

-¿Era tu gato, no? – eleve la vista al hombre frente a mi, este me miraba con una media sonrisa en sus labios.

-¿Por qué sonríes cabron? – pregunté súper confundida con como se lo tomó – Si, algo así...

-Le has puesto unos buenos cuernos al gatito – comentó entre risas, se tiro hacía atrás apoyando sus codos sobre el colchón y me miro - ¿Lo mejor? – tanteo su cadera, donde fui y me senté apoyando todo mi culo sobre él  - Tú chingas conmigo, tú estas conmigo ahora mismo, y mi baby picheara a cualquier cabron que quiera tocarla cuando yo ya he pasado mis labios por cada lugar de tu cuerpo y si no es así se las verán conmigo.

Humedecí mis labios sintiendo sus manos desde mi espalda baja, por mis brazos a mi rostro – Noriel, sabes que no puedo simplemente dejarlo y ya, lo aprecio mucho.

-Pero yo soy mejor.

Sonreí viendo sus ojos, claro que eres mejor meu amor – Sólo deja ver que hago, ¿te aguantas?

-El no tiene idea que conmigo te quedas ronca gritando – cantó esa pequeña frase haciéndome reír – ¿Te gusta? Tú me das tantas ideas, creo que si iré al estudio hoy.

Luego de que lo despedí, Noriel se fue a su casa a ducharse, cambiarse y al estudio a hablar con los panas. Por mi lado me encontraba sola en el baño, recién salia de la bañera. No podía dejar de pensar en la noche pasada, joder que si había gritado, sabía cómo hacer que le ruegue, me conoce. Él me enseñó lo que se, así que no me puedo quejar.

-Ay cariño, si tan solo supieras que yo mando al diablo a cualquiera estando al lado tuyo..., pero no pegues preocupaciones, - me mire en el gran espejo peinándome un poco el largo cabello negro sobre mi espalda -, ya le queda poco tiempo junto a mi. 

Me cambie de ropa  justo a tiempo que la señora que limpiaba mi casa me tocaba la puerta del dormitorio, me aviso que Lucas ya estaba aquí. A él lo había conocido cuando me deje de mi ex novio allí en Brasil, ambos son de allá pero mi actual supo como acompañarme y también era el líder de otra banda narco de aquellos lugares, además de que mi hermano lo adoraba y la buena relación que ellos habían formado no quería que se corte. Porque quizás si lo dejaba, Anuel ya no se llevaría y quizás, repito, habría muchos problemas. 

–Allí esta mi menina, lo que te he extrañado – me pare en la entrada del living mientras él estaba parado en medio de la sala.

Me extraña todo esto, discutimos duro antes de venir y pensé que habría flores y regalos, como siempre – ¿No pudiste avisarme antes de venir?

Su cara cambio – Bueno, pensé que seria grata sorpresa. Sonaste contenta al teléfono – ambos nos acercamos unos pasos.

-Me tomaste por sorpresa, no supe que decir. ¿Supongo que debo olvidar la discusión que tuvimos en Brasil no? – mire sobre el sillón sin darle importancia – En fin, lo hablamos después. Ahora debo ir al estudio a ver unos amigos, ¿vienes o te quedas?

Pase por al lado de Lucas y me tomo del brazo, algo medio fuerte – ¿Qué mierda te pasa Reina? No me vine a estas tierras a que me trates como tratas a tus perros, ¿va?

Rei sarcástica zafándome de su agarre – A mis animales los trato mejor que a ti porque ELLOS no me JUZGAN ni me piden que los ponga por encima de mi FAMILIA. Salte de mi camino.

-Yo soy tu familia, zorra, yo te he cuidado desde que tu familia te dejo sola en Brasil. Estuviste bajo la protección de mi gente, ¡agradece! – fulmino pateando la mesa del centro. Me voltee queriendo sacarle los ojos.

-SIEMPRE FUI AGRADECIDA CABRON, PERO CONTIGO NOMAS, ME PUSISTE CONTRA LA PARED TENIENDO UNA GLOCK EN MI FRENTE Y ME DIJISTE CLARO, "O YO O TÚ PUERTO RICO"..., - suspire dándome calma – Ni se porque sigo contigo..., debí dejarte en ese momento, pero ahora mismo no hablaremos más. Nos vemos DiSanto.

Dicho eso me retire, y en lo único que puedo pensar es que si Anuel no esta aquí para ayudarme, Noriel lo hará perfectamente. Ademas, supongo que si estoy con él, mi hermano saltara en una pata.

-Eres historia Lucas DiSanto. 

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Hola linnnndas, como va?¿
La primer nota eh, como pa conocernos jajajaja, les cuento, soy de Argentina (orgullosa), mi vida en este momento es sufrimiento porque me enteré que viene Kr y no puedo ir, si. Asi de mal.
En fin, gracias a la nena de PR q conocí acá, por recomendar,  siempre hay que dar una mano. Asi que la q la que necesite algo va a inbox y me tira un txt.

En fin, ojalá guste, todo salió de la nada misma y es algo como para desahogar, xx