Lo aprendí de ti

Cap 27: Los monos no entienden cuando les hablas

—¡Oh por Dios! ¿En serio? No lo creo

Asiente riendo

—En el Taco Bell ¡Nuestro restaurante favorito!

Vuelve a asentir. Al hacerlo, sus ojos se achinan.

—Qué romántico —me tiro en mi cama y ella se sienta en la silla que está al lado de mi ventanal. A través de él se puede observar el gran cielo nublado y pequeñas gotitas se van adhiriendo al vidrio. Hace mucho frío.

   Jacque ha venido a mi casa, y como no tenemos clases nos la pasaremos contándonos chismes y viendo la tele. El día sólo se presta para eso. Es como una tradición que tenemos.

—Creo que es la mejor decisión que he tomado, aunque no lo sé, durante años fuimos amigos y ahora será súper distinto —se levanta de la silla y se acuesta a mi lado suspirando. Se tapa con la frazada.

—No te preocupes, no creo que cambie mucho, de todos modos ustedes estaban juntos hace rato —me encojo de hombros y sonrío.

   Se me hace muy raro verla insegura, ella es una persona tan firme, pero supongo que se debe sentir extraño salir con alguien que antes era tu amigo.
   Por suerte no me pasa eso, tengo otras cosas en que preocuparme como pasar horas en internet o comer.

—¿Te has dado cuenta que tú estás lo más bien con Abner, Louis está mal con Denise y yo... bueno, yo como cupcakes? —le doy una mordida al que tengo en la mano. Una delicia de chocolate y crema de avellanas.

Suelta una carcajada.

—No digas eso —contiene la risa— ¿A caso no viste la cara que puso Aaron cuando dijo que ya tenía todo pensado?

   El baile de graduación está cada vez más cerca, falta menos de un mes para acabar las clases y a todos les preocupa más eso que la propia ceremonia de graduación.
   Yo ya tengo pensado no ir, empezando por que no tengo pareja y además la paso fatal en todas las fiestas.

Frunzo el ceño.

—Cuando terminó de decirlo casi te desnuda con la mirada —me dice incorporándose.

—Tonterías —ruedo los ojos y sigo comiendo tal preciosidad.

   Dudo que Aaron quiera invitarme al baile, y de ser así dudo también si iría. Me imagino entrando al salón y todas las miradas posándose sobre nosotros, sería horrible y vergonzoso ¿Para qué si puedo evitarlo?

   Sólo iría si los chicos me insisten demasiado y sólo sería para estar con ellos, porque prácticamente todas las personas de todas mis clases me caen mal.

   De pequeña soñaba con este baile, me imaginaba yendo con el chico más apuesto del instituto y con un vestido súper lindo. Ahora, años más tarde, me doy cuenta de lo ilusa que era.

   Miro por la ventana del living y justo veo al cartero depositar un sobre en el buzón. Abro la puerta y salgo inmediatamente, ya ha parado de lloviznar. Al parecer, el tiempo va a mejorar y ahora si será una primavera verdadera.

   El césped aún está cubierto de gotas y el olor a tierra húmeda hace que me detenga y los inspire, es muy bonito.

   Tomo el sobre, es para mi padre. Tiene como remitente las iniciales "F.G". Soy muy curiosa y sería capaz de abrirlo, pero me contengo y comienzo a caminar hacia mi casa. Cuando llego a la entrada me encuentro con él.

—Dame eso —me quita el sobre—. Jessa por favor, trata de no tocar mi correspondencia —me dice de mala manera y se da vuelta,  inmediatamente se dirige hacia su oficina.