Hacia frío afuera. El viento soplaba un tanto, nada del otro mundo. Con las manos en los bolsillos, caminaba por la calle, viendo cada pequeño detalle de este nuevo pueblucho. No había mucha gente en la calle.
Pasada unas horas, prácticamente no se veía nada. Ya no distinguía el camino. Estaba perdida, y seguía sin haber nadie en la ciudad. Tenia hambre y me encontraba en una zona extraña, donde la casas comenzaban a ser precarias y la gente se volvía con aspecto aterrador. “Debo irme AHORA de aquí”, Pensé. Pero era demasiado tarde; ya que un hombre apareció y comenzó a gritarme.
-¡Dame todo lo que tengas!-. Dijo sacando un cuchillo, que aparentaba estar sumamente afilado, colocándolo sobre mi cuello.
No tuve más remedio que darle lo poco que llevaba, cuando de repente, alguien encapuchado apareció para ayudarme. Tomó el brazo del hombre y lo dobló bruscamente, haciendo que este produzca un ruido de quebradura. Luego, le arrebató el cuchillo, lo apartó y colocó al ladrón contra la pared, dejándolo acorralado.
-Me regalarás tu arma, devolverás lo que no es tuyo y dejarás en paz a la chica. ¡¿Te quedó claro!?-. Dicho esto, lo golpeó fuertemente en la frente. El hombre asintió con la cabeza y se largó corriendo-. Cobarde... ¿Te encuentras bien?
Levanté las manos y cerré los ojos con temor, y le respondí: “No me hagas daño, por favor”
-Tranquila, no te lastimaré. Soy Lara, por cierto-. Se sacó la capucha y dejó ver un corto pero brillante cabello negro, con un mechón rojo en el flequillo-. A que no eres de por aquí, ¿verdad, cielo?
-No, me perdí. Me acabo de mudar, por eso no conozco mucho. Soy Marian. Gracias por ayudarme.
-No es nada, Mar. ¿Te puedo llamar así?
No sabía bien que responder, hacía mucho que no socializaba alguien.
-Ehh... Si, supongo...
-¿Y cuántos años tienes?
-Dieciséis. ¿Y t...- No me dejó responder.
-¡Yo también! ¡Seamos amigas!“Al fin y al cabo, este día no fue tan malo”.
-Está bien. ¿Me acompañas... A mi casa?
-Claro, me recuerdas a mi cuando mis padres todavía vivían conmigo.
-¿A qué te refieres con "todavía"?
-Es que ellos se mudaron a Londres cuando tenía diez años. Desde entonces, vivo sola. Me las arreglé para todo, no fue tan complicado.“Entonces no somos tan diferentes, Lara”.
Caminamos un largo rato hasta que llegamos a mi casa. Allí nos despedimos y acordamos de vernos mañana a las 16:15 hs.
Cuando entré a mi casa, no encontré a nadie. Sólo una nota que decía: “Marian, estaremos fuera de la ciudad un tiempo, por asuntos laborales. Te quedarás con tu hermano. Adiós”. Ni se preocuparon por nosotros, así que no me preocupo por ellos. Solo decidí bañarme e irme a descansar. Esto de la caminata me dejó exhausta.-----------------------------------------
-¡No me jodas, estamos en la misma escuela!- Lara no paraba de abrazarme, pues según ella, yo era su única amiga. Y ella la mía.
-Esto es más que genial, ¡estamos en la misma escuela!
Esta mañana descubrimos que ambas íbamos a estudiar juntas. ¡Por fin algo me sale bien! Aunque... No todo salió como esperaba.A la hora del almuerzo, intenté sentarme en una de las mesas, junto a Lara y unas chicas. Pero cuando me acerqué, una de las chicas dijo:
-Ah, ¿qué tenemos aquí? Tú eres la nuevita, ¿verdad?
Al contemplar su aspecto, supuse que era la típica “chica popular”.
-¿Qué tal si le damos una cálida bienvenida?- agregó mirando a las demás. Ellas asintieron, observándome de mala forma. Lara solo se encogió de hombros, y cuando le susurré: ¿Por qué no me ayudas? Ella respondió Lo siento. En cuanto me di cuenta, la joven tomó su puré de papas y me lo tiró en la cabeza. Luego, me mojó con jugo y me empujó fuera de su área.
-¡¡¡Con que era tu única amiga, ¿no Lara?!!!- Grité, y tirando la bandeja de comida que llevaba, salí corriendo de la cafetería.
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~Absurda Cenicienta~
Romance"Mi Reina" Decías Yo Te Creí La Reina De Nada Es Lo Que Fui Absurda Cenicienta Así Me Sentí Perdida En Un Cuento Real... ¿Cómo Puede Ser? Marian es una joven de 16 años de edad, la cual sufre una ALTA depresión y BAJA autoestima. Tiene una vida comp...