Alex estaba preocupado porque Belén no había vuelto a salir. Caminó hacia el salón y no había nadie; ¿Belén se había ido a la cama sin decirle nada? Subió las escaleras y vio la puerta de la habitación de Belén cerrada. ¿Qué le había dicho Sara para hacerla reaccionar así? Se quedó parado ante la puerta cerrada, alargó su mano como si fuera a llamar pero no se atrevió. Caminó a su habitación y entró sin encender la luz.
Belén: Ejem...
Alex miró a su cama y pudo vislumbrar la silueta de Belén tumbada en su cama.
Alex: ¿Qué ha pasado?
Belén: Cállate y duerme conmigo esta noche, por favor.
Alex se metió en su propia cama, colocándose en el lado pegado a la pared. Belén le estaba dando la espalda, y el la rodeó con sus brazos. Belén se dio cuenta que todo lo que le había dicho Sara era verdad, los sentimientos no se pueden controlar.
Al otro día, Belén se despertó y notó el cuerpo de Alex a su lado, el seguía abrazando su cintura, se giró despacio y le dio un beso. Minutos después ella estaba en su habitación, llamando a Sara para que venga a pasar la tarde junto a ella en la piscina. Estaba segura que si en alguien podía confiar era en ella. Sara, a pesar de todo lo que tuvo con Alex, estaba totalmente feliz de que demuestren lo enamorados que estaban.
