N/A: Bueno, esto ha sido un laaaaaargo tiempo, sinceramente la inspiración no venía a mi.
pero hoy leí algo muy bonito en facebook, una historia real que presenció una amiga en el metro tren de mi ciudad... cuando la ví me fue inevitable pensar en Solangelo, así que hice mi propia versión de los hechos.
disfruten la historia.
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William llevaba cantando en tren subterráneo hace más de 6 meses, él se había mudado a principio de año desde Austin a Nueva York para estudiar medicina, él sabia que tenia que trabajar duro para estar en la universidad, aparte de los estudios, debía preocuparse de ayudar a pagar su apartamento compartido, junto con las facturas. Así es como había llegado a trabajar en un café a medio tiempo, luego se dio cuenta que el dinero no iba a alcanzar para llegar a fin de mes, así que todas las noches, después de la escuela o el trabajo, subía con su ukelele al tren para cantar un par de canciones y así recolectar dinero extra. Todo le había funcionado de maravilla, Will sabía que no tenía mala voz, además de que realmente tocaba bien el ukelele, por lo general recibe una buena propina por sus canciones.
Él nunca, pero nunca pensó que se enamoraría a primera vista, jamás creyó que algo así podría funcionar, pero acorde pasaba los minutos, se dio cuenta que su voz era incapaz de emitir sonido alguno, lo único a lo que su cuerpo reaccionaba era mirar a aquel oscuro chico que estaba sentado en casi el extremo del vagón. Esa no fue la última vez vio al chico en el subterráneo, con el tiempo, se dió cuenta que siempre subía en la misma estación, por lo general a la misma hora todos los días, William se había empezado a sentir como un acosador, pero desde que lo vio y logró salir de su estupor cantaba frente a él, cada sonido, cada nota que salía de su voz y de su ukelele eran para él.
El joven del que se había enamorado Will era bonito, Will tendía a describirlo como "un ángel caído del cielo" sus rasgos eran finos pero afilados, su piel era de color oliva y su cabello que parecía suave al tacto era oscuro como una noche cerrada, sus ojos eran castaños oscuros, tanto que podrías llegar a confundirlos con negro, era más pequeño que Will y siempre, pero siempre, vestía de negro. A veces las únicas notas de color en su ropa eran los diferentes logotipos de bandas que llevaba en su camiseta.
Rápidamente Will se dio cuenta que este chico con suerte lo notaba, por lo general se sentaba en el mismo asiento todos los días y apenas estaba sentado en su lugar, sacaba sus audífonos y un libro y se desconectaba del mundo. Fue una gran desilusión para Will darse cuenta de aquello, pero eso no lo desanimó, siguió cantando todos los días para él, todos los días esperaba hasta que aquel chico que le robaba el aliento subiera al tren y así poder cantarle, cantarle aunque su voz no fuera escuchada.
La inspiración de Will para escribirle una canción llegó un día durante la madrugada, con suerte había estado durmiendo por sus exámenes y a pesar de que estaba agotado y solo quería dormir, las palabras vinieron a él tan fuertemente, que fue imposible acallarlas hasta que las sacó de su cabeza cuando las llevo a papel y tinta. Los días siguientes a su inspiración, después de que todos sus exámenes hubieran acabado se fueron en ponerle melodía a aquel trozo de papel que tenian nada más que sus sentimientos por aquel chico.
La letra por si te lo preguntas iba sobre aquel ángel que le había robado el corazón, del ángel que a pesar de llevar ropas oscuras, siempre iluminaba el día de Will y que a pesar de que siempre iba en su propio mundo con sus audífonos y su libro, siempre tuvo una plegaria para que su voz fuera escuchada por aquel ángel, para que sus ruegos fueran notados y así alejara el sufrimiento de su corazón.
William nunca pensó que sería capaz de hacer la estupidez que se supone que estaba a punto de hacer, llevaba como siempre su ukelele en la espalda, pero esta vez miraba nerviosamente la hora en su reloj de pulsera, cuando llegaron a la estación donde su enamoramiento siempre subía casi optó por bajarse. Lo único que lo detuvo fue que aquel ángel que le robaba el aliento subió por la puerta que tenía más cercana.
Cuando lo vio, no pudo evitar sonreír y con una valentía que Will no supo de dónde venía sacó su ukelele y comenzó a tocar. Tocó sus 2 canciones típicas con las cuales siempre pedía dinero para recolectar, pero esta vez en vez de guardar su ukelele y dar su típico discurso para que la gente le colaborará, tomo un poco de aire y soltó las siguientes palabras, dirigidas a nadie en particular "Bueno, esto es algo que yo compuse, por favor espero que lo disfruten". y con eso Will volvió a tocar.
Sus notas eran suaves, al igual que su voz, cantó casi toda la canción mirando a su ángel, el cual nuevamente iba leyendo su libro con los audífonos puestos. Will intentó no desilusionarse por aquello, simplemente siguió cantando su canción para él.
Una vez que hubo drenado todo en aquella canción, se limitó a pedir dinero, se alejó de su ángel un momento para recoger sus monedas, cuando volvió a su lado Will casi cae desmayado, ni en sus mejores sueños habría pasado algo así.
Su ángel se había levantado de su asiento y se había parado frente a él, le mostró el cable de sus audífonos, el cual no estaba conectado, le sonrió mientras le metia un papel entre las manos de William "Siempre te estuve escuchando y esperando". La voz de su ángel sonó tan melódica, que pensó que se estaba muriendo en ese momento, más todavía cuando comprendió las palabras de su ángel. El chico simplemente se dió media vuelta y se bajó del tren.
Las piernas de Will a penas lo sostenían, pensó en bajarse y correr tras su ángel, pero nada en él respondió a sus intentos de movimientos, excepto sus ojos, que lo unico que hacian eran ir entre la figura del chico y el trozo de papel que sostenía en su mano, apenas las puertas del tren se abrieron nuevamente sus piernas respondieron, bajó del vagón y caminó por la estación para calmarse, abrió el trozo de papel que estaba algo húmedo por sus manos sudadas por el nerviosismo, allí, en 2 lineas encontró el paraíso. Uno era el nombre del chico que claramente era un angel por que no podía ser coincidencia que se llamara "Nico di Angelo" además de su número telefónico.
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N/A: espero que les haya gustado... más abajo encontrarán una imagen con lo que realmente le sucedió a mi amiga.
besos para todos!
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Historias cortas de solangelo
Fanficel mismo titulo lo dice, son historias solangelo que se me ocurran en el momento. Los personajes les pertenecen a Rick Riordan, dudo que ponga OC's pero si aparecen, son de mi autoría.