Hoyuelos

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Las puntas de mis dedos se sentían ligeras, aunque mi alrededor se encontrara contra mi.
Podía sentir aún tú peso sobre mis hombros.
Y aún recordaba tus hoyuelos.
Tu voz rasposa es uno de mis recuerdos favoritos, junto con tus pecas y pestañas.
Y aún así puedo decir que nunca tuve suficiente.
La vida que se extendía sobre mis horizontes era gigante y brillante pero por más que quisiera no te podía ver en ese paisaje.
Antes me parecía extraño, ahora veo que realmente no hay otro modo.
Aún tendré que sentir tu peso sobre mis hombros.
Y aún tendré que recordar tus hoyuelos aunque no quiera.
El espacio blanco en el paisaje seguirá molestándome.
Aunque intente plasmarte yo misma ahí, nunca será suficiente para representarte.
Nunca podré remplazarte completamente.
Por qué tú existencia misma ya es algo que nunca podré borrar.

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