Ciclos.

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Las manecillas del reloj pasaban lentamente, sus suaves susurros retumbaban en mi pecho y oídos, a tal punto que no sabia de donde provenían.

Sus ojos parecían tener todas las respuestas a las preguntas que alguna vez me habían mantenido despierto tantas noches.

Sus expresiones, sus suaves movimientos que hacia sin darse cuenta, su sonrisa entre palabras y la forma en que su boca se torcía con cada sonido que salia de ella.

Las manos que rápidamente movía al hablar parecían de un blanco mármol bañadas con suaves gotas de oro.

Todo él parecía una obra de arte.

Cada parte de su existencia me hacia ansiar el siguiente día, solo el poder verlo me era suficiente.

Sus parpados le pesaban, parecían estar pegados; podía sentir la saliva en su mejilla y sus manos se encontraban adormecidas.

La sorpresa vino cuando el primer sentimiento que tuvo presente fue ese molesto sentimiento de vacio en el pecho que tantas veces había experimentado a consecuencia de ese sueño.

Podia recordar el sueño, lo podia recordar muy claramente. Y eso era lo que mas le molestaba.

Que aun después de todos esos años, él aun estuviera muy marcado en sus pensamientos.

¿Por que solo él tenia que sentirse de esa manera?

¿Cómo es que había tenido tanta importancia en su vida si para él solo había sido otro chico estúpido?

Estaba harto, pero estaba feliz de que aún viviera en su memoria de forma tan bella.

Sus recuerdos eran como una repisa de vidrio precioso, manteniendo su imagen tan valiosa a salvo, sin alguien o algo amenazando con manchar esa hermosa imagen de él.

Con esto, su vida vacía y sin sentido tenia un motivo de ser, de forma egoísta y estúpida podía seguir viviendo gracias a él, exprimiendo cada gota de placer para salvarse a si mismo, para tener algo a lo cual aferrarse, para seguir siendo él.

Sus ojos soltaron a llorar, cada gota amargaba mas sus voz, gritando su nombre, pidiendo su presencia, intentando volver atrás, pero sus suaves y delicadas manos de papel nunca fueron lo suficientemente fuerte para tomar toda su existencia. 

Podía sentir sus respiración cortarse, sus manos se estaban entumeciendo, la saliva salia en cada grito, sus ojos cada vez se sentían mas pesados hasta que lograron estar juntos otra vez, cayendo en un sueño ligero solo para volver a soñar con él y repetir el ciclo.

Solo así estaría con él.

Con su belleza y su dulce voz, asi como tanto anhelaba.





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