No confíes en nadie

Prólogo

Jessica Wild caminaba por las calles en una fría noche del 8 de octubre, todo estaba desierto a causa de lo muy tarde que era y la razón fue que el lugar en donde trabaja cerro muy tarde. La chica de cabellera rojiza estaba sumergida en sus pensamientos y un ruido la asusto, pero solo era su teléfono, al momento un tono muy pegadizo sonaba en toda la cuadra.

-Hola - fue lo único pronunció, caminó más despacio para estar concentrada, pero lo único que se escuchaban eran respiraciones agitadas -Esto no es gracioso.

-Lo sé, sólo quería asustar-contesto una voz del otro lado del teléfono con el nombre de Maddie

-Eres una tonta, ¿Qué paso? - La voz de Maddie tranquilizo por un momento la ansiedad de llegar a su casa, su mejor amiga, que había conocido desde el preescolar estaba para ella en los mejores momentos.

-Solo quería saber que estás haciendo y necesito que me envíes la tarea de física, odia a la señora White y sus horribles trabajos.

-Estoy en camino a mi...-su voz se cortó al escuchar ruidos extraños, su cuerpo se paralizo y el miedo comenzó aumentar en su cuerpo. - Jess, ¿sigues ahí?

Caminó más rápido con la esperanza de llegar a su casa, pero todo se detuvo para ella cuando escucho un grito, al igual que el miedo la curiosidad comenzó a invadir en su cuerpo, en un par de segundos la dirección en que se dirigía cambio, acercándose lentamente al lugar en donde provenía aquellos ruidos, una voz en su cabeza la alertaba del peligro, caminar más rápido sin mirar atrás, había visto muchas películas de terror para saber cómo iba a terminar aquella situación pero decidió ignorarlo, el ruido era cada vez más cercano y no había marcha atrás. Al llegar se percató de que no había nadie, de un momento a otro todo se encontraba en silencio, había poca iluminación del lugar, al observar mejor dos siluetas resaltaban, la llamada de su amiga había terminado hace unos minutos sin darse cuenta.

Al principio pensó en que era una pelea entre dos vagabundos, pero todo eso cambio al ver lo que estaba sucediendo. Un grito quería escapar de su boca, pero no ocurrió, aquella escena quedaría presente en su mente por un largo tiempo, un chico que al observarlo mejor pensó, iba en su misma escuela, estaba en el suelo con mucha sangre, pero lo más desagradable era la persona que estaba con él.

La chica de cabello rojo analizo mejor a la otra persona, todo era muy terrorífico, en su rostro resaltaba una cicatriz, cosido con hilos muy gruesos junto con una sonrisa torcida, en su mano tenía un hacha. En un par de segundos el brazo de aquella persona en el suelo estaba fuera de su lugar y Jessica estaba más que asustada, lo único que puedo pensar era en correr, pero su cuerpo no se lo permitía, siguió mirando aquella escena y el asesino seguía cortando a su víctima en varios trozos, terminado con su vida. Al final lo apuñalo por última vez y se retiró de aquel lugar, pero antes de ello arrastro el cuerpo sin vida dejándolo en medio de la calle y en unos segundos se fue caminando hasta perderse en la oscuridad.

Jessica seguía en aquel lugar pensando que todo era una pesadilla y que estaba en su cuarto dormida, pero ella continuaba en aquel lugar escondida sin poder realizar alguna acción, por si el asesino volvía aparecer. Después de varios minutos se fue despacio en dirección a su casa, aquella escena seguía dando vueltas en su cabeza, debía llamar a la policía y decir lo que había presenciado, pero eso era cavar su propia tumba, si algo le había enseñado las películas es que si existía algún testigo del crimen él era el siguiente, quería olvidar todo lo que paso antes. No diría nada, todo lo que sucedió fue solo un sueño.

Lo que ella no sabía es que alguien la estaba observando...