¿Quien no se ha emborrachado a los 15? Bueno, me toco a mi pasar ese bochornoso momento.
Mis quince habian pasado ya y solo pudimos hacer una reunión familiar por falta de presupuesto. Me divertí con mis primos y mis hermanas cantando y tomando algo de alcohol. El tequila me dejo algo mareada pero no para terminar en la cama con alguien.
—Meche...- dijo mama levantandome de mis memorias que tenia mientras continuaba en la cama acostada admirando mis dedos de los pies —Meche, despierta ya-.
—madre esta abierta la puerta- dije sin moverme.
Es sabado, no hay porque apresurarse. El restaurante abre a las 4 de la tarde y falta muuuuuchoooo para eso.
—¿por que no dijiste que tenias una fiesta?-.
Entro ella reclamando con una invitación blanca en sus manos.
Era la invitacion de la fiesta de quinceaños de Valentina. Una compañera, la mas millonaria de todo el colegio, con la cual hablaba de vez en cuando, mas cuando ella se aburria con sus amigas y queria desahogarse con alguien que sabia que jamas delataría sus mas íntimos secretos. Digamos que soy como su confesionario y/o psicóloga. Segun ella por los consejos que le doy y le sirven.
—no ire mama, no insistas-.
Me voltee boca abajo y me planche en la almohada.
—¿como que no iras?...- me nalgueo por darle la espalda —tu amiga vino a dejar personalmente esta invitación porque penso que alguien la habia sacado de tu mochila. Debes ir-.
—no, no quiero-.
—si iras-.
—no ire...- me levante para verla -le devolví la invitacion para no ir. Se debe ir elegante y de blanco y yo no tengo nada blanco ni mucho menos elegante-.
—pero yo si- salio mama corriendo de mi cuarto.
—uish-.
Volvi a planchar mi cara en la almohada odiando a Valentina por venir a dejarme la maldita invitación de su cumpleaños perfecto y todo elegante en el mejor lugar de la ciudad.
¿Por que no la rompi?
Simplemente la saque de mochila y se la puse en su bolso Louis Voutton, con ese aroma perfecto a casa de millonarios y sus cuadernos comprados en algun pais extranjero.
No quiero ir porque se que algo malo ha de pasar, los del curso incluso lo saben y aunque ella haya insistido tanto en que vaya, casi que me suplico por hacerlo, ella debe estar con los de su clase, no con alguien como yo.
Ademas, seguro que todos se reiran de mi al no saber que cuchillo es cual o por no saber bailar esas canciones que ellos tanto escuchan, esa música electrónica y sin mucho sentido. Yo adoro mas la salsa o algun reggeaton del bueno.
—levantate...- me volvió a nalguear —vamos, mira-.
—¿que?...- me sente de golpe y me mostraba su vestido de bodas largo con una sonrisa en la cara —mama es tu vestido de novia, jamas podria ¿estas loca?-.
—te quedara perfecto encanto mio- tomo mi mano y me llevo hasta el espejo grande de mi cuarto.
—mama esto es ridículo-.
—no es ridículo...- puso el vestido frente a mi —mira, te queda perfecto. Claro que ese dia estaba embarazada de tu hermana mayor, asi que parece que no hay que hacerle tantos ajustes. Te quedara increible-.
—que consuelo...- regrese a verla —tengo el cuerpo de una embarazada-.
—solo se debe recoger un poco aqui...- señalaba la cintura —algo mas por aqui y...-.
—mama no ire-.
—el largo debe estar bien-.
—mama, en serio, no ire-.
—pruébatelo-.
—mama no ire-.
Me quede seria para que entienda que no iría.
Suspiro mirando el vestido y luego a mi habitación.
—hija basta...- se puso mas seria y eso me asusto un poco —pasas todo el dia aqui metida en tu tiempo libre, el dinero que te damos por trabajar lo gastas en libros o vas al cine independiente sola... SOLA-.
—¿y?-.
—no me respondas asi...- me señalo —soy tu madre, estoy preocupada. Todos deben tener amigos, incluso tus hermanas salen todos los fines de semana y tu te encierras aqui. No esta bien. Te doy dos elecciones, o vas a esa fiesta o te juro que el dinero que ganas lo invierto en clases de ingles despues de clases-.
—mama!!!...- reclame —eres malvada-.
—elije-.
Me dio el vestido y lo tome de mala gana.
Maldita sea.
Odio inglés, odio ese idioma que me hace ver como estupida ante todos.
Me probe el vestido y ahi no quedo todo.
Toda mi familia estaba entusiasmada con la idea de que yo saliera de fiesta y se pusieron manos a la obra.
Me lavaron el cabello, lo cepillaron y lo dejaron muy lacio, parecia japones. Me maquillaron miles de veces para probar cual quedaria bien e incluso papa fue a encerar su Mustang, auto que juro que prefería quemarlo a venderlo y por eso lo conservaba desde quien sabe que epoca. Mama ajustó el vestido y realmente no parecia que estaba tan gorda. El negocio lo dejaron a manos de dos empleados que contrataron porque aumento la clientela y dijeron que esto seria una prueba de confianza. Ojala salga todo bien.
Me quedo a la perfección, un vestido blanco que cubria mis grandes pechos con un escote como el de Marilyn en el clasico vestido blanco que se le levanta con el viento, y largo hasta el suelo con una apertura a media pierna de lado y zapatos de tacon color dorado, entrega especial de mi hermana mayor. Algunas joyas de oro de mi madre y el cabello de lado con maquillaje ligero.
Papa intentaba no llorar al verme. Decía que parecia una novia.
Mama si lloró porque recordaba su boda.
Mis hermanas me decian que tenia un cuerpazo pero yo solo decia que es un cuerpazo comparado con un cerdo. Mi sobrino me dijo que parecia la mujer mas linda que haya visto.
Me sentia rara ante tanto halago.
Dieron las ocho de la noche y mi padre me llevo a lo que seria mi primera fiesta en años.
Papa me dijo que intentara no conquistar chicos y yo solo reia por los nervios.
Demonios! Siento demasiado nervios.
—papa...-.
Regrese a verlo.
—dime hija- continuaba conduciendo.
—en serio no quiero ir, por favor-.
—hija...- se estacionó en la fila que habia para entrar a la ciudadela privada, donde revisaban los carros y anotaban los numeros de las personas que ingresaban —se que esto te parecerá nuevo, eras una niña de tan solo ocho cuando empezamos a perder todo. Quizas ni recuerdes la escuela de modales a la que ingresaste o a la vez que posaste en una revista para ropa de niñas, pero tu perteneces aqui. No debes discriminarte porque ahora somos de clase algo media baja. Ayudas mucho en el negocio y mereces una noche como esta. No lo hagas solo por ti, hazlo por todos. Siempre soñe con que mis cuatro hijas a la edad de quince ya sean presentadas ante la sociedad y que tengan todo lo que tu madre y yo tuvimos alguna vez y que ahora por cuestiones de la vida, no pudimos darles. Ve y diviértete-.
No sabia que decir. Papa ocultaba algunas lagrimas retenidas en sus ojos ahora cristalinos y aunque mis ganas de salir del auto y correr por un taxi estaban latentes, me quede... no se porque pero me quede ahi sentada implorando por alguna escapatoria que no sea esa.
—jamas he sentido que pertenezca a una sociedad asi... tan frivola y...- suspire mirando mis dedos perfectamente pintados de rojo carmesí —viviría bien estando como estamos por siempre. Papa no tienes porque gastar en cosas asi-.
—pero quiero hacerlo...- levanto mi barbilla para que lo mirara a los ojos —aunque tu hermana mayor sea la de los rizos dorados, tu otra hermana la de los ojos algo claros y tu hermana menor la de la piel blanca y nariz repingada...-.
—y delgadas todas- recalque.
Papa suspiro y puso una mano en mi mejilla.
—siempre he pensado que la de la belleza, eres tu...- sonrio —eres muy hermosa hija, siempre sobresaliendo ante las demas niñas y con una sonrisa perfecta. Nunca te rebajes a nada y ni te conformes con cualquier cosa ¿estamos?-.
Tenia ganas de decirle que no me mienta y que simplemente me deje ser lo que soy, un oso gris es su cueva.
Debia mentir.
Lo abrace fuerte y le agradeci por sus sabias palabras.
—te amo papa-.
—y yo a ti mi pequeña-.
Entramos a la grandiosa ciudadela donde habitaban los mas acaudalados millonarios, empresarios, politicos e incluso lords de la ciudad. Mansiones en forma de castillos y que solo ves en una telenovela mexicana, rodeadas de areas verdes y personas elegantes.
Quede asombrada ante tanto esplendor.
Papa me dejo en la entrada y me recibió Valentina.
—si, viniste...- me abrazo muy fuerte ni bien baje —mirate, estas hermosa-.
Me solto para poder darme una vuelta y que admirara mas mi vestido.
Ella estaba mas hermosa.
—tu...- la quede mirando —wow! Mírate tú-.
Llevaba un vestido de color rojo, con muchas lentejuelas y piedras preciosas, con un gran peinado de rizos a los lados y un maquillaje impecable. Mostraba todos sus tributos. Grandes pechos, cintura ultra pequeña y un trasero algo levantado.
—¿que dices loca?...- rio —estoy como los demas. Solo que otro color. Tu te ves distinta y hermosa. Casi no te reconocí. Hola señor Luna-.
Se acerco a saludar a papa desde la ventanilla del auto.
—buenas noches, feliz cumpleaños-.
—soy Valentina Drouet...- le extendio la mano para saludarla y papa afirmo —no se preocupe por su hija, yo la llevare sana y a salvo. Claro que no sera temprano-.
—no te preocupes yo vendre a verla-.
—eso si que no...- regreso a verme y me abrazo de lado haciendo que nuestras mejillas se juntaran —ella es una gran amiga y jamas dejaria que se pierda el brunch que servira mi padre. Prometo regresarla mañana antes del medio dia. Por faaaa... deje que se quede. Es una de mis invitadas VIP. No podre dejarla ir asi no mas... por fiissss ¿si?-.
—papa debes decir que si- dije algo amargada.
Solo di que si, para que me suelte esta loca.
Papa me miro y sonrió algo alegre por verme asi con alguien extraño.
—esta bien...- se despidio con la mano —nos veremos mañana hija-.
—chaito señor Luna-.
Se despidió ella y tomo mi brazo jalándome hacia las escaleras para ingresar.
Me despedi de mi padre mientras subia y el se fue en el auto.
—Valentina despacio...- insisti —me arrancaras el brazo-.
—ay! Lo siento...- se rio disculpándose al llegar a la entrada de su gran casa mientras los demas invitados llegaban —es que realmente queria que vinieras porque me da tanta pena que jamas salgas y tengas que pasar todo el dia trabajando. Me siento en parte responsable por lo que tengas que pasar, ya que no todos nacimos con dinero como yo, te veo siempre sola y esos tipos que te molestan, UISHHH!!! Los odio pero los invite porque papa insistió, ademas de que tu eres una gran persona porque siempre me escuchas y me comprendes cuando mas te necesito y...-.
—Valentina ¿que hablamos acerca de hablar mucho?- la interumpi.
—disculpa... -rio emocionada —ven, nunca has venido a mi casa, asi que debo mostrártela-.
Volvio a tirar de mi brazo, con no se que fuerza que tiene si es mas delgada que yo, y me enseño todo mientras los demas invitados la saludaban y felicitaban.
Alcance a ver a el famoso grupito de Carolina y Fernando, y al parecer se molestaron por verme tan apegada con Valentina. Esto me costara una semana de malos ratos de parte de ellos en el colegio.
Maldita sea!
Me mostró incluso su cocina y me robe dos pastelitos que estaban deliciosos.
—ven...- siguio tirando de mi brazo —debo mostrarte a tres personas aqui. Primero a mis padres-.
Me llevo hasta la sala donde estaban los mayores fumando y tomando, y me arrastro hasta donde una pareja encantadora que también vestía de blanco y muy elegantes, tomaban riendo entre ellos y se percataron que nos acercabamos.
Parecian la version de "Veinte años despues" de la Barbie y Ken.
Hermosos.
—Mama, papa...- les dijo y ellos sonrieron —ella es Mercedes Luna. Mi gran amiga del colegio-.
—mucho gusto...- me salio un gallo y aclare mi garganta —mucho gusto señores Drouet-.
—al fin...- dijo la señora —conozco a esa talentosa chica que representa al colegio en los diferentes actos que mi fundacion de arte auspicia-.
La señora me abrazo fuerte y me senti incomoda al respecto. Rei algo nerviosa y golpee ligeramente su espalda.
—Hola- volvi a saludar.
Me solto y se coloco a lado de su esposo.
—eres de verdad talentosa...- el señor estrecho solo mi mano con una gran sonrisa —nosotros fuimos quien compramos esa pintura tan realista de la ciudad y el volcan de fondo. Debiste pedir mas, solo cien dolares por el me parecio un disparate-.
Se referia a la pintura de mas de tres metros de alto y catorce de ancho, que hice como parte de la recaudacion anual de fondos que organiza el colegio para celebrar la fiesta de navidad para los niños con cancer y bajos recursos.
—no podria hacerlo...- rei —me hubiese parecido un disparate a mi-.
—que dices niña...- sonrio la señora —todos hablan de esa pintura. No paran de decir lo hermosa que es, solo mirala-.
Señalo la pared de al fondo y reconoci mi pintura.
Quede boca abierta y me acerque poco a poco a ella.
Estaba rodeada con un juego de luces increible, que la hacian ver majestuosa y elegante. Adornando parte de una sala de personas millonarias.
Creo que sufrire un infarto.
Ellos hablaban a mi alrededor halagando mi pintura y hablando de mil un cosas pero yo seguia hipnotizada por ver que las imperfecciones que tenía eran casi nulas al ojo normal.
Anunciaron que debian pasar al patio para empezar la fiesta y decidi quedarme a lo ultimo para continuar contemplandola.
Hermosa, en verdad.
—tu debes ser la chica Mustang-.
Dijo alguien detras de mi asustandome.
Regrese a verlo despacio y era un chico alto, siquiera de metro ochenta, con cabello muy bien peinado, de traje de gala color blanco y corbatín de moño tambien blanco. Su piel es algo morena y sus ojos claros, sus facciones resaltaban mucho y aunque no fuera tan atractivo, sus ojos me impactaron mas que su sonrisa perfecta.
—¿disculpa?- dije un momento despues de tomarme el tiempo de estudiarlo de pies a cabeza.
Incluso sus zapatos de mocasín color café, quedaban bien.
Lindo morenaso, pensaba mi corazón.
Aunque no tan guapo, aludió mi cerebro.
—eres la chica que llego despues que yo...- sonrio de lado —mustang clasico color negro. Gran auto el de tu padre-.
—gracias-.
—soy Andrei Santos...- estiro su mano para saludarlo —mucho gusto-.
—Mercedes Luna- estreche su mano.
—lindo nombre...- sonrió —te gusto mucho el cuadro ¿no?-.
Sonreí de lado y solo señale el nombre que estaba en el borde inferior del lado derecho de la pintura.
Se acero a leerlo y me fui a la fiesta.
Debo decir que el famoso programa de Mtv y su "sweet sixteen" olvidaron poner esta fiesta.
Era lo mejor de lo mejor. Mas de doscientos invitados vestidos todos de blanco y trajes elegantes, con cocteles en mano, musica variada de fondo y una tarima inmensa, meseros por doquier llevando y trayendo bocaditos, luces de colores y mucha emoción, era el tema principal de la fiesta.
Habia una pista en el centro y mesas alrededor, me hacian sentir algo perturbada.
Decidí tomar para pasar la noche.
Grave error.
Los padres dieron el discurso de bienvenida y algunas palabras a su hija, ella también habló y señalo a sus mejores amigos de la infancia, ahi estaba el chico que me saludo.
Digamos que entre tantos hombres que habian alrededor, en la escala de guapos, el estaba en la mitad mas cerca del final, pero yo no dejaba de verlo. Era una atracción algo tentadora a no se que.
Unos chicos que no conocía me invitaron a bailar y acepté. Debia divertirme. Claro que cada que pasaba un mesero yo tomaba un coctel. Ya estaba sintiéndome mareada.
No se en que momento paso, pero reaccione en una cama con la cara de Andrei sobre mi.
—maldicion- me levante despacio.
Todo era oscuro, a excepcion de nosotros que nos iluminaba una lampara de mesita de noche.
—no te levantes tan rapido- dijo el.
La cabeza me daba vueltas y dolía ligeramente.
—¿que me paso?- pregunte sentandome en el filo de la cama mirando mis pies descalzos.
Que alivio! Aun tengo mi vestido puesto.
—parece que te excediste de copas, Mercedes-.
—que mal-.
Me tome mi tiempo de levantarme y pude ver que estaba en una gran habitación. Parecia de hotel, pero por la musica sabia que que aun seguia en la fiesta.
—si muy mal...- dijo el y se acerco con un vaso de agua y un par de pastillas en su otra mano —toma esto, te hará bien-.
Las tome sin preguntar. Si eran cianuro, también servirían.
Deje el vaso a un lado y lo mire fijamente.
—¿que paso exactamente?-.
—pues que estabas bailando, luego Valentina nos presento, tu ya estabas algo mareada y bailamos algo pegados- sonrio de lado.
—¿que tan pegados?- arquee una ceja.
—tanto que creo que incluso se que no llevas faja debajo de ese vestido-.
—que pervertido-.
Me enoje.
—no hice nada malo...- levanto sus manos —tu querias bailar asi-.
—que horror- cubri mi rostro.
—si, bueno... seguias tomando hasta que caíste algo desmayada. Discretamente te traje hasta aca para que no vieran que estabas ebria realmente-.
—tu me trajiste hasta aca ¿y quieres que piense que no querias nada? Eres morboso-.
Me levante de golpe de la cama pero el mareo me indico que lo mejor era seguir acostada.
Que feo mareo.
—mejor seguire aqui- me sugerí.
—oye en serio no hice nada...- rió —soy respetuoso. Ademas que si hubiese hecho algo, no estaría aquí-.
—buen punto-.
Nos quedamos en silencio unos minutos esperando que se me pasara el dolor de cabeza. El camino hacia la ventana para mirar lo que pasaba en la fiesta y yo lo contemplaba.
—¿que hora es?- pregunte.
—creo que las dos de la mañana. ¿Tu padre viene a recogerte?-.
—no...- negue con la cabeza —Valentina dijo que podia pasar aqui la noche para mañana el brunch. Bueno, mas bien, mas tarde-.
—que bien...- afirmo —yo tambien me quedaré a esa hora entonces-.
—¿no pensabas quedarte?- lo mire fijamente y regresó a verme.
—no soy de los que se queda en estas fiestas, solo saludo, veo todo y me voy-.
—interesante- afirme.
—¿no hablas mucho?-.
—no tengo de que hablar-.
—¿que te gusta hacer entonces?-.
Escuche la música de fondo y sonreí.
—bailar-.
—bailemos entonces-.
Se acerco estirando su mano y aunque dude algunos segundos, la tome.
Me señalo unas sandalias que habia dejado una empleada para mi y me las puse, me sentia enana a lado de el.
Bajamos las escaleras y bailamos toda la noche, hasta que salio el alba que lo disfrutamos viendolo apoyados en el varandal que dividia parte de la ría y un muelle.
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La chica del disfraz de pollo
Short StorySi, soy la chica del disfraz de pollo. Hija de un dueño de asadero de pollos que sobrevive alimentando a personas mientras trabaja en un restaurante donde asan pollos disfrazandose de pollo para sobrevivir. Si piensan que esta historia tiene final f...