las vueltas de la vida

CAPÍTULO 2

El resto de clases no transcurrieron muy distintas a literatura, salvo el recreo, donde Lucas estuvo con sus amigos y yo estuve con mis libros.

Ahora estamos en música, es increíble pero coincidimos en todas las clases. Faltan siete minutos para que suene la sirena y al fin pueda irme, tengo todo el día planeado: Ahora me recogerá mi padre, comeremos con mis abuelos, abriré los regalos, que obviamente son libros, después iré a la biblioteca con Lucas y después acabaré de leer "AMOR en mayúsculas" para poder añadir otro libro a la lista de favoritos.

- hoy quedamos ¿verdad? no entiendo nada de lo que hemos dado en mates – dijo mirándome

- vale pero ¿seguro que lo que no has entendido matemáticas? – asintió – que raro, hoy la profesora de matemáticas no ha venido y tu te has pasado toda la hora dormido sobre mi mochila

- pues entonces...– suena la campana – sueño con matemáticas – sonrió

nos levantamos de las sillas y caminamos por el pasillo hasta la puerta de salida

- eres un poco raro ¿no? – dije casi sonriendo

- no soy yo el que se olvida el móvil – dijo sacando mi móvil de su bolsillo

- ey – me quejé quitándoselo de la mano mientras el reía

- ¿esperas a alguien? si quieres te puedo llevar a tu casa – dijo señalando su moto con la cabeza

- no, ahí está mi padre, adiós – dije despidiéndome para después andar hasta el coche de mi padre

Llegué al coche y me subí en el asiento del copiloto.

- feliz cumpleaños hija – dijo arrancando el coche

- gracias papá

- de nada, ¿Qué tal todo? ¿las notas bien? ¿ese chico es tu novio? - preguntó

- bien, estupendas y no, solo le doy clases

- me alegro, no esperaba menos y vale

En el resto del trayecto me dediqué a cantar a la vez que la radio.

Cuando llegamos ambos bajamos del coche y caminamos hasta la puerta. Llamamos al timbre y en cuestión e segundos abrió la puerta mi abuela con una gran sonrisa.

- MI NIÑA – gritó abrazándome – 16 años ya, hay... esa es la edad de los amores – dijo feliz

- abuela – reí – me dijiste lo mismo a los 13

- Julieta tenía 13 y Romeo 16, las dos son validas – rió – venga pasad que se enfría la comida

- he oído que hay una lectora cerca ¿es verdad eso? – preguntó mi abuelo para luego reírse

El almuerzo pasó entre risas, chistes, anécdotas y comentarios sobre libros. Cuando acabamos de comer recibí un mensaje que me hizo reír.

"no lo olvides a las siete en la biblioteca, hasta luego miss inteligencia"

- ¿qué? ¿tanto te ama que no puede estar sin ti? – dijo mi abuela sonriendo

- ¿qué? no, es solo un chico al que ayudo con el instituto

- tu cabeza lo tiene claro pero tu corazón está confuso

- ey venid al salón es hora de los regalos – dijo mi padre con una sonrisa

- papá ¿me puedes llevar a la biblioteca a las 7?

- vale

fuimos al salón y abrí los regalos :un libro de amor, un libro de ciencia ficción y un cd de música clásica

Todo iba ben hasta que mi padre recibió una llamada

- hija lo siento mucho pero me tengo que ir, ha habido un problema en el trabajo pero para las 6 o 6:30 volveré

- no pasa nada estaré bien pero no tardes por favor

Mi padre se fue, estuve hablando con mi abuela quien no paraba de preguntar por Lucas "¿de donde le conoces?" "¿es mono?" "¿te gusta?"...

De repente suena mi teléfono, me disculpo y salgo de la sala para contestar.

- ¿si?

- ¿Dónde estás?

- ¿perdón?

- soy Lucas estoy en la biblioteca desde hace media hora

Miro mi reloj y me doy cuenta de que son las siete y media

- lo siento, es que mi padre dijo que me recogería pero no ha venido

- vale, dime donde estás voy yo a por ti

- te mando la ubicación por mensaje, te espero fuera

- vale, hasta ahora

Cuelgo y le mando mi ubicación, luego le agregué como "rey dramático"

- ¿Quién era solete? – preguntó mi abuela sentada al lado de mi abuelo quien se había quedado dormido

- Lucas, va a venir a recogerme, teníamos clase a las siete y son y media – sonreí

- pues vamos fuera a esperarle, tengo que darle el visto bueno – rió

Salimos a la puerta y en cuestión de minutos apareció Lucas en una moto negra alucinante, se bajó, se quitó el casco, y vino hacia nosotras.

- hola – dijo sonriendo

- hola soy Emilia, la abuela de Rebeca – dijo mi abuela sonriendo

- abuela, este es Lucas nos vamos ya

- quedaros un rato si queréis ¿Lucas quieres un té?¿un café?¿un batido?¿algo? – preguntó mi abuela con su sonrisa de "di que si, entra, siéntate y deja que te interrogue"

- di que no, no podré salvarte después – le susurré

- lo siento pero tenemos que irnos a estudiar, mejor otro día – sonrió

- de acuerdo, estudiad mucho y cuídamela

- la cuidaré se lo prometo - contestó Lucas

- bueno adiós abuela, te quiero – le dije

Cogí a Lucas de la muñeca, pero el se soltó de mi agarre y me dio la mano, fuimos hasta la moto, se puso el casco, me dió a mi otro, me lo puso y nos fuimos.