Capitulo 3

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Las palabras de Matt la dejaron atónita, ¿Quién era realmente? Tenía un enredo de preguntas en su cabeza. ¿Estaba bien que le haya dicho su nombre? ¡Qué estresante!

De regreso a casa no paraba de pensar en el chico de la tienda, Matt. Sus ojos, sus hoyuelos. Las volvían loca, aunque recién lo haya conocido. 

-¡Llegue!- dijo, mientras dejaba las cosas que compró en la mesa. Les iba a contar a sus padres sobre lo ocurrido, que un chico le habló en la tienda, pero luego ellos le pedirían mucha información. Lo dejaría para después.

-¡A comer!- dijo la mamá de Ali. 

Entró a su cuarto antes de ir a comer, estaba hecho un desastre, como siempre. Lo ordenaría después, se acostó en su cama; aún tenía mucho sueño. Le habían pasado demasiadas cosas a penas al despertar. Cogió su manta de algodón bien acolchada para taparse, quería dormir un rato más. Recordó aquel momento en el que le regalaron aquella colcha, tenía 4 años y medio. Su tía había llegado de viaje y le trajo una mantita en la cual estaba bordado  su nombre con un hilo muy fino. Se dibujo una cálida sonrisa en su rostro al recordar esos momentos, pero en segundos desapareció, su expresión se volvió fría y con miedo. Le traía tantos agradables y tristes recuerdos el tan sólo hecho de envolverse en sus cálidos tejidos. Era como si su misma tía la estuviera abrazando. Una lágrima le recorrió el rostro mientras cerraba los ojos.

Estaba ya quedándose dormida hasta que el sonido de su móvil la despertó, era un mensaje de Facebook. Desbloqueo su celular y vio de quien era el mensaje "Matt Baker" ¿Podía ser él? No se lo creí, la había buscado en Facebook y le había mandado un mensaje. ¿Quién le manda un menaje al minuto de haberlo conocido? Pues él.

-¡Ali! Ven a comer ¡Ya!- dijo su madre furiosa. Ya no le podía responder el mensaje, lo haría después.

Todo el desayuno estaba pensando en lo que le pasó hace una hora. Todo era muy confuso, se estaba haciendo un lío en su cabeza. Ya quería terminar de comer para poder responderle.

-¡Alice! ¡Estás soñando despierta!- dijo su padre moviendo las manos en la cara de Alice. 

-¿Ah? Ah, sí. Lo siento. Ya termine, gracias.- dijo mientras recogía sus platos y los llevaba al lavadero.

Lavo sus platos y se fue a su habitación velozmente. Vio su celular tirado en su cama y recordó el mensaje de Matt, ahora ya podía responderle. Ali se tiró en su cama con algo de brusquedad, cogió su móvil, lo prendió y volvió a leer el mensaje. No sabía que podía contestarle, estaba escribiendo su respuesta pero le pareció mal y lo borró. Estuvo así por un buen rato, hasta que por fin se decidió y escribió algo tan simple y sencillo.

Hola Matt.                                                                                                  

Enviado a las 10:05 am.

¿Estaba mal que le haya contestado a un extraño?, se preguntó. Le daba igual, él era muy lindo. Le parecía un buen chico, desearía entablar una buena amistad con él; pensó. A pesar de eso aún extraña mucho a sus amigos de su anterior colegio. Ahora sólo tenía que esperar a que llegue el mensaje de Matt.

Estaba aburrida, salió de su cuarto y se dirigió a la sala. Se sentó delicadamente en el sillón e imagino que tenía cinco años, sólo tenía que esperar a que venga su tía de su trabajo para que la lleve a jugar al parque y que luego pasaran por comprar donas. Pero ella ya no tenía cinco años y su tía ya no estaba con ella.

*Flashback*

El día se volvió frío y con un aspecto temible. Algo estaba a punto de suceder y eso le afectaría mucho a Alice.

Estaba recostada en el sillón mirando televisión, mientras esperaba el regreso de si apreciada tía. Notó que sus padres estaban preocupados, su angustia era desbordante, no podían ocultar aquella noticia de la cual se habían enterado. Su mamá estaba llorando desconsoladamente, pero Alice no tenía ni la más mínima idea de lo que sucedía.

-¡Mamá! ¿A qué hora va a venir mi tía? ¡Ya es tarde!- cuando dijo eso su mamá no pudo más y estalló en llanto mientras se acercaba a su hija.

-¡Mi amor! Ella ya no esta aquí, hoy no vendrá.

¿A qué se refería con eso?, se preguntó. Tal vez este ocupada y no podía venir. Necesitaba explicaciones.

-¿A qué te refieres, mamá? 

-Tu...tu tía acaba de fallecer.- dijo poniéndose sus manos en su cara para secarse las lágrimas que le brotaban de sus ojos.

-¡¿Qué?! Mamá, eso no es cierto. Me estás mintiendo, ¿verdad?- exclamó tratando de no derramar lágrimas.

-No hija, lo siento.

No podía contener el llanto, no podía pasarle eso. Su tía, era lo más apreciado que tenía. A penas era una niña, no entendía  por qué tenían que pasarle este tipo de cosas. esto no era verdad, se repetía; esto solo es un sueño. Se pellizco miles de veces hasta que su brazo quedó rojo, pero no; todo era verdad, todo estaba sucediendo.

*Fin de Flashback*

El pitido de su celular la hizo dejar de pensar en eso que le traía tantos recuerdos. Era Emma.

Ali, hola. Hoy habrá una fiesta en la casa de Rodrigo, el chico de tu nuevo colegio, lo conozco así que...¿Vamos?

Enviado a las 10:45 am.

Era sólo una fiesta, quería salir de su casa de una vez por todas y esa era una buena ocasión.

-Claro, ¿A qué hora?

-A las 8:30 pm. Te voy a recoger nena.

-Vale

Visto a las 10:46 am.

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