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Abrió los ojos y divisó el sol, confuso y desorientado. Trató de levantarse pero sintió un fuerte tirón de los músculos de las piernas, como si hubiera estado caminando durante una eternidad. Al momento de caer al suelo agotado, vio unos ojos rojos desprendiendo una penetrante mirada hacia él. Imbuido por el pánico dio un salto que le salvó la vida al lograr esquivar las afiladas cuchillas de lo que él habría descrito como ''bestia demoníaca'' en ese momento. La adrenalina le permitió coger un palo afilado que tenía al lado y clavárselo en la mandíbula. La bestia empezó a gritar por el inmenso dolor causado por la herida. Pudo ver que una de sus cuchillas se había quedado incrustada en el suelo, así que decidió arrancarle el palo de la mandíbula y volver a clavarselo en el cuello desde el lado de la cuchilla. El cuerpo de la bestia cayó al suelo sin vida. Se acercó al cadáver y pudo descubrir qué animal era.

-No puede ser, ¿dónde demónios estoy? - susurró alterado.

Se acercó para arrancarle el palo y llevarselo. Se sentó en un matorral cercano y trató de coger aire para poder tranquilizarse. ¿Quién era? ¿Dónde estaba? ¿Que tenía que hacer ahora? Las preguntas le aterraban. En ese momento, lo recordó. Se llamaba... Zelter. Sonrió al ver que podía recuperar su memoria. En ese momento oyó un grito, era la voz de un hombre, corrió hacia el sitio del que provenía y descubrió a un chico no mucho mayor que el tirado en el suelo.

- O... Oye ¿Estás bien? - Le dijo Zelter.

- Hey! Por favor ayudame, creo que me he partido el brazo al caer - El chico se levantó y se dirigió hacia Zelter - ¿Puedo saber tu nombre tío? - Dijo sonriendo con una mueca de dolor.

- Me llamo Zelter, ¿Y tú? - Dijo mientras se arrancaba un trozo de la camiseta.

- Yo soy Paul, encantado. Tienes un nombre muy curioso.

- Digamos que mis padres buscaron como hacer que les recordara toda la vida - Respondió Zelter sonriendo.- Acércate Paul, voy a ayudarte con lo del brazo.

- Vale, te lo agradezco.

Se sentaron en unas rocas que tenían al lado e inmovilizó el brazo atando el palo con su trozo de manga al brazo de Paul.

- Auch - Gimió Paul.

- Perdón, ¿oye Paul puedo preguntarte una cosa? ¿Dónde estamos?

- Vaya, pensaba que tú lo sabrías, estoy explorando este bosque. Por ahí tenemos una casa - Señaló al norte.

- Espera, ¿tenemos?

- Sí, no estoy solo, comparto casa con algunas personas.

Mientras Zelter curaba las heridas de Paul iba pensando en todo lo de antes, cada vez más nervioso.

- Oye... auch, hey... Zelter, ¿estás bien? - Le puso el brazo libre encima del hombro.

Zelter volvió del mundo en el que estaba con un leve susto.

- Ah... perdón, cuando me pongo a pensar me sumerjo en mi mundo. Bueno, esto ya está, necesitarás tenerlo en reposo o empeorará.

- ¡Gracias! Ahora vayamos hacia mi casa, te presentaré a todos.

- No hay de que. No me socializo con facilidad eh, lo siento.

- Ja ja ja, no son malas personas, te caerán bien. - Dijo Paul cuando empezaba a caminar en dirección de su casa.

Mientras caminaban, y Zelter se daba cuenta de que a pesar de parecer que no, Paul estaba en completa alerta.

Ya llevaban caminando sobre dos horas y empezaba a anochecer, caminaban cada vez más despacio por el cansancio. Decidieron detenerse en una cueva no muy profunda la cual encontraron por el camino para descansar esa noche y poder continuar al siguiente día. Hicieron una fogata para mantener a los animales alejados y tener una fuente de calor.

- Por hoy descansaremos aquí, mañana continuaremos, ya solo nos queda una hora de trayecto y llegaremos - Dijo Paul levantando el pulgar como si tratara de dar animos.

- Ahh, que dolor de piernas, estoy rebentadísimo, mañana tendré que caminar con los brazos - Dijo Zelter mientras se desplomaba en la cama de hojas que se había hecho.

- Venga, intenta descansar aguantando ese impresionante dolor que debes estar sintiendo, si en algun momento sientes la necesidad, yo mismo puedo cortarte las piernas.

-Gracias, buenas noches... Espera, ¡¿Qué?!

- Nada, nada tu descansa. Que duermas bien - Dijo mientras reía como una malévola hiena.

- Ehh, va... vale, gracias supongo. Buenas noches.

El cansancio hizo que Paul cayera dormido en nada, pero, Zelter por mucho más que lo intentara no podía dormir, salió a dar un paseo para ver si se cansaba, rondaban las 3 de la mañana cuando volvió a entrar. Se estiró en las hojas y notó como empezaba a adormecerse, poco a poco iba cayendo en el tan ansiado sueño.

« Al final parece que voy a lograr dormirme», Pensó Zelter mientras cerraba los párpados y se dejaba llevar por el sueño.

De repente un alarido escapó de Zelter, un impresionante dolor de cabeza comenzo a afectarle, estaba dentro de una pesadilla que cada vez le generaba más dolor, iba en augmento, era insoportable, como millones y millones de agujas atravesandole el cerebro consecutivamente, sin frenar, pensó que iba a morir ahí mismo, ese sufrimiento inexplicable le iba a llevar a la muerte más dolorosa que había imaginado jamás cuando Paul lo despertó, el dolor frenó de golpe y Zelter pudo empezar a pensar otra vez.

- Zelter, ¡Zelter, despierta! - Paul despertó a Zelter preocupado.

- ¡Ah! - Zelter se despertó alterado, sudando, con la respiración acelerada.

- Zelter, ¿estás bien?, has empezado a gritar como un loco mientras te retorcías, ¿se puede saber que demonios te ha pasado?

- No lo se, estaba tranquilo y cuando he caído dormido me ha empezado a doler la cabeza de una manera insoportable mientras tenía una espécie de pesadilla. Salían unos hombres vestidos de... doctores creo, muy extraños, todos me miraban y no me podía mover.

-La madre que te parió, me has dado un susto increíble, casi me matas. He de ir a poner fuego en la puerta de la cueva para que no entre ningún animal que haya podido oirte. Después volveré a dormir.

- Vale, y lo siento mucho, no pretendía asustarte de esta manera.

- Tranquilo, descansa - Paul se dirigió a la puerta para poner una hoguera más grande

Cuando Paul acabó, Zelter finjió estar dormido para que no se preocupara y durmiera tranquilo. Pero esa noche, le pareció que dormir no era una opción.

InsomnioWhere stories live. Discover now