Capitulo 4

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Abrí los ojos rápidamente y me miré a mi misma y comprobé no estar muerta. No, definitivamente no lo estaba, ya que la ira que sentía en ese momento hacía el que había chocado conmigo no era normal. Salí del coche como pude y fui a buscar al muy.. muy... mejor me callo.

Era un chico alto, tenía el pelo rizado, tendría mi edad. Había algo en el.. Me sonaba muchísimo su cara, pero no se de que.

- ¿SE PUEDE SABER QUE MIERDA HACES A ESA VELOCIDAD EN PLENA CALLE? ¡ESTAMOS EN UNA URBANIZACIÓN, HAY NIÑOS!- Le grité con toda la fuerza que pude.

-Lo siento muchísimo de verdad. Iba con prisas y lo siento mucho en serio. ¿Estas bien?- Tenía una voz ronca increíble y se le veía agobiado.

-Si estoy bien, pero eso no te da derecho a ir asi. ¡PODRIA ESTAR MUERTA!- Noté que me volvía a irritar.

-Estas sangrando- Me dijo acercándose a mi.

Automáticamente dirigí las manos a mi frente, como suponía al retirarla estaba entera llena de sangre.

Me quedé mirándola, verdaderamente no sabía que hacer, si llamar a la policía, si ir al hospital... Simplemente me quedé ahí parada, esperando que fuese él el que se dignase a hablar.

-Tengo que llevarte al hospital, eso no tiene buena pinta- Estaba descompuesto, no se a dónde iría, pero segurisimo que ya llegaba tarde.

-Puedo ir yo.- Me di la vuelta para dirigirme a mi coche.

Sí, mi coche. El mismo que estaba abollado por todos lados y estampado con una farola.

-No, no, no, no, no.- Lo miré con todo el odio que pude.- ¡ESTO ES CULPA TUYA!

-Lo sé y te prometo que te lo compensaré.

-¿Y QUE VAS A HACER COMPRARME UN COCHE NUEVO?

-Mira esto lo discutimos mas tarde, móntate -refiriendose a su coche- te llevaré a urgencias.

-¿Que te hace pensar que me montaré ahí contigo? Ni siquiera te conozco, además ahora mismo debería estar llamando a la policía- Reí sin ganas.

-Mira, cuando lleguemos al hospital y te cosan eso, si quieres llamas a la policía. ¡Pero vamos ya que te estas desangrando!- Dijo desesperado.

Lo cierto es que me estaba encontrado cada vez peor, supongo que sería por la pérdida de sangre.

Sin decir una palabra coji las llaves y el bolso de mi coche y me monté en el suyo esperando que el hiciera lo mismo.

Se sentó en el asiento del conductor y me ofreció un pañuelo, pero no era uno para sonarse los mocos, sino, uno para el cuello, aunque parecía que el se los ponía en la cabeza. Que tio más raro.

-No voy a pringarte ese pañuelo, se manchará entero de sangre.

-Mancharás sino el coche, además hace tiempo que no lo uso.

-Cierto, pero no será por culpa mía.- Cojí el pañuelo de mala gana y me lo coloqué en la frente. Me escocía muchísimo.

-Ay!!- Me quejé, el dolor era cada vez peor.

-Tranquila ya llegamos.

Habian pasado cinco minutos y todavía no habíamos llegado, el pañuelo que me dio el chico estaba ya completamente empapado de sangre. Ahora que lo pienso, ni siquiera sabía su nombre. Más me van a matar mis padres por ir con un extraño que me acaba de atropellar que de haber tenido el accidente. Porque aunque no haya sido culpa mía, me la liarán igualmente, y para colmo hoy nos hacian unas evaluaciones en instituto para comprobar nuestro nivel.

Bien, Sofía, bien.

Sin poder evitarlo bostecé, me estaba entrando mucho sueño, y se que es malo dormirse, pero no lo controlaba.

-No te duermas, ya casi llegamos.

-Ya, ya, ya lo..-No pude reprimir otro bostezo.- se.

Los dos reímos. ¿Debería preguntarle como se llama?

-Por cierto, como te llamas, no me lo has dicho.- Vaya, cualquiera diría que me ha leido la mente.

-Sofía Rose.

-¿Eres "española"?- Me hizo gracia como dijo la palabra "española" le salió extraño. Reí.

-Sí, soy española.- Le contesté aún entre risas.

-Me lo suponía, se te nota el acento.

Los dos sonreimos, y la verdad que tenía una sonrisa increíble, se le formaban hoyitos en los mofletes.

-Bueno y con quien hablo yo.- Le pregunté.

-Harry, Harry Styles.

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