Capítulo 2 - Destrucción

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Día 1

Carlos corrió lo más rápido que pudo, pero se dió cuenta que no llegaría a tiempo para salvarlas por más esfuerzo que hiciera. Fue entonces cuando tropezó y cayó al suelo. Levantó su mano señalando hacia la casa, llorando fuertemente, más que nada gritando desde lo más profundo de su corazón.

De repente algo impactó al meteorito, haciendo que éste se destrozara sin dejar rastro alguno. Carlos miró hacia su alrededor. Era un tanque del gobierno, el cual había disparado un misil que acabó con el meteorito. Él sólo respiró lentamente y se puso de pié.

Siguió avanzando hasta que llegó a la casa de Samanta. Gritaba su nombre, mientras golpeaba una ventana. No podía romperla. En ese momento ella logra verlo y le dice:

--¡Ayúdanos Carlos!, llorando.

Éste muy asustado le dice:

--Descuida, te sacaré de ahí sí o sí.

El se viró y corrió hacia la calle en busca de ayuda. Se quedó pesando durante un buen tiempo en que podía hacer. Se montó en un carro y empezó a buscar las llaves, pero no tuvo suerte, ya que éstas no aparecían por ningún lugar. Luego trató de encenderlo uniendo cables pero no pudo. Se bajó del carro y permaneció dando vueltas. Fue entonces cuando vió un autobús que se aproximaba. Al instante comenzó a hacerle parada. El autobús no reducía velocidad y Carlos decidió pararse en el medio. Éste tocaba bocina, pero la intención de Carlos era no moverse hasta que se detuviera.

El chofer logró ver con más claridad quien era la persona que se cruzaba en su camino. Rápidamente puso su pié en el freno y bajó el pedal, tanto que las gomas chillaban al ser frenadas tan bruscamente. Paró a unos centímetros de Carlos, quien se estableció tieso sin movimiento alguno. Cuando reaccionó, se dio cuenta que el chofer del autobús era Franco, un trabajador de su empresa.

Franco bajó y preguntó:

--¿Jefe, es usted?, con cara de asombro.

--No hagas preguntas, necesito que subas al autobús y te estrelles contra esa casa cuando te de la señal, dijo Carlos.

--Pero...

--Sólo hazlo, volvió a repetir.

Corrió hacia la casa nuevamente y le dijo a Samanta que se apartaran lo más lejos posible de la ventana. Levantando sus manos y agitándolas en el aire le dió la señal a Franco para que arrancara. El cual impactó fuertemente contra la parte frontal derecha de la casa. Después dió reversa para así dar paso a la salida por el agujero que había hecho. Samanta, su madre y Rosmery salieron de la casa.

El suelo emprendió una gran grieta y el autobús estaba siendo succionado, por ende, Franco saltó de éste. Todos corrieron intentando alejarse de la zona de peligro.

--¿Sabes algo de lo que está pasando?, dijo Carlos, dirigiéndose a Franco.

--Según lo que he oído, esta vida que conocemos acabará en unos veintitrés  o veinticuatro días.

Todos fijaron la mirada hacia Franco.

--Eso no es posible, dijo Sara.

--Pues sí que lo es. Escuché que estaban construyendo una nave en la ciudad de Brookjeen en una base secreta, de la cual tengo la ubicación y que sólo podía ser ocupada por un 5% de la población mundial. Me dirigía hacia allá antes de que viera al jefe. Ahora continuaré el viaje.

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⏰ Última actualización: Nov 01, 2017 ⏰

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