Capítulo 5

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Los días siguientes comprobé lo que mi guía me dijo sobre la libertad. Somos realmente libres, eso significa que podemos cometer errores y que podemos afrontar las consecuencias de nuestros actos.
Ser libres significa también, que creamos nuestro futuro con cada decisión que tomamos, que el destino no existe, lo creamos en cada momento.
A pesar de que mis hermanos y yo habíamos recibido la mima educación, nuestros destinos eran muy diferentes.
Itachi, que era 2 años mayor que yo, había tenido siempre éxito en sus estudios, supongo que el, en lugar de revelarse como yo, decidió tomar lo bueno y aplicarlo en sus cosas, hoy era socio en una firma de arquitectos y su futuro era prometedor, estaba comprometido con Izumi su novia de la preparatoria, quien estuvo a su lado apoyándolo en todo momento.
Hinata, un año menor que yo, se había casado hacia unos meses. Mi padre no acepto a su novio Naruto Uzumaki, de echo, le dijo que si se casaba con el de olvidará de que era su hija. Ella se mantuvo firme en su desicion y no se habían visto desde entonces.
Por último estaba Konan, la consentida de la familia, tenía sólo ocho años. Cuando supimos que mi madre estaba embarazada fue una sorpresa para todos. Su nacimiento me trajo muchas alegrías. Era mi adoración y ella me quería mucho.

Poco a poco fueron mis padres aceptando la situación y yo también.
En los meses que pasaron, logre ver partes de mi familia que nunca había visto antes: el lado amoroso y tierno de mi padre, la gran fortaleza de mi madre, la unión que nunca sentí en mis hermanos. Supongo que el verme totalmente indefenso e inmóvil traía a su mente la fragilidad de la vida y lo enfrentaba con su propia vulnerabilidad.
Recuerdo cuando se encontraron Hinata, su esposo y mi padre en mi cuarto, no hubo necesidad de palabras, explicaciones, ni disculpas.  Hinata corrió a abrazar a mi padre y el la recibió como diciendo: Te extrañe mucho. Después se volvió hacia su esposo y le dijo; "Gracias por venir... Yerno" Y estrecho su mano. Eso fue suficiente para dejar encaró que mi padre respetaba ahora su desicion, que ahora, era más importante para el poder ver a su hija que tener la razón.
Que terrible que tuviera que pasar una tragedia para que mi familia se uniera y empezarán a expresar su amor, se dejarán de resentimientos y complicaciones.
Pero... ¿Por que es así? Si en realidad somos tan libres, ¿Por que no elegimos ser buenos con nosotros mismos y con los que nos rodean?

            -Por nuestras creencias.- Una vez más, mi guía venía a enseñarme algo.
-¿Por las creencias?  No entiendo.- Le conteste.
           -Nuestras creencias moldean nuestra existencia.
Cualquier cosa que tu crees de ti mismo es cierta. Cualquier cosa que tu crees de los demás y cualquier creencia que tengas sobre lo que pasa a tu alrededor, es también la verdad... Para ti.
-No entiendo nada.
               -Mira, todo lo que tú ves, sientes, oyes y vives es verdad para ti mismo, pero no para los demás.
Tu vives las cosas que te pasan de una manera distinta a todo el mundo. Todos tenemos una forma y única de ver la vida.
-Es por eso, que las discusiones casi nunca llegan a una solución.
           -Claro, discutir es querer que otra persona vea la vida como tu la ves y eso es... ¡Imposible!
Millones de personas- Continuo- mueren en las guerras porque sus líderes quieren imponer su forma de ver la vida, a otros líderes. Basta que el presidente de un país quiera imponer su creencia de que es un sistema económico es el adecuado, o de que todos deben adorar a su dios, para que mande a matar a todos los que se rehúsan a creer lo mismo.
-Quince millones murieron en L segunda guerra mundial, es increíble.- Comente.
             -Así es, Hitler era un psicótico y logró convencer a toda una nación, de que pertenecían a una raza superior. Seis millones de inocentes sufrieron las peores atrocidades que la humanidad haya presenciado jamás.
-Pero, ¿Que tiene esto que ver con ser bueno con los demás?- Pregunte.
                -Tiene todo que ver. ¿Que es lo que más extrañas en este momento?
-Mi salud, la capacidad de moverme, de poder expresar mis ideas y sentimientos. La posibilidad de convivir con mis seres queridos.
                 -Así es que... Extrañas lo que ya tenías.
-¡Si! Antes era para mi lo más natural, supongo que lo di por asegurado y no me permití si quiera, comprender la bendición que era mi cuerpo.
              -Pues así también, damos por seguro las cosas más valiosas de la vida y andamos por ahí,buscando lo superficial, por que creemos que hay "Algo" que nos haría felices si lo tuviéramos.
-Si, nos olvidamos de lo realmente importante: de nuestras relaciones, de lo que ya tenemos; siempre queremos más y más.
              -El ser humano tiene la creencia errónea de que necesita algo para ser feliz, no se da cuenta que, ¡¡¡Tiene todo lo que necesita!!! No se da cuenta que la felicidad es una forma de ver la vida, una actitud, una costumbre.
-Tienes razón, mi vida estaba llena de bendiciones pero yo siempre estaba insatisfecho- Le conteste.
              -La mayoría de la gente lo está, siempre caen en el juego estúpido de acumular y acumular.
Unos acumulan dinero y posesiones, otros conocimientos y títulos. Llenos de miedo a la pobreza, al que dirán, a no ser una persona valiosa; sin darse cuenta que, no es lo que tienen lo que los hace valiosos, si no lo que son.
-Es como una competencia. Yo recuerdo siempre querer ser mejo que todos los demás, tener mejor coche, ser más guapo. Hoy daría sin pensarlo, todo eso por simplemente poder abrazar a mis padres.
            -Sin embargo- Me Interrumpió-, es una competencia en la que nadie gana, por que todos somos únicos y diferentes. Se nos olvida que nada nos llevaremos y que los logros nada van si no tenemos con quien compartirlos. ¿Puedes darte cuenta de que respondemos a creencias erróneas?

El Esclavo ~ Sasuke UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora