Estaba desayunando, Sina, mi mate y en algún momento mi esposa, estaba sentada en el otro extremo del comedor, en todo el tiempo que habíamos estado desayunando jamás levanto su mirada para mirarme. Nuestras pláticas eran cortantes y distantes, éramos muy diferentes, yo suponía que tú mate era esa persona a la que no te le podías despegar en ningún momento, pero con Sina no me pasaba, tal vez tenía que ver que sus genes eran de lobo. Su familia era de otra manada su papá era el alfa, nuestro matrimonio haría que las manadas de alguna manera se unieran, así también como los territorios. Sería algo bueno. Entre más lobos mejor, supongo.
No me di cuenta que casi no había tocado mi comida, creo que estaba pensando demasiado, entonces comencé a comer más rápido sin preocuparme de la situación.
-Joven Tom- Levante mi mirada, Ben estaba en el marco de la puerta con su traje negro de siempre. Sina también levanto su mirada para saber qué estaba ocurriendo. -Esta despertando.
La chica, a la que habíamos salvado un día antes por fin estaba despertando, tenía unas cuantas preguntas para ella. Aquella chica podía saber cosas nuevas sobre los vampiros.
Dejé mi alimento, me levante y comencé a caminar pero la voz de Sina me detuvo.
-¿Quién está despertando?- se pasó su cabello pelirrojo detrás de su oreja y sus ojos color miel no se despegaban de los míos.
-Ayer salvamos a una humana, debe tener algo que nos ayude a lidiar con los vampiros- me pase la mano por mi cabello castaño y antes de irme dejé que dijera algo más.
-Tu padre me dijo que te dijera que regresará hoy en la tarde con tus hermanas- comento y asentí. Y eso había sido todo lo que me había dicho esta mañana, era lo único que hacíamos. Hablar y fingir de algún modo que nos queríamos. Supongo que ella me tenia cariño pero a su modo. Solo la primera vez que nos conocimos sentimos algo, después la llama se fue apagando, como siempre.
Por otro lado, mi padre llevo a mis hermanas, Brenda y Allison, a conocer un poco lo que es la vida de los humanos, ya que estaban muy interesadas en saber como era todo. A mí me llevo cuando era un poco mas joven y cuando mi mamá aún vivía, pero no me pareció tan interesante, aunque mi mamá, Liliana, había sido humana.
La habitación donde estaba la humana, era en los pisos de abajo, donde la servidumbre dormía. Ben y yo caminamos por el pasillo, cuando Rex se nos unió.
-¿Le dirás a la humana lo que somos?- pregunto siguiendonos el paso.
-Supongo que si, creemos que fue prisionera de los vampiros, no le afectará que sepa que los lobos también existen ¿no?- suponiendo que no supiera que existíamos.
Ben abrió la puerta, y la cama estaba vacía.
-¿Donde está?- pregunté a Ben. La cama estaba destendida y la almohada llevaba la huella de una pequeña cabeza que hace un momento había estado ahí. Había escapado. -Busquenla- ordene.
Rex fue a buscarla y Ben se quedó a mi lado, con sus manos arrugadas sujetandose entre sí. La ventana estaba abierta, debió salir por ahí y huir directo al bosque.
-Tenga cuidado joven Tom, parece que la chica sabe lo que hace.
Dejé la mansión, y fui corriendo hasta el bosque, el olor de la humana se pasaba por el aire y por las hojas de los pinos hasta llegar hasta mi olfato. No llegaría tan lejos, estaba herida.
Mi velocidad sobrenatural hizo que fuera fácil encontrarla así como alcanzarla, la derribe en el suelo, intentando no lastimarla. Cayó de boca abajo, la gire y sentí como el bisturí atreveso mi estómago. Maldita humana. Tome su cuello para evitar que se moviera del suelo, y saque el bisturí con cuidado y con fuerza, mientras me quejaba por el dolor.
Le sostuve las manos a los lados de su cabeza, haciendo que no se moviera. Espere un momento a que la herida se curara y así fue.
La observe fijamente, ahora estaba diferente, su rostro se veía perfectamente bien, sin rastros de tierra en su piel, sus ojos color miel me observaban detenidamente y estaban entrecerrados. Observé su cuello, con marcas de colmillos aún. Era bonita.
Empezo a forcejear para que pudiera quitar todo mi peso encima suyo, pero no logro.
-Te salvamos la vida y así es como nos pagas... Humanos- me burle, sus bonitos labios se abrieron para hablar, ahora que lo pensaba jamás había estado tan cerca de una humana más que con mi madre. Ahora sí olía bien.
-Digamos que no me fio de los lobos- así que sabia que eramos, eso haría las cosas mas fáciles para mi. Lo que no entendía era porque había escapado si la estábamos ayudando.
-No te queremos hacer daño- me di cuenta de que seguía encima suyo me levante deprisa dejándola sola en el suelo para que se levantara. - Si hubiéramos querido hacerte daño ya lo hubiéramos hecho- la chica se levanto con cautela y precaución, como si yo fuera a lastimarla. Estaba a la defensiva todo el tiempo- solo queremos respuestas.
-No tienen que saber nada, yo no quería que me salvaran.
-Eras prisionera de los vampiros, si quieres que acabemos con ellos solo tienes que darnos lo que queremos.
La humana se acerco a mi con sus ojos entrecerrados una vez mas.
-No sabes nada de mi lobo. Aléjate.
Se giro y siguió caminando. Bien, intente por las buenas pero ahora lo hare por las malas. No era un hombre d mucha paciencia y tampoco un hombre que pedía las cosas con calma.
Me acerque a ella con pasos largo la tome del codo y la subí a mi hombro sin su consentimiento.
-¡Oye bájame, no te conozco y no tienes derecho a hacer esto! ¡Maldito, lobo desgraciado!-comenzo a golpear inutilmente con sus puños mi espalda pero no logro nada.
En pocos segundos llegamos a la mansion la baje enseguida, intento golpearme pero Rex se encargo de ella y la llevo a su habitacion. Aun siendo humana tenia agallas, ¿Quien haria enojar a un lobo?
Entre a la habitacion con Ben y Rex donde estaban atando a la chica para que no volviera escapar.
Su rostro me miraba con puro odio, no entendia lo que le pasaba a esta chica.
-Entonces humana, ¿Me diras lo que tengo que saber?- me recargue en un mueble yu cruze mis pies, tomando untrago de mi bebida.
Rex terminaba de atarla y se alejo lentamente de ella. La chica alzo su rostro y entreabrio sus labios para hablar.
-Depende, me seguiras diciendo humana ¿Lobo?-
Comenzaba a caerme bien esta chica, ultimamente por aqui habia estado aburrido, pero tal vez con ella las cosas se pondrian interesantes.
-Mi nombre es Tom, humana. ¿Como te llamas?
-Alice y necesito que me dejes ir, te dare muchos problemas si me mantienes aquí.
Mire la habitacion, Ben y Rex estaban escuchandolo todo, confiaba en ellos, pero si era algo que iba a traer problemas preferiria que no estuvieran involucrados.
-Dejenme a solas con ella- ordene, Ben salio como le pedi y Rex salio muy apenas, como si quisera estar ahi para escuchar todo lo que la chica tendría que decir. La puerta se cerro y me quede solo con la mirada penetrante de Alice.
-¿De que problemas estas hablando?- la chica se reincorporo en la cama, sin dejarme de ver un solo segundo, haciendome entender que esto era serio.
-¿No crees que por alguna razon los vampiros me tenian presa?- ¿De que estaba hablando? Me acerque a la cama a un lado de ella.
-Muy bien te dire algo, ve al grano, me tienes harto de tanto misterio. ¿Por que te tenian presa? ¿Sabes algo de los vampiros? ¿De que problemas hablas? - dije sin mas , su cara cambio de un segundo para otro.
-Si te digo lo que soy vas a matarme.
❤❤❤
HOLA LECTORES,
RECUERDEN QUE NO NECESITAN LEER LOS LOBOS AMAN PARA LEER CUANDO TE VI.
CUALQUIER DUDA ESCRIBANLA EN LOS COMENTARIOS LA RESPONDERE EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO SALUDOS.
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Cuando te vi (#2 de LLA) PAUSADA
WerewolfSegundo Libro De La Serie Los Lobos Aman (no es necesario leer Los Lobos Aman) Tom Hills solo tenia unos cuantos planes dentro de su cabeza, Número Uno tener feliz a su padre, Número Dos casarse con su mate que se llama Sina y Número Tres eliminar...