Capítulo tres.

6 2 2
                                    

Mia.

- Mia, ya arriba. -Escuché una voz suave hablarme. Intenté abrir mis ojos pero la luz de la habitación los quemaron haciendo que los cerrara al instante.

De nuevo los abrí acostumbrándolos a la luz, me sentía rara, mi cabeza dolía y mi cuerpo también.

Ahora que podía ver, observé todo a mi al rededor, abrí mis ojos a tope y me senté de manera brusca ocasionando un mareo en mí.

No estaba en mi habitación, ésta era más grande, mucho más, de color blanca y rosa, y todo era diferente.

Había un tocador beige con blanco con demasiado maquillaje, accesorios regados, un espejo gigante con focos a su al rededor y unos que otros sombreros, también había secadoras, planchas y demás cosas.

Había una puerta al final de la habitación, color blanca y a lado unas puertas de clóset en la pared, parecía ser un guarda ropa. Un gigante guarda ropa.

También había sofás y una pantalla plana muy grande.

Una habitación con muchos lujos, ésta no podía ser mi casa.

Por último, mi vista se detuvo en mi amiga, Lisa quién me miraba sonriente.

Se veía diferente, usaba maquillaje formal y dejó su acostumbrada vestimenta de adolescente loca por una más, uhm, cómo decirlo, tranquila.

Se veía incluso más alta y ahora tenía su cabello más abajo de los hombros. Como si se lo hubiera dejado crecer por mucho tiempo.

- ¿En dónde estoy? -Pregunté con voz baja y ella rió un poco.

- En tu habitación, boba. Anda ya, arriba.

- ¿Qué? Ésta no es mi habitación. -Negué al instante.- ¿Y qué te pasó?

- ¿De quién más sería, nena?

- Lisa, ésta habitación debería costar una fortuna.

- Para ti no es nada.

¿Qué?

- ¡Claro que lo es!

- Pues la compraste como si nada.

¡¿Qué?!

- Lisa, ¿De qué demonios hablas?

- ¿Yo? Pero si pareciera que no sabes nada, Mia, tu fortuna es envidiable.

- Lisa, no sé de que estás hablando.

- Tienes razón Mia. -Sonrió y se adentró en la habitación.- Quizás no es mucho pero sí eres envidiada.

- No sé de qué hablas.

- Mia, hace dos años eres una celebridad y hoy simplemente despiertas como si no recordaras nada.

- No, Lisa, eso no es cierto.

- Sí, sí lo es. Ahora, arriba, Sandra nos espera abajo para irnos a tu sesión de fotos.

Y sin decir nada más, mi amiga desapareció de mi habitación dejándome total y completamente confundida.

Yo no soy una celebridad, soy una chica común de dieciséis años que va al colegio y lo odia.

¿Qué está pasando?

Dijo que bajara, pero, ¿Lo hago?

Si no bajo no sabré nada de lo que pasa.

Me levanté de la cama observando mi atuendo, no tenía mi pijama de Unicornios, tenía un conjunto que parecía de pijama y tela suave, tenía una etiqueta al costado del pantalón que tenía el logo de la marca Chanel.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 18, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

11:11   (CD9)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora