La casa de Armin era muy espaciosa. Organizada, cosa que me extrañó teniendo en cuenta su desorden. Aunque su madre sea de oradora de interiores, no me esperaba que fuera tan buena.
Y cómo se notaba que la señora Victoria no había puesto un pié en la habitación de su hijo, porque cuando me invitó a pasar, lo que ví no tenía nada que ver con lo anterior: colores más azules, cama grande, todo esparcido por el suelo, consolas por doquier... Muy Armin. Me encanta.
-Oh, amo tu habitación.- Me tiré a la cama de un salto. Era comodísima, mullidita. Perfecta para dormir.
-¡Ah, adelante! ¡Estás en tu casa! ¡Puedes tirarte, total!
-U-uy... Perdón- me levanté. Dejó escapar una risita adorable antes de cargarme y ponerme otra vez en la cama con él.
-Era broma, mujer- me besó-. En realidad- dijo después de pensárselo-, me gustaría verte en la cama.- Me sonroje muchísimo.
-¿D-durmiendo?
-¡Uy, si! ¡Durmiendo, sobre todo!- Estoy muriéndome. Que él me diga eso hace que se me suban los colores de una forma explosiva.
-¡B-bobo!- Fue lo único que pude decirle antes de acercarme y taparle la cara con su propia camiseta para que no viera mi notorio sonrojo.
Estalló en una carcajada.
-Que rápida vas, ¿no prefieres esperar hasta la noche?- No entendí lo que quiso decir; solamente lo comprendí cuando vi que prácticamente le había arrancado la camisa.
Todo su abdominal quedó al descubierto.
Rectifico: "Todo su perfecto y tentador abdominal" quedó al descubierto.
En ese momento sólo pensé una cosa: Aún quedaban muchas horas para la noche, ¿por qué no pasarlo bien también durante el día?
Dispuesta a comenzar con lo que mi mente había empezado a idear, estire el brazo y coloqué mi mano en su pecho. Recorrí sus deliciosas curvas con los dedos. Me acerqué y chupé su pectoral para luego morderle el pezón.
De repente se sacó la camiseta de la cara y me miró con el rostro sonrojado y una increíble sonrisa.
-Mmh, ¿ahora quieres jugar?- mi respuesta fue el desabroche de su pantalón. Se colocó en una posición más cómoda y me dejó hacer. Le bajé un poco la prenda y después acaricié por encima de la tela su virilidad. Recibí un caliente y sensual gemido por su parte.
Y sin esperar más, metí la mano para comenzar con un suave vaivén que poco a poco acabaría con mi cordura. Incline la cabeza y por fin pude verlo. Era enorme, grueso y tentador, con un leve brillo en la punta indicando su excitación.
Miré hacia arriba y pude contemplarlo sufriendo, se contenía para no agarrarme de la cabeza y metérmelo ya en la boca. Succioné la punta mientras hacía círculos con la lengua sin dejar de masajearlo. Lo estaba torturando, sus pequeños gritos ahogados me lo decían.
Haciendo un gran esfuerzo, conseguí introducirlo entero en mi boca. Volví a sacarlo, y volví a meterlo. No lo dejé respirar. Me relamí, él dejó escapar un largo suspiro entrecortado justo antes de que reanudara mi travesura. Ahora iba más rápido y Armin era incapaz de dejar de gemir.
Después de varios minutos, decidió acabar con su tortura y comenzar con mi castigo. Me apartó delicádamente esperando poder reincorporarse.
-Tienes una boca maravillosa- dice entre jadeos-, pero ahora me toca hacerte sufrir- me sacó la falda y la ropa interior. Se quedó observándome un rato relamiéndose con una sonrisa de perversión. Me abrió de piernas y se colocó entre ellas-. Fufu~ hoy Alicia conocerá el País de las Maravillas- canturreó burlón.
Me sonrió una vez más sin despegar sus manos de mis rodillas y se acomodó aplacándose a mi. Moví las caderas en círculos invitándolo a entrar. No tardó en responder a mi propuesta. La agarró y posó justo en mi punto. Fue restregándola con tortuosa lentitud sobre mi clítoris. Estaba impaciente y él solo quería verme sufrir. Fruncí el ceño, Armin se limitó a ampliar su sonrisa. Luego cambió complétamente de cara a una que claramente decía: "te voy a matar de placer".
Después, sin previo aviso, me la introdujo con brusquedad. Un pinchazo de dolor me afustó en un parpadear. Al momento siguiente no sentía nada más que plenitud. Me contraje; sentir cómo me llenaba era asombroso. Volvió el pinchazo cuando comenzó con un suave y controlado vaivén de caderas. Sin dejar de moverse, agarró mis muñecas y las sujetó encima de mi cabeza con su mano derecha. Con la izquierda, levantó mi pierna para facilitar la penetración.
Enseguida habíamos intercambiado los papeles, y ahora yo estaba atrapada debajo de él, esperando mi castigo. Acercó su cara a mi oído y me susurró:
-Vas a ver, ¿quién manda ahora, eh?
Rápidamente, empezó a moverse de alante a atrás con pasional brutalidad. Poco a poco, las embestidas aumentaban el ritmo y yo lo único que podía hacer era retorcerme de placer. Maullaba y le arañaba la espalda con una ciega esperanza de que tuviera piedad. Un gran cúmulo de dinamita comenzó a formarse en mi vientre, preparado para explotar.
Se separó un poco y me soltó las muñecas, pero no la pierna. Hizo círculos y restregó todo su miembro en mi interior, obligándome a soltar gemidos con un último aliento. Ahora lo estaba disfrutando él. Se mordió el labio inferior e inclinó la cabeza hacia atrás para dejar escapar un suspiro. Lo observé con los ojos entre abiertos, estaba increíble. Con el pelo alborotado y un semblante de puro gozo. Me aferré a él pasando mis piernas al rededor de su cintura, y brazos envolviendole el cuello.
El olor a sexo me embriagaba. Era asombroso.
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One-Shots [CDM] ~Lemon & Romance~
FanfictionAquí podrás leer algunos One-Shots de Corazón de Melón, unos más largos que otros. La mayoría de ellos contienen lemon, pondré un asterisco "(**)" en los que sí tengan. Luego hay un par de ellos con referencias al sexo y no tan fuertes, pero por res...