Autumn

Capítulo 8: Al borde del abismo

- ¡Papá mira! Ya he hecho los deberes.

- ¿Los has hecho tú o te los ha hecho Kei?

- Los ha hecho él solito tío Alain, te lo prometo - aclaró Kei poniendo su mano sobre la cabeza de Luke - Este crío es un genio.

- ¡Buen trabajo campeón! - dijo Alain - Ahora, recoge todo, a cenar y a dormir.

- Vale. ¡Nos vemos Kei, gracias!

- De nada coleguilla, chócala - dijo Kei mientras le chocaba los cinco a Luke que, después, recogió sus cosas y salió de la cocina - ¿Dónde está Ash?

- Esta noche se quedará a dormir aquí. Queremos seguir hablando de los viejos tiempos - mintió - Mairin le ha llevado a instalarse, así que yo te acercaré a casa.

- Está bien.

Ash se había sentado en el suelo con la cara escondida sobre sus rodillas.

- Iba a tener un hijo mío... ¡un hijo! ¡Serena iba a darme un hijo! ¿Por qué no me lo contó? ¿por qué? La llamé miles de veces, traté de saber de ella sin éxito...aunque no quisiera volver a saber nada de mí, al menos merecía saber lo del niño ¡Maldita seas! ¡Te odio!

De nuevo, volvió a recordar aquel día, sus lágrimas. Las palabras de Serena tenían ahora un nuevo significado para él. Por fin entendía que le quiso con aquello de que había destruido su mundo y, de nuevo, la imagen de ella volvió a torturarle, estaba clavada en su corazón y seguía atormentándole, aunque ahora no la veía del mismo modo.

Durante años, se había sentido culpable por lo que había hecho y, a la vez, la odiaba por no haber querido escucharle, por no haberle permitido recuperarla. Después, entendió que su odio se debía a que se sentía frustrado porque, a pesar de amarla con todas sus fuerzas, era consciente de que no volvería a ser suya jamás y ahora... Ahora sentía un profundo rencor. Él le había hecho daño, pero ella se lo había devuelto con creces.

-¡Maldición! ¿Por qué? ¿Por qué? - dijo lleno de rabia mientras daba un puñetazo en el suelo.

Alain llegó a casa de los Xintou alrededor de las once de la noche. Aparcó su coche y acompañó a Kei hasta la puerta.

- No olvides ponerte hielo y tomar la medicación.

- ¡Prometido! - dijo Kei mientras llamaba al timbre

Al oír que llamaban a la puerta, Serena fue corriendo a abrir.

- ¡Mi niño, qué alegría que estés bien! - se abalanzó sobre su hijo mientras le abrazaba y besaba.

- Ya, mamá, tampoco me fui tan lejos, y además, estoy bien - la peli miel soltó a Kei y se fijó que estaba Alain.

- Hola, Alain. Pero, ¿Y Ash?

- Se ha quedado en casa - dijo Kei - Quieren recordar su época de viajes, así que iba para largo... ¿Y papá?

- Está arriba.

-Vale, pues voy a subir a verle. Nos vemos en la boda tío Alain, gracias por todo.

- De nada. Saluda a tu padre de mi parte nuevamente.

- ¡Lo haré! - se oyó decir a Kei mientras subía las escaleras.

Una vez se quedaron a solas, Serena decidió pedirle explicaciones al investigador.

- ¿Cómo es que Ash no ha vuelto? Claro, el señor se echa sus cuentas sin pensar en los demás.... Satoshi y la acompañante de Ash, le estuvieron estado esperando para volver a casa, aunque claro... ¿Qué te vas a esperar de alguien que no tiene ninguna consideración?