Reto Establecido, Logro Desbloqueado

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Es más fácil entender la teoría de la relatividad de Albert Einstein... que a tí.
-Peter Quill-

No sabía cuánto tiempo había trascurrido desde el "fatídico día" ni le interesaba

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No sabía cuánto tiempo había trascurrido desde el "fatídico día" ni le interesaba. Su mantra actual era no pensar en el tema y actuar como si nada hubiera pasado.

Entre sus viajes a S.H.I.E.L.D. y las mortalmente aburridas juntas con los accionistas, apenas se dejaba ver algunas horas en la base y estaba agradecido por ello. Especialmente ante los intentos de emboscada por parte sus compañeros, los cuales fueron sobra decir; exitosamente sorteados... hasta hoy.

La puerta se deslizó y Steve Rogers apareció enfundado en su traje de Capitán América.

―¿Tony?

Realizó un ruidito para que supiera que le escuchaba.

―¿Qué estás haciendo?

―Mejorando unos diseños para Stark Industries.

El rubio asintió secamente y se recostó contra la mesa de trabajo a su lado, cruzando los brazos sobre su pecho.

―¿Se sabe algo nuevo sobre el grupo Zodiaco?

―No. ―Respondió con un deje de frustración. ―Tengo los satélites en modo rastreo y Hill está buscando información en la base de ellos... no hay nada. Tampoco hemos podido determinar cuál será el siguiente objeto por el que irán.

―¿Y el que recuperó Widow?

―A salvo.

―Bien.

Ambos quedaron en silencio y Tony creyó ilusamente que aquello sería todo. Lo observó por el rabillo del ojo. No se va a ir, determinó. Soltó un suspiro cansado y girándose en la silla, decidió enfrentarlo de una buena vez.

―Suéltalo.

El Capitán alzó una ceja.

―Te conozco, así di a lo que en verdad has venido.

―No puedes seguir escondiéndote de nosotros... ni de él.

―Trabajo en mi taller Rogers, como siempre hago. Así que no entiendo a qué te refieres.

Steve frunció el ceño ante el tono cortante.

―Sabes Tony ―desvió la mirada hacia la nada, bajando el tono ―encontrar a la persona que el destino marcó para ti es algo mágico. La conexión que forma... es única. Lo que sientes, lo que la otra persona siente... es indescriptible. Pero aprender a amarla es algo muy distinto... ―un extraño brillo de nostalgia y añoranza envolvieron los ojos del soldado. ―...es un reto que vale la pena intentar.

Ninguna respuesta brotó de los labios del genio, que parecía sumido en sus pensamientos.

―Te dejaré para que pienses.

Tú eres mi Soulmate?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora