EL JUEGO DE LA VIDA (Elounor) -En Pausa Indefinida-

Capítulo 3

Playlist:
•Bottom of the ocean —Miley Cyrus
•I love you —Little Mix
•Hasta que me olvides —Luis Miguel
•Right Now —One Direction
•Me niego a estar solo —Luis Miguel

Londres, Diciembre 2010

"Hey Louis una foto", "Sonrían" los paparazzis no dejaban de llegar y tomar fotos "solo soy un futbolista, no una estrella de cine" me animé a decir tratando de hacer que se alejaran de mí, parecía que acababa de contarles un chiste, se reían de mi y continuaban acosándome.

-Ven aquí cariño –tomé la mano de la chica y subí con ella al auto, no había valorado la calma de mi auto hasta que fui acosado por las cámaras.

-Esto es raro –comentó ella.

-Lo sé –tomé el volante y conduje alejándome de aquel lugar.

-De todas maneras, fue una linda velada –ella sonrió con calidez.

-Lo fue –sonreí de igual manera –espero que eso se vuelva a repetir

-Tu cumpleaños esta próximo, ¿no es así?

Asentí.

-Deberíamos planear algo –me miró de reojo -¿no crees?

Volví a asentir de acuerdo con ella.

Ciertamente estábamos en una cita, sin embargo no se sentía como una. Ella era muy agradable y llevábamos un par de meses tratando de concretar algo, sin embargo ni ella ni yo nos atrevíamos a dar el siguiente paso.

Al llegar a su departamento me bajé como de costumbre para abrir su puerta. Su rubia cabellera voló con el viento que de pronto empezó a azotar la noche, su dulce perfume invadió el aire que compartíamos y sus ojos azules brillaban radiantes. Ella definitivamente era hermosa, realmente hermosa y cualquier chico (incluso una chica) caerían ante sus encantos, sin embargo había algo que no me permitía caer con totalidad.

-Oye, respecto a lo de esta noche... -comenzó a hablar.

-Lo siento mucho, sé que fue incómodo.

-Si algo –admitió –pero creo que deberías comenzar a acostumbrarte, eres una estrella, una leyenda del futbol –debo admitir que sus palabras me sonrojaron un poco –eres el nuevo refuerzo del Arsenal, además vi tus fotos para la revista CARAS.

-Creo que para estas alturas todo el mundo las ha visto, mi madre incluso dijo que en casa todos se volvieron locos con las fotos –reí recordando lo emocionada que sonaba mi madre.

-Apuesto a que está muy orgullosa de ti.

-Eso espero, todo lo que hago es por y para ella.

-Eso es lindo Louis –sonrió y no pude evitar acercarme un poco a ella, tome su cintura con delicadeza y bese sus labios rojos.

-Buenas noches linda –susurré contra sus labios.

-Descansa Louis –besó mi mejilla y entró a su departamento.

Me subí al auto con la sensación de sus labios contra los míos, tenía un conflicto en mi cabeza ya que la chica me gustaba, ¿a quién no? Solo bastaba con verla para darse cuenta de lo hermosa y carismática que era, sin embargo eso no me bastaba. Era ridículo pensar que no podía enamorarme de ella por el simple hecho de que no era Eleanor pero, para mi desgracia, era cierto.

Después de poco más de dos años seguía pensando en ella de vez en cuando, sobretodo en momentos como esos, en los que estaba a punto de alcanzar la libertad de mi corazón para darme la oportunidad con otra chica, justo allí estaba ella sonriéndome desde las gradas mientras entrenaba en la cancha, riendo de mis bromas y golpeando mi hombro cada vez que decía una mala palabra o la hacía enojar. Eleanor Calder seguía presente en mi vida a pesar de que no la había visto ni una sola vez después de aquel partido.