; O.2 ;

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— Adiós, Mei— se despidió su madre.

— Adiós mamá— le dedicó una cálida sonrisa a su madre.

— Mei, aún estamos a tiempo, ¿segura que. . .?— la interrumpió.

— Sí, mamá, es necesario. además, estaré bien—

— Lo siento, Mei. nunca debí sugerirte que. . .— comenzó a llorar en silencio.

— Shh. . . te amo, ahora debo irme— tomó la maleta, y se dirigió a la limusina.

— Adiós— dijo su hermano gritando.

Ella giró sobre sus talones y le miró a los ojos.

«Cerda» fue lo que deletreó silenciosamente a su hermana.

Ella siguió su camino.

A la madre de la pelirosa, le ofrecieron una gran cantidad de dinero por Mei. Y por una gran cantidad de dinero, me refiero a una gran cantidad de dinero. No estando en su sano juicio, Ayano, la madre de Mei le contó. Ayano no rogó, ni obligó a nada a la chica, ella aceptó porque quería ayudar a su madre, ya que siempre ella la apoyó y cuidó en todo momento, a pesar de no ser suya. Mei iba decidida a hacer lo mejor, y a no defraudar a su madre. . . Luego de un largo trayecto, llegaron a una inmensa mansión, en la cual un hombre alto, albino, la esperaba en la entrada. Se dirigió hacia él.

— Hola— saludó amablemente el canoso hombre.

— Buenas noches— Respondió, haciendo una reverencia.

— Vaya, parece qué hice una buena elección— sonrió— Ven, pasa—

Ella asintió, y siguió su camino.

Le señaló un sillón, en el cual se sentó, cruzando sus piernas.

Hubo un silencio sepulcral, hasta que Mei decidió hablar.

— . . . ¿Me permite hacerle una pregunta?—

El asintió.

— ¿Cual es su nombre?—

— Tougo Sakamaki— respondió.

( . . . )

— ¡Oi!, ¿qué haces tú ac. . .— Ayato notó la presencia de la chica, que se encontraba sentada, junto con él frente a ella.

La chica mantenía la mirada baja, y algo asustada, como si acabase de enterarse de algo.

— ¿Quién es ella?— preguntó el azabache.

— Ella es la nueva novia— señaló— Que dure más— susurró Tougo a Reiji, mientras salía por la puerta.

— ¿Mei?— preguntó su nombre, el azabache.

Ella lo miró, esperando a que hablara.

— Ayato— dijo— Enseñale dónde dormirá—

— Tch, Shuu no hace nada en todo el día, pídele a él— se negó.

— Ése es un caso perdido. Ahora vete—

El pelirrojo chasqueó nuevamente la lengua, y se levantó con resignación de su lugar.

— Ven— habló con total indiferencia.

Ella intentó seguirle el paso.

Llegaron a una habitación algo amplia, de color blanco, con un tocador y un armario bien colocados, junto con un pequeño balcón, que daba con el jardín delantero.

— Es acá— habló aún enojado.

— Gracias— comentó indiferente, mientras entraba en la habitación, dejando al pelirrojo detrás.

( . . . )

Mei estaba aún acomodando las últimas cosas, cuando un castaño entró por la puerta.

Ah, Reiji-kun dice que es hora de cenar

Ok, ¿Laito?— preguntó.

Ara~ Mei-chan ya sabe mi nombre~—

Ella asintió, y siguió al mayor por la mansión, llegando a un amplio comedor, en el cual se sentó en el único lugar desocupado; entre Laito y Ayato.

Para Mei era incómodo estár en esa situación. Una duda cruzó su mente. . .«Si son vampiros... ¿porqué comen?, si deberían beber sangre. . . de mi.» tragó pesadamente.
«Si es así, prefiero que coman de todo, menos mi sangre.»

Ne, Mei-chan, tu cabello es muy lindo~—

Ella sólo le sonrió levemente.

Parece una muñeca humana, ¿ne, teddy?— Dijo silenciosamente Kanato.

Un escalofrío recorrió la espalda de Mei.

( . . . )

; Hola ;

Éste es un libro el cual llevo muchísimo tiempo
rehaciando, ya que no me gustaba
como quedaba.

[Y no, Yuma, y Ryuu no tienen relación, sólo que
quería que el le tuviera un apodo
antipático a Mei, y eso llegó a mi mente]

Pero finalmente organizé mis ideas ;v;

Espero que te guste, y si es así, deja una estrellita :D

¡Gracias!

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2017 ⏰

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