"Always Love" (Fanfic SHINee)

Capítulo 21: sunlight

[Katte]

Cuando era pequeña pensaba que a mi padre nunca se le acabarían las sonrisas porque creía que estaba relacionado a su felicidad, por ende, no debería dejar de mostrar una. Tiempo después lo vi llorar y mi corazón se quebró ante tal escena. Era la primera vez que veía esa faceta y no sabía identificar mis sentimientos. 

Dicen que un amor, correspondido o no, puede romper tu corazón y eso estaba ocurriendo ahora. Había roto un corazón puro, un corazón que merecía otro amor. 

Decidí ignorar mis pensamientos, y regresar a la sala de espera. Si era necesario pasar la noche allí, lo haría. HaRa y su pequeña formaban parte de mis prioridades, sin embargo la imagen de Kyu no salía de mi cabeza. Estaba destrozada por dentro, pero hacerlo notar solo incrementaría la culpabilidad. 

—¿Vas a quedarte aquí? —dejó caer su cuerpo sobre el asiento—. Te esperé mucho tiempo y tengo mucho sueño.

—Estuve pensando que no debería dejarla sola. Desde que Henry murió prometí que no la abandonaría.

—Ah, esta niña tonta. Si Kate estuviera aquí, estaría enviándote a dormir. Sí, eso es lo que ella haría. Así que no debes sentirte culpable —dio leves golpecitos en mi cabeza como si fuera una pequeña de ocho años—. Si no quieres despegarte del asiento, te acompañaré. Porque ni pienses que voy a permitir qu...

Lo abracé, lloré en silencio y aposté todas las fresas del universo a que él me estaba viendo como una demente. 

Las manos de Kyu pasaban por mi cabellos en un intento fallido por consolar mi repentino lloriqueo. No pronunció palabra y tampoco deseaba que lo haga. Se sentía tan bien, después de todo, tenerlo a solo centímetros. Y así fue como descubrí que no quería perderlo de ninguna forma posible. 

—Eres muy llorona, ¿sabes? Creo que ni mi madre llora tanto como tú y eso que es muchos años mayor. ¿Alguna vez has pensado que tienes el alma de una anciana? 

—Yah! Soy más joven que tú y tienes el descaro de llamarme anciana —mis ojos se pusieron saltones y Kyu empezaba a reír por cómo es que mi voz se escuchaba tan fuerte en toda la sala—. Ojalá que las canas aparezcan en tu cabellera con rapidez.

—¿Te han dicho que eres muy gritona también? Qué chica más exasperante. Así nunca conseguirás esposo y te quedarás sola cuidando gatos.

—¿Y a ti te han dicho que eres el mejor amigo de todos? —nunca pensé decirlo, pero debía hacerlo—. No sé si sea un buen momento para esto, pero estoy agradecida de que estés aquí.

—Eso es lo que hacen los amigos.

La expresión de su rostro, su tono de voz pausada, y esa sonrisa de 'no quiero pero lo acepto'.

Kyu estaba a punto de hablar y yo estaba ansiosa de escucharlo, pero el sonido de la camilla acompañado de los gritos de HaRa interrumpieron la escena. ¿Cómo es que estaba ocurriendo eso? El doctor le hablaba con serenidad mientras ella solo pedía a gritos que la intervinieran. 

La enfermera que estaba con ella dio media vuelta hacia nosotros y atinó a decir que el momento había llegado. Al parecer todo estaba bien, aunque la idea de lo prematuro que era seguía tintineando en mi mente. 

—Ella es fuerte, podrá con esto —Kyu intentó apaciguar la tensión y sostuvo mi mano por un ligero instante.

La frase de Kyu es cierta. HaRa demostró fortaleza ante la repentina muerte de Riley, las cuentas del hogar y mis dramas amorosos. A pesar de todo, ella mantenía una sonrisa en el rostro, una sonrisa que inspiraba esperanza y un buen panorama. HaRa se convirtió en una hermana mayor, confidente y gran amiga. No podía imaginar un mundo sin ella cuando se ha convertido en mi familia.

HaRa regresó a casa con una nueva integrante de mejillas regordetas color carmesí y yo no pude estar más a gusto con su compañía. Aún recuerdo cuando vi a la pequeñita por primera vez. ¡Pensé que moriría en cualquier instantes! Apenas y pude controlarme. Quería comer a besos aquellas mejillas. 

TaeMin nos visitó llevando una canasta llena de dulces, como si ella pudiera comerlos cuando sabe perfectamente que le prohibieron consumir carbohidratos. Aunque creo que los llevó para comérselos él porque absolutamente no aceptaría nada de él. 

—Tsk, es para HaRa —sus ojos tomaron un gran tamaño y no pude evitar reír. ¿Por qué me han hecho tan voluble ante los chocolates, por qué?—. Si me hubieras avisado, probablemente te habría traído una caja.

—No me gustan los chocolates, Lee. —Fingí ser indiferente ante los dulces y me sentí culpable por aquella traición.

—¿En serio, Kate? —cuestionó con asombro y extrañeza—. Entonces no vuelvas a pedirme ni una manzana acaramelada.

HaRa tenía en mente muchos nombres, pero Sol fue el que le robó el corazón, aunque era en español y no podía pronunciarlo correctamente, así que lo cambió a Sun ya que parecía más sencillo. Sun, nuestro rayito de sol. 

TaeMin le hacía caras extrañas a Sun, pero la pequeñita solo lloraba cuando él estaba cerca de ella. KyuHyun decía que eso heredó de mí; sí, por lo llorona y berrinchuda. 

—Me pregunto cómo será tu hija. Espero que no llore tanto como tú. 

—Aún soy joven para ser madre. Debo terminar mis estudios, viajar, conocer a más personas y tal vez así conozca al padre de mis hijos.

—¡POBRE HOMBRE! —lo fulminé con la mirada enviándolo a planetas no descubiertos por el hombre.

—Cálmate Cho o te ganarás unas buenas palizas. 

Mientras TaeMin hacía llorar a Sun, KyuHyun preparaba una bebida para HaRa y preparaba panqueques para los tres. Era extraño cómo es que nos encontrábamos unidos y sin un ambiente de tensión. Dicen que los niños tienen el poder de unir a gato, ratón y perro; pues creo que es cierto. 

Pero seguía mi gran interrogante. Ahora no se trataba de mí, se trataba de ellos, de sus sentimientos y de lo cruel que estaba siendo. 

Necesitaba rayos de sol para aclarar mi confusión, rayos de sol para encontrar una respuesta; tal vez ya la tenía y no quería aceptarlo, tal vez era mejor tener caminos separados. 

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Han pasado 84 años... ¡LAMENTO HABER DEMORADO TANTO! Hace unas horas desempolvé esta cuenta y me pregunté si debía continuar el fic porque estoy en una terrible sequía de ideas, también porque no podía dejar una historia incompleta. Tuve un poco de miedo porque lo había abandonado a tal grado que no sabía cómo continuar.

Lo lamento mucho, no prometo escribir seguido porque hay deberes por cumplir, pero no lo abandonaré. Gracias a las bellas personitas que comentaron y aún esperan por un capítulo. Valen todas las fresas el mundo. TT