Pasados unos minutos Kathair se consiguió calmar. Una voz dentro de él le había hablado. Se sentía extraño, no solo le impactó todo lo que le acababa de suceder sino que tampoco se sentía como siempre en su persona, como si algo dentro de él hubiese cambiado. Decidió no darle demasiada importancia y siguió su camino con total normalidad.
Cuando se despertó a la mañana siguiente seguía dándole vueltas a lo que le pasó el día anterior.
-Será mejor que me de prisa, llegaré tarde a clase.
A pesar de salir corriendo de casa perdió el bus. Pocos segundos después apareció una chica.
-¿Tú también lo has perdido?- preguntó ella.
-Sí- contestó él desganado.
Marcharon juntos.
La chica le llamó bastante la atención,parecía diferente.
A partir de entonces siempre caminaban juntos e incluso compartían algunos gustos y aficiones.
-Qué suerte haberla encontrado- pensaba él.