Sólo se había avisado a los dioses de la academia de Zeus, de la nueva llegada de alguien.
Nadie sabia nada, solo Zeus y Thoht, ni los propios hijos de Zeus sabían nada.
Murmullos se escuchaban en la mañana a la llegada a la academia.
¿Que pasará?...
El Sol se alzaba frente a una montaña mientras una chica albina se encontraba mirándolo, ella era la diosa, pero no una diosa cualquiera sino la diosa de la seducción.
Admiraba el paisaje mientras su cabello era constantemente peinado por sus dedos, finos y largos, que estaban unidos a unas manos suaves y delicadas y su cuerpo, era algo hermoso de contemplar, unos brazos delgados, unos pechos bien proporcionados unas curvas definidas y unas piernas ni muy gordas ni muy delgadas, un rostro sereno que en seguida cambió a uno preocupado y asustado, al ser llevada por un torbellino a un lugar para ella desconocido.
Al posar sus pies descalzos sobre el pasto donde fue dejada observó todo con claridad y su ceño fue fruncido.
—¡Zeus! -un suave pero potente grito fue escapado de sus labios al darse cuenta de donde estaba atravesó numerosos pasillos de manera rápida hasta llegar a una sala donde 8 chicos y una chica estaban allí y Zeus postrado en lo alto de las escaleras de aquella sala.
—¡Tú! ¿¡Cómo te atreves a traerme aquí!? ¡Estaba a punto de entrar a la ducha, maldito! ¡Me enfadas demasiado Zeus! ¿¡Con que autoridad me traes aquí!? ¿¡Que hice yo!?
Los chicos miraban a la albina embobados y se sorprendieron al verla gritar a Zeus a pesar de que su voz era suave su grito era potente.
—Señorita Koshiso, tranquilicese ahora explicaré el motivo.
—¿¡Cómo quiere que me tranquilice!? ¡Mi padre esta enfermo y mi madre esta dirigiendo todo en nombre de mi padre!
—Chicos -habló ignorándola— Ella es CatKoshiso la diosa de la seducción, su madre Afrodita y su padre Hefesto, su hermano es Eros...
—Mmm~ te gusta hablar demasiado sobre mis padres, todo el mundo pensaba que mi madre era la diosa de la belleza nada mas pero en verdad es la diosa de la lujuria al igual que mi hermano -soltó una risa provocativa que hizo que los chicos se sorprendiesen.
—Estas aquí para estudiar las costumbres humanas, al igual que el resto de ellos -esta se giro a observar a los chicos allí presente mientras su mirada se quedó fija en un pelirrojo y en un peligranate.
—Con que tus hijos también ¿eh~? Eres cruel Zeus, obligarlos a estar aquí, prefiero tu faceta infantil ¿sabes? Aunque yo quería ver a Thoth-sama y a Anubis hace tanto que no los veo -soltó una leve risa y camino hasta detrás de una columna donde estaba Thoth y esta puso sus brazos a cada lado de la cabeza de este—Nfu~ Cuanto tiempo Thoth -llevó su mano a la mejilla de este — Podrías sonreír~ -salió de detrás de la columnas y miro a todos de nuevo.
—Te los presentaré a todos, mi hijo, ApoloAganaBelea, Dios griego del Sol.
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