Capítulo 1

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Me encontraba en el aeropuerto de Corea del Sur, Seúl. Directa para salir del recinto y a la espera de encontrarme con una pareja mayor con mi nombre en una pancarta, ya que seria mi nueva familia por así decirlo, estaba de intercambio e iría a vivir durante todo un trimestre en una casa familiar; eso hasta que llegaran las vacaciones de invierno. Tenía muchísimas ganas de aprender y ver esa maravillosa ciudad. ¿Encontraría algo interesante? Este cambio de aires me hacía sentir liberada de mi rutina vida escolar en mi ciudad, aunque no me quejaba de ello.

Cuando estaba buscando mi nombre vi a un hombre de unos sesenta años con unos pantalones marrones, una camisa blanca y con una chaqueta marrón parecida al mismo color del pantalón, una bufanda negra y sus canas resaltaban un poco pero aún tenía bastante cabello, sus ojos eran rasgados como casi todos los que estaban allí, totalmente asiático y se le marcaban un poco de arrugas en su cara pero su sonrisa era amable mientras levantaba bien alto el cartel con mi nombre escrito. Ande hasta allí con una pequeña sonrisa tímida, me sentía algo nerviosa.

- Hola. Soy Anna, encantada.- dije en coreano, ya que había aprendido lo básico en la escuela de idiomas e hice una reverencia, algo que me enseñaron hacer ya que allí es habitual, se le llamaba tener respeto hacia las personas y lo encontraba perfectamente bien, ya que en mi ciudad eso se había perdido bastante.

- Hola. Yo soy Chung He, encantado de conocerla.- e hizo su reverencia elegantemente, nada que ver con mi reverencia torpe de hacía unos segundos atrás. - Nos está esperando mi mujer en el coche.- dijo con una sonrisa y me ayudó con las maletas, llevaba dos, una grande y la otra más pequeña. Le seguí sin decir nada más, pero mis ojos contemplaban lo que tenía a mi alrededor, que era el aeropuerto. Era enorme, moderno y precioso y que además me fije que una se podía perder fácilmente en él, nada que ver con el nuestro, ni punto de comparación con él.

Cuando llegamos en el coche, una mujer de su casi misma edad bajó de él, llevaba un vestido bastante tradicional para mi gusto, pero a la vez era bonito. Me hizo una reverencia con elegancia. ¿Algún día aprenderé hacerlo tan bien como ellos? Porque me encantaría.

- Esta es mi mujer Ji Young.- le hice la misma reverencia igual de torpe que antes, esperaba poder hacerlas mejor cuanto pasara el tiempo en la ciudad.

Pusimos mis maletas detrás y nos subimos todos en el coche. Tuvimos una pequeña charla, me contaron que ahora vivían solos pero que tenían dos hijos, una hija con su propio negocio de la moda y viviendo sola, y un hijo de un año más mayor que yo, pero que tampoco vivía con ellos por su apretada agenda, algo que no entendí mucho porque hubo un par de palabras que no comprendí y no pude entender toda la última frase, pero tampoco le di mucha importancia en que trabajaba su hijo para estar tan ocupado. El resto del viaje estuve mirando por la ventana contemplando Seúl, impresionaba bastante, era todo tan diferente a mi ciudad y mira que la mía era grande pero no de este modo, los edificios eran enormes y con anuncios espectaculares, todo se veía tan limpio comprada mi ciudad natal, Barcelona. No tenía nada que ver, impresionaba de ver cómo todo podía ser tan moderno como tradicional. Increíblemente precioso de contemplar, podía estarme horas mirando, hasta que me di cuenta que entramos por calles más pequeñas, más tradicional, casas pequeñas, y apartado de la ciudad principal.

- Ya hemos llegado. - dijo la mujer mirándome, me hizo sacar de mi ensoñación.

Cuando entre vi que su casa era bastante grande, me esperaba algo más tradicional, pero me equivoque. Tenía dos pisos, abajo el salón con la cocina y un patio trasero, arriba las habitaciones con el cuarto de baño. Me dejaron escoger la habitación que más quería, la de su hija o hijo, mire las dos y después de verlas me quede con la de su hijo, no sabia porque pero me gustaba mucho más, además de estar más lejos de la suya para no molestar y más cerca del cuarto de baño. Me instalé en la habitación, se notaba que era de chico, tenia un póster de algún grupo de música de hip hop o eso parecía, muchos CDs y cómics, fui a chafardear alguno de sus cómics pero me desilusione al ver que estaban escritos en hangul y ese nivel apenas lo tenía, así que lo deje resignada. Tenía un par de miniaturas de coches, alguna figura de Bart Simpson y poco más. La habitación estaba pintada de un azul claro pero eléctrico y eso me gusto más, me sentía cómoda allí.

Un viaje de 180º (G-Dragon Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora