Capítulo 1.

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Llego a la cafetería y pido amablemente a la señora que atiende ahí, un licuado de fresa, esta me lo da le entrego el dinero y luego busco un lugar para Sentarme. Hoy el colegio a estado un poco aburrido, casi no he visto a mis amigas y solo he tenido dos clases. Tan sumergida estoy en mis pensamientos que...

- ¡Vanessa! - Un fuerte grito a mi lado me hace reaccionar. Volteo muy molesta a ver quien fue el grasioso que hizo esto, y al hacerlo cambio mi cara de enfado a una de alegría, al ver a mis amigas ahí.

- Hola.- alargo la A. - ¿Donde se habían metido? - hago un espacio para que se sienten aquí.

- Estábamos en la junta esa que hacen una vez al mes y se extendieron mucho; después fuimos a hablar con la directora. - Explican.

- Que flojera con sus juntas. - digo burlona. Támara asiente con la cabeza y con un puchero gracioso.

- Ay ya sé, ya me tienen harta de todo esto! - Carolina habla esta vez. Río

- Son unas exageradas. - Tomo de mi licuado.

- ¿Que han hecho en clase? - Támara

- En clase de Física hicimos algunos ejercicios pero como no los terminamos no nos revisó. - Digo - y en clase de Ingles se pusieron de acuerdo para lo del proyecto rex. - Término de decir.

- ¿Solo tuvieron dos clases? - Pregunta Carolina.

- Si - la veo tomando de mi licuado.

- Haaa pues si. - Tamara da un golpe en la mesa. Muy común en ella. - No tenemos profesor de literatura y la profesora de mate nos dijo que hoy no vendría.

- Exactamente.- digo. - ¿no van a desayunar algo?

- Yo iré por una torta - dice Carolina.

- Yo quiero una torta también. - Ambas se levantan, y se acercan a la barra.

La voz del director se escucha en los alta voces de toda la escuela:

- '' Señorita Dallas, Preséntese en dirección ahora mismo.'' - Esa soy yo. Me levanto y veo que todos están viéndome como si hubiera hecho algo malo. Tamára y Carolina me ven con curiosidad. Me encojo de hombros y les hago una seña de ''ahora regreso'' ellas asienten y yo voy camino a la dirección.

Camino por los pasillos los cuales están casi vacíos, ya que es receso y la mayoría esta en cafetería, en el campo o en la cancha. Voy tan sumergida en mis pensamientos que no vi a la persona de pecho grande con la que acabo de chocar.

- Ay que tonta. - Me alejo de esa persona y solo puedo ver su traje manchado de café, que vergüenza. - Lo siento fue culpa mía. - digo muy apenada.

- No se preocupe señorita ha sido culpa mía, venia tonteando con mi celular y no me fije. - se explica él también. Alzo la mirada del suelo por primera vez a su rostro, es un tipo alto con una sonrisa... ¿amable?

- Una disculpa. - digo seria.

- Descuide. -Sonríe.

- Con permiso. - digo pasando por su lado para seguir mi camino

- ¡Disculpa! - Dice y se acerca a mi. - ¿Puedes decirme en donde está la dirección? - Me pregunta.

- ¿Dirección de secundaria o de Preparatoria? -

- Preparatoria. -

- Al fondo a la izquierda y al final del pasillo. - Explico.

- Gracias. - Dice y me sonríe. Le hago una sonrisa un poco apagada y continuo con mi camino; siento sus pasos atrás de mi, lo cual hace que me ponga un poco nerviosa. Pero recuerdo que él también va a la dirección.

Jamás lo hubiera imaginado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora