Estábamos entusiasmados, hoy nos íbamos hacia Nueva York.
Cogimos un taxi y nos dirigimos al aeropuerto. En el taxi cogí el móvil para avisar a mi padre por whatsApp, que ya me iba hacia Nueva York.
*Conversación whatsApp*
Yo: Papá, ya casi estoy en el aeropuerto, cuando llegue te aviso.
Papá: V ale mi niña, si te pasa lo que se envíame un was o llámame.
Yo: Papá se dice whats y gracias por todo te quiero adiós.
Papá: Adiós mi niña.
*Final de la conversación de whatsApp*
Al fin llegamos al aeropuerto y nos dirigimos al mostrador para comprar el billete, generosamente me pedí la última para poder comprarlo.
Cuando por fin acabaron todos llegó mi turno, pedí mi billete y la chica me dijo con su sonrisa amistosa:
Chica del mostrador: Perdone jovencita pero no quedan más billetes.
Yo: ¿Perdone?, ¿Me está diciendo que no podré coger este vuelo?
Chica del mostrador: Exactamente, lo siento.
Yo: ¿Y para cuando habrán billetes?
Chica del mostrador: Hoy mismo podrás coger el primer vuelo hacia Canadá y a continuación, cogerás otro hacia Nueva York.
Yo: Que remedio. Deme un billete hacia Canadá. ¿Cuándo despega?
Chica del mostrador: Despegará en 10min.
Con los billetes en la mano, miré a mis amigos hablamos sobre el encuentro en Nueva York, nos encontraríamos en el hotel donde habíamos alquilado una habitación para los cuatro. Me despedí y me dirigí al avión con mis maletas.
Estaba dentro del avión, sentada en el asiento, y mi compañera de asiento era una señora mayor de unos 70 años.
En medio del vuelo oímos unos disparos en la parte trasera del avión.