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Victoria es Victoria. Nació en invierno y según sus padres un dios de los cielos bajó ese día para bendecirla.
Victoria no se lo creía y hasta se enfadaba a veces con sus familiares por contar esa ridícula historia.
Ella no creía en esas cosas.
Tenía dieciocho años. Vivía tranquila en su mundo de vestidos y en su gran palacio lleno de belleza y lujos.
Lo tenía todo, o eso creía.
Un día, una noche de otoño cuando tenía solamente doce años vio algo. Tras su ventana en la planta más alta de su casa vio a un hombre, de aspecto pobre, caminar por las hojas de colores del jardín.
Su corazón se desbocó y ella se asustó de sí misma. Qué era aquel sentimiento?
El mundo enteró pareció desaparecer bajo sus pies, sentía un fuego en su interior indescriptible. Algo que la llenaba como nunca la habían llenado ningún vestido o lujo.
Corrió por las escaleras, tenía que verlo, tenía que ver el rostro de ese hombre. Descendía como un relámpago. Salió por la gran puerta y corrió al encuentro del caballero.
El jardín estaba solitario.
El hombre estaba en la otra punta, al lado del rosal.
-Ey tú! Quién eres?
Se aproximó más y más, más y más hasta que algo la invadió por dentro, algo que no era ni miedo ni terror.
Algo que no sabía nombrar en aquel entonces.
Las flores desaparecieron, la atmósfera era la más liviana del universo. Quién era él? Pensó ella
Las sangre de mis manos se secaba rápidamente, la calidez de su presencia vibraba a mi alrededor. Era de verdad ella? Pensó él
Que el tiempo se equivoque y que nos encontremos parece tan difícil... pensaron ambos.
Victoria se asustó de su cabeza, no le conocía y a la vez sentía que sí, por qué su mente había ...?
Ella se dio cuenta de la sangre de las manos del hombre tarde, sostenía una rosa, apretada y con las espinas clavándose en sus manos. Le miró el rostro, había algo que también se clavaba en su alma.
El caballero elevó los ojos y miró a la muchacha. Sus ojos negros brillaban más que la mismísima luna y su pelo castaño en coleta resaltaba sus aires de bárbaro.
Él desvió su mirada a la luna al ver a la chica aproximarse
-No debería acercarse, alteza
-Usted no debería estar aquí, tengo derecho a ver los rasgos del hombre que~
-No señorita, yo solo rompo las cosas bellas, si no fíjese en esta rosa que aquí sostengo. He destruido algo hermoso, no quisiera destruirla a usted también.
Parecía tan trite... parecía tan solitario, aquel hombre estaba tan solo a los ojos de Victoria. Se acercó más, hasta estar frente al bárbaro. Le acarició el mentón y la mejilla. Aquel personaje por lo menos tendría veinte años. Eran tan alto, tan apuesto...
-No estas solo- le dijo la chica con una sonrisa
Eso conmovió tanto al hombre que sus ojos se pusieron vidriosos pero él no podía permitirse llorar.
-Me tengo que ir.
-Por qué?
-Dama, soy un intruso en esta casa, es lo correcto
Ella le agarró de su capa.
-Volverás?
-No sé...
-Prométemelo, cada semana volverás! Una vez al menos.
-No creo que me dejen entrar a palacio
Victoria no entendía su corazón, por qué necesitaba tanto verlo? Por qué le dolía tanto que se fuese?
-Entonces toma- Se quitó su anillo de piedras preciosas y plata y se lo entregó
-No puedo aceptar esto
-Volverás?
-Volveré
El extraño se quedó con el anillo y desapareció frente a la chica.
El extraño nunca más regresó.

He decidido crear otra historia romance fantasía. Será más secundaria que la otra Me enamoré de un demonio pero trataré de hacer episodio cada día( en todo caso cada dos) qué os parece? La otra novela está mucho más desarrollada que esta(tiene más de diez capítulos) así que tmb podéis pasaros por mi perfil a verla. Espero que os guste esta nueva!!!

Búscame por las flores!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora