1. Donde todo inicia.

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1. Donde todo inicia.

El inicio, siempre debe de existir uno, en los juegos lo hay, no puedes ganar sin siguiera jugar, sin iniciar, y tampoco puedes jugar ya teniendo la victoria segura, porque en ese caso nunca se inicio y no habrá un final antes que un inicio. Todo esta escrito, el inicio va siempre antes que el final, solo se llega al final después de iniciar.

Y aquí es donde todo inicia. Donde la historia comienza a tener frutos, frutos jugosos y abundantes, frutos infinitos.

No voy a hablar de atrás hacia adelante, ni de adelante hacia atrás, tampoco voy a dar detalles a fondo, mucho menos decir las cosas por encima. Porque si bien, el detalle lleva al éxito, este no es un éxito que yo deseo, porque no me pertenece, y no quiero que me pertenezca.

La historia se sitúa en alguna parte del mundo, y en algún tiempo en especifico, en un paisaje cualquiera, mas no en uno cualquiera, con algunos personajes, algunos mas iridiscentes que otros, y algunos cuantos te dejaran sin ver por un largo tiempo, pero la vista volverá, siempre vuelve.

Porque la magia no solo esta dentro de un sombrero, y el milagro no solo ocurre en las iglesias.

Porque el inicio es impredecible, y el final lo es mucho mas.

Porque el inicio no siempre es el inicio, como cuando inicias la universidad, no la inicias cuando tu lo decidas, pero asistir a cursos, prepararte, presentar el examen, ese no es el inicio, como cuando hay una carrera, el inicio se marca cuando la pistola humea y resuena en todo el lugar, y las vueltas de calentamiento no son el inicio, como cuando nace un bebe, ese es el inicio, y los nueve meses en el vientre de su mama, ese no es el inicio. Inicio solo hay uno, lo que ocurra antes es obra de lo infinito.

Y aquí es donde todo inicia. Por el inicio y con su antecesor infinito.

El haber dejado a Jordan solo en esa cama fue el inicio, pero el infinito es mucho más reconfortante, lo prometo.

Ese día su mamá salió de la ciudad a comprar el súper, muy común de ella en los viernes, porque a pesar de todo, el infinito siempre lleva un orden, es inquebrantable. Y yo me ofrecí a cuidar de Jordan, lo hubiera hecho de todas maneras, era inevitable, como una extensión de mí. Y todo seria sencillo, un par de juegos de mesa, que se transformarían en juegos de cama, sin el sentido sexual en el cambio de palabra, un juego de cartas o de crear palabras en el tablero, o uno de comprar hipotecas y cobrar por ellas, o uno de hablar, ese nunca fallaba, y las posibilidades de perder son casi nulas, casi.

Jordan se portaba bien cuando su mamá no estaba presente, como todo adolescente rebelde de corazón noble, inquebrantable.

Una cama* seria mas que suficiente, sobreviviría todo el día; la cama.

Las cosas iban bien, al final el juego de las palabras fue el vencedor ante tal decisión, se hizo algo de trampa, pero como no había repetición, no se pudo saber cual era lo justo y el árbitro estaba distraído, y al jugador no le importo hacer trampa. Las provisiones se acabaron, pero el apetito no, y cuando se habla del estomago, no es necesaria la discusión de por medio para saber cual será el vencedor.

Así que, ante la falta de provisiones, solo yo era la única persona que podría ir por más, aunque no fuera la mejor opción, porque dejar a Jordan solo significaba muchas cosas y ninguna de ellas era buena. Al final, tras diez largos minutos de advertencias e indicaciones, deje a Jordan acostado en su cama, rectifique la cama y le volví a repetir que no hiciera nada en mi ausencia.

Y te preguntaras, ¿Cuáles eran esas cosas? Tal vez no eran muchas cosas como lo hice sonar, pero para mí esa única cosa tenia el tamaño de millones de cosas, pero no puede decir que eso significaba millones de cosas, eso definitivamente es una exageración. Solo era una cosa, una cosa que desataría a las demás: Jordan acabándose a propósito la cama y no volviéndose a poner una nueva, porque lo sabia, yo lo sabia, sabia que él no aguantaba eso, pero la decisión no estaba en mi, y desafortunadamente en él tampoco. La decisión estaba en el aire, en donde el frió y el calor se juntan para crear un hermoso desastre.

Nuestro infinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora