Capítulo uno: Amnesia

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- ¿Amnesia?- repito por cuarta vez en el trayecto a "casa".
Si, a "casa" ya que no recuerdo ni donde vivo. Mi madre va sentada al volante; parece nerviosa, pero intenta aparentar que no para tranquilizarme, lo que me enerva el doble.
- Lia, si te mareas dimelo. - dice, aun sonriendo.
- Mamá estoy bien, solo quiero llegar a casa y dormir. - respondo con desgana
¿Dormir? pienso. Tengo curiosidad por ver mi habitación, mi cama. Pero ya tendré tiempo para explorar todo a fondo, ahora necesito descansar.
Me han dado el alta hace unas horas, y desacostumbrarme al hospital me está costando lo mio; pero a esa horrible comida no la echaré de menos ni en sueños, eso lo tengo claro.
- Bienvenida! - suelta risueña mi madre.
Nunca me habia fijado en la sonrisa tan bonita que tiene, es curioso.
Subo a mi habitacion siguiendo las indicaciones de orientacion de mi madre; y al fin llego.
La habitacion es rosa, grande pero acogedora. Hay varios muebles con un montón de cajas que ya tendré tiempo de mirar, y una gran cama que parece estar llamándome a gritos.
Me quito mis sandalias con cuidado, y me echo a dormir, directa.
.......
- Lia...Lia...¡Lia! despierta - oigo gritar
Abro los ojos y veo una chica, de mi edad mas o menos.
-¿Quien es?- pienso
La observo mas detenidamente. Ojos verdes y grandes, pelo negro azabache hasta la cintura, rasgos exóticos, labios carnosos, y parece tener un cuerpo bonito. Una belleza bastante peculiar, llamativa, explosiva, pero bonita.
-¿Quien eres? - consigo decir
-Soy Abby, tu mejor amiga. ¿Es cierto lo de la amnesia, no te acuerdas de mi?-pregunta algo apenada.
-No logro acordarme de muchas cosas, pero dicen que es posible que recuerde con el paso del tiempo.
-Bueno, pues conozcámonos otra vez. Vístete, te he dejado ropa preparada ya, y salgamos a enseñarte Madrid.
La ropa que me ha elegido es preciosa: conjunto de sandalias con cuña, unos vaqueros negros y una blusa roja; me encanta. Mi pelo ondulado cae por mis hombros, asi que me lo peino un poco y me echo perfume, antes de salir.
-¿Abby? ya estoy. -grito
-Sh no grites, tu hermana duerme aún- me dice entre susurros.
Mi hermana...osea que tengo una hermana y ni siquiera me acuerdo de ella, lo que consigue ponerme triste unos momentos.
Bajamos hacia la calle y busco su coche pero no hay ninguno por aquí cerca.
-¿Iremos en taxi?- pregunto
-Iremos en mi pequeña- dice señalando una flamante Guzzi roja.
Ahogo un grito al ver la moto ante mis ojos. Mi amor por las motos no ha cesado, y creo que de esta me acabo de enamorar.
Me pasa un casco y me agarro a ella mientras salimos disparadas por las calles de Madrid, y mientras admiro el paisaje sonrío para mis adentros.
Algo dentro de mí echaba de menos a Abby.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2018 ⏰

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