The Light Of My Eyes.

Capítulo1.

Me desperté sabiendo que algo me faltaba, me sentía incompleta, vacía, rota.

Me levanté creyendo que tendría uno de tus mensajes de buenos días, pidiéndome que despertara por que te hacía falta. Que desilución más grande sentí cuando ni siquiera podía acceder a tu foto de perfil.

El ¿Por qué decidiste eliminarme? Es algo que me pregunto a diario, ¿Qué hice mal? En parte te estoy agradecida por esa decisión que tomaste, me ahorraste unas cuantas lágrimas. Fue muy doloroso para mí enterarme que una semana más tarde de nuestra separación tú encontraras "Al amor de tu vida" ¿Cómo puedes llamarla así? Después del tiempo que pasaste conmigo.

Puede que para ti sea muy poco, para mí significó lo contrario. Fueron los mejores meses de mi vida. Bueno casi, ya que decidiste darme "El mejor regalo de aniversario". Recuerdo todo, cada detalle....

"-¿Entonces es versión limitada?- El sujeto que me atendía asintió con cara de fastidio y lo comprendía ya que era la octava vez que lo preguntaba.

-Si, señorita, versión limitada, solo queda un ejemplar ya que es uno de los videojuegos más esperados del momento, ¿Lo va a comprar sí o no? -Asentí sabiendo que me tocaría sacrificar todo un mes de almuerzos en la Universidad, pero la ocasión merecía un regalo especial, te merecías eso y más.

Salí de la tienda con una sonrisa en mi cara, mi bolsillo comenzó a vibrar tomé el teléfono y vi que era tenía un mensaje tuyo.

-¿Puedes venir a mi casa?- Leí de nuevo el mensaje, ya que no contenía ningún corazón.

-Claro amor ¿A qué hora?- conteste.

-A las siete, no llegues tarde. -

Me parecía muy raro tu indiferencia hacía mí, pero decidí no darle importancia, ya que hoy era un día especial. Llegué a mi casa y chequé el reloj de mi cuarto, ¡Mierda! Las 6 de la tarde. No me va a alcanzar el tiempo para arreglarme, me puse mi vestido rojo, ese que tanto te gustaba, hice una coleta y puse mi labial favorito, acomodé las zapatillas y corriendo subi a mi auto.

Llegué a tu casa apenas 5 minutos tarde, cuando toqué el timbre de tu casa no saliste a recibirme con un beso en la frente, en vez de eso salió la señora que ayuda en tu casa y abrió la puerta. Fui a la cocina y te vi de espaldas tomando agua, salté a tus brazos pero tú te hiciste a un lado

. -Amor te tengo un regalo- dije entregándote la caja que yo misma había hecho.

-Ahora no, tenemos que hablar- dijiste en un tono que jamás utilizabas conmigo.

-Hablaremos después de que abras la caja- tomaste la caja y de mala manera arrancaste la envoltura, cuando viste el contenido tus facciones se suavizaron, pero no del todo.

-¿Cómo lo conseguiste?- Preguntaste con cierto asombro.

-¿Te gustó?- Asentiste y dejaste el regalo en la mesa.

-Tenemos que hablar- mi estómago se revolvió, asentí y deje que comenzaras a hablar.-No sé por dónde empezar, lo único que tengo en claro es que lo nuestro debe terminar, no te diré las típicas palabras 'No eres tú, soy yo'. Tenía pensado terminar con esto antes, pero siempre que te veía, te juro que las palabras se quedaban atoradas-.

Mis ojos ardían, mi pecho quemaba, sentía que si no fuera por esa barra en donde estaba recargada perdería el equilibrio, ¿Era verdad lo que estabas diciendo?¿Tú serias capaz de hacerme daño?¿Porqué? ¿Porqué hoy?.

-Es mejor para los dos, ahora podremos concentrarnos 100% en nuestros estudios.- Sonó el timbre de tu casa, me tomó por sorpresa y di un brinco.

-Joven, su novia lo busca- Informó tu mayordomo, en el momento que "Tu novia" corri a ti y se colgaba en tus brazos.

¿Qué era esto?¿Una broma?¿Dónde esta la camara oculta?¿Debo sonreír?.

La chica te besó, besó esos labios que me pertenecían. La bajaste y le dijiste 'No es el momento, ¿Puedes irte?' La chica giró su cuerpo y concentró su mirada hacia donde tú estabas mirando, asintió y salió por donde había entrado.

Algo se detonó en mí, era rabia, mis manos formaron puños y golpeé la barra.

-¿Novia?¿Desde cuándo llamas de esa manera a mi mejor amiga? Ya entiendo tu "Ahora podremos concentrarnos en nuestros estudios" Eso es pura mierda, o dime ¿Te importó cuándo tenías tu examen de la prueba final? No, no te importó, porque preferiste ir a mi dormitorio a hacerme el amor.-Mientras hablaba las lágrimas caían por mi rostro- ¿Es por ella?.

Caminé hacia ti, y tomé tu barbilla obligándote a que me miraras a los ojos. -¿Es por ella? Con un carajo contesta!- Tomaste mi mano de la manera más delicada y la quitaste de tu rostro.

-Sí es por ella, ella me está haciendo sentir cosas que tú no, ella me hace feliz ¡Es por ella! Todo este tiempo fue ella.-

No con tuve mis impulsos y mi mano impactó tu mejilla. En ese momento el mundo me daba vueltas, caí al piso y lloré, lloré como nunca. Tu semblante se suavizó cuando viste el daño que habías causado, te pusiste en cuclillas y me abrazaste, me abrazaste como nunca, tomaste mi rostro y dijiste..

-"Lo siento, lo siento mucho pequeña, nunca quise lastimarte de esta manera"- Y te tiraste a mi lado a llorar.

Me levanté y con lágrimas en los ojos te dije "¿Estás seguro?" Te levantaste y respondiste "No, no lo estoy, y no lo estaré jamás, porque se que acabó de perder al amor de mi vida, a mi más grande tesoro, pero prefiero dejarte ir, a que sigas conmigo, porque solo te hare más daño

." -¿Cuánto tiempo llevas engañándome?- me atreví a preguntar con la poca fuerza que me quedaba. -

-Todo comenzó dos meses después de que comenzamos a salir tú y yo, lo siento, pero con lagrimas en los ojos te pido perdón, se que cometi un error, y los cometí infinidad de veces, pero siempre que regresaba a tu lado sabía que tú eras con la que yo quería estar, pero nunca fui lo demasiado valiente para dejarla. -

Me acerqué a ti y besé tus labios, fue un beso lento que poco a poco se convirtió en un beso desesperado, pidiendo más de mí, cuando el aire nos faltaba uniste tu frente a la mía, y dijiste "te amaré por siempre luz de mis ojos", asentí y salí de tu casa.

Aún duele, lo recuerdo como si acabase de pasar,pero sé que es momento de que mi tortura termine, de que cierre este ciclo y que me quede con lo bueno de nuestra relación. Por esa razón hoy me despido de ti, hoy me rindo, me rindo a seguir con esto. Sé que me amas, me los has demostrado cada día 10 de cada mes, cuando vienes y entras por mi ventana, te quedas por horas mirándome y cuando estás por marcharte dejas en mi escritorio una rosa color lila, de esas que acostumbrabas a regalarme por montones, en realidad no me molesta tu presencia, me hace bien. Por eso hoy cuando llegues por la noche te esperaré y mirándote a los ojos te dire adiós, pero no te prohibiré la entrada a mi cuarto. Solo terminaré con nuestra historia, para poder iniciar una nueva, una en donde la protagonista sea yo y solo yo.

"Adiós, luz de mis ojos, te amaré por siempre".