No lo merecía

No lo merecía.

Drabble.

Cuando se tomaron de las manos supo que ya no había una vuelta de hoja, ya no tenía más oportunidades, y las esperanzas se murieron cuando sus labios se sellaron. ¿Por qué? ¿Por qué buscar amor en otra parte? La escena hablaba por sí sola, demasiado clara para sus cristalinos ojos aquamarina.

La sonrisa cómplice fue lo que terminó por desmoronarlo. ¿Cuántos años enamorado de ese rubio atolondrado?, ¿Cuántas esperanzas selladas en el último beso robado?, ¿Eso era lo que se merecía? Ironías de la vida.

Un idiota con cara de adonis, sonrisa maquiavélica y complejo de narciso venía a robarle lo que una década le costó construir. Con esas palabras vacías que carecían de sentido para sus oídos, odiaba a Sasuke en toda la extensión de la palabra, era un inoportuno, que aprovecho que la situación estaba a su favor.

Ya no quería, ni podía seguir disfrutando el espectáculo de miradas, le atravesaban como el mismo fuego su flácido pecho. Naruto sonría complacido de un comentario, mientras sus mejillas eran sutilmente jaladas por su berrinche.

¿Ese era su final feliz? Sonrió mirando el cielo, ¿qué más podría desear? Definitivamente olvidarlo, tragarse ese maldito nudo que se estaba formando en su garganta ¡maldito amor! Mil veces esperaba que se ahogara, que se perdiera de su corazón. Aquel fallido órgano que siempre pensó que sólo servía para bombear sangre.

Retrocedió esperando que los ojos azules que tanto amaba no lo miraran, no fueran víctima de lastima. Porque era lo único que podía transmitir, después de todo, la persona que amaba había preferido otros brazos, le dolía seguir avanzando hacia atrás, ni siquiera le importaba su ego, sino los sentimientos tan encontrados que luchaban por no emerger, ¡lo iba a derrumbar!

¿Cómo es que las cosas habían terminado así? ¿Cómo es que Naruto no lo había elegido a él? Gaara había estado cuando más lo necesitaba, cuando nadie se había lanzado al abismo oscuro, lo sacó a rastras, para al final terminar abandonado en las orillas de la marea.

El amor no era más que una absurda fantasía, más cuando aquellos labios alguna vez le habían correspondido. ¿Por qué ilusionarlo? ¿Por qué jugar con esos sentimientos que le carcomían? «Naruto, Naruto, Naruto» decía su cabeza entre batallas mentales absurdas.

No lo sabía agradecer, no lo supo valorar, no lo merecía, si el rubio no había mirado todo lo que tuvo que hacer por él, esas noches en velas, esas tardes de naufragio, esos años se esfumaron de sus manos, el amor que alguien más le daba había evaporado todo.

Porque a pesar de que Gaara lo sacó de la obscuridad, Naruto había preferido otra compañía... no lo merecía, ese amor tan verídico que latía furioso en su pecho, no era digno de alguien que no sabía valorarlo.

Así era el amor, un extraño triángulo amoroso que le daba ventajas a quien de verdad no lo merecía. Porque entre más ardua la batalla, más dolorosa la caída.

Sonrió de medio lado, era egoísta por pensar en sí mismo, pero no podía seguir mirando como a su mejor amigo no le importaba romperle el corazón. Porque el rubio se había dejado besar, aunque sabía lo mucho que le dolería perderlo.

Fin.